Garzón retira la acusación al jefe del Cesid por el supuesto secuestro de mendigos

El director del Cesid, teniente general Javier Calderón, pasó ayer al Gobierno la patata caliente de revelar la identidad de los espías que supuestamente participaron en la deno minada Operación Mengele. Calderón declaró en calidad de imputado ante el juez Baltasar Garzón en el caso Oñederra, en el que se investigan cuatro asesinatos cometidos por los GAL, así como el secuestro de varios mendigos para experimentar con ellos una droga que luego iba a utilizarse con el dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera. Garzón levantó la imputación al director del Cesid.

Calderón compareció en calidad de imputado como presunto autor de un delito de encubrimiento, aunque el magistrado le explicó que la legislación española no permite llamar a ningún testigo asistido de abogado, y que se le confería la condición de imputado para que tuviera un mayor número de garantías procesales. El general fue asistido por el catedrático de Derecho Penal Gonzalo Rodríguez Mourullo.Fuentes de la Audiencia Nacional informaron que en realidad no es que se le haya levantado la imputación, sino que la imputación era sólo para el acto de la declaración y para que pudiera estar asistido de abogado. Las mismas fuentes calificaron de "un poco fuerte" acusar de delito de encubrimiento al director del Cesid -nombrado hace escasos meses y sin relación alguna con los delitos que se investigan- por no revelar los nombres de cinco de sus agentes. En todo caso, añadieron las citadas fuentes, se le podría haber aplicado la figura de la desobediencia, siempre más leve, "aunque es muy probable que no se le necesite nunca más sobre este asunto".

Calderón, ataviado con traje gris y con una cortesía exquisita, no se opuso a identificar a los cinco agentes del Cesid, cuyos alias son Losada, Ureña, Porto, Don Emilio y Zarca y que supuestamente participaron en la Operación Mengele, pero alegó órdenes superiores para no hacerlo. El jefe de los espías españoles puntualizó que él estaba dispuesto a colaborar con la justicia, pero que para revelar esos datos debía contar con la autorización del Consejo de Ministros, pues en caso contrario estaría cometiendo un delito. Precisó que en todo momento ha ejercido sus responsabilidades como director del Cesid conforme a derecho y de acuerdo con la legislación vigente.

'Operación Mengele'

El general Calderón también explicó que no tiene constancia ni existe constancia en el Cesid de la veracidad de la Operación Mengele, al igual que ya hiciera público el ministro de Defensa, Eduardo Serra.La citada Operación Mengele, supuestamente efectuada en julio de 1988, consistió en el secuestro de tres mendigos para experimentar un suero de la verdad que posteriormente se pensaba utilizar con el etarra Josu Ternera. Al parecer, uno de los mendigos falleció a raíz del experimento.

Por otro lado, dentro del mismo caso Oñederra, el juez Garzón ha citado a declarar el próximo viernes como imputados al ex ministro del Interior José Luis Corcuera, el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera y el ex director general de la Guardia Civil, Luis Roldán.

Todos ellos han sido llamados en relación con las declaraciones de Luis Roldán en las que aseguraba que agentes de la Guardia Civil habían secuestrado al miembro de los Grapo Jesús Cela Seoane, en las proximidades de La Coruña, en 1990, para sonsacarle toda la información que pudiera saber sobre el paradero de los miembros de la banda terrorista que aún se encontraban en libertad. Cela Seoane había sido excarcelado hacía poco tiempo por haber cumplido su condena, y se esperaba que pasase a la clandestinidad para unirse de nuevo a los comandos operativos.

El grapo fue retenido durante unas 10 horas en las que fue sometido a torturas, y cuando los guardias -presuntamente dirigidos por el teniente Pedro Gómez Nieto, que ya ha declarado como imputado por estos hechos- llegaron al convencimiento de que no sabía nada, lo abandonaron en las proximidades de La Coruña. Según Roldán, la operación fue ordenada por Vera, con el conocimiento de Corcuera.