Borrell: "Yo daba por supuesto que declaraban sus ganancias a Hacienda"

"Todo el mundo daba por supuesto, y yo el primero, que declaraban sus ganancias en el impuesto de la renta o del patrimonio". Josep Borrell, ex secretario de Estado de Hacienda y ex ministro de Obras Públicas, reconoció ayer ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga la presunta trama de corrupción en la Inspección de Hacienda en Cataluña que los dos máximos responsables de este organismo le escondieron que no tributaban por sus inversiones en Bolsa. "De haberlo sabido los habría inhabilitado", dijo Borrell a los jueces, al tiempo que explicó que esas inversiones eran compatibles con los cargos de los inspectores, pese a que a él le provocaban "cierta incomodidad".

Borrell testificó durante más de una hora a propuesta del abogado de José María Huguet, el máximo responsable de Hacienda en Cataluña entre 1985 y 1994, y que era amigo de Borrell desde que estudiaron juntos el bachillerato en Lleida. La relación se truncó en 1999, cuando estalló el caso que ahora se juzga y que llevó a Borrell a dimitir como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno después de imponerse, contra pronóstico, a Joaquín Almunia en las elecciones primarias. Borrell recordó ese episodio en tres ocasiones durante su declaración.

"A nivel personal tuve un perjuicio importante", dijo el testigo, quien también reconoció que le entregó a Huguet "pequeñas cantidades" de dinero para que se las invirtiera en Bolsa.

En el banquillo se sientan 14 acusados, entre inspectores de Hacienda, constructores y promotores inmobiliarios, exponentes de la era del pelotazo catalán. Entre otros, el ex presidente del Barcelona José Luis Núñez y un hijo suyo; el financiero Javier de la Rosa y el asesor fiscal Juan José Folchi. La fiscalía solicita para algunos de ellos penas que suman hasta 22 años de cárcel y sostiene que los empresarios compraron a los inspectores para que amañasen las declaraciones a cambio de viviendas a precios muy rebajados o cantidades de dinero.

En el caso de Huguet y su mano derecha, Ernesto de Aguiar, que quedó finalmente exculpado, la investigación judicial demostró que entre 1990 y 1991 ingresaron 1,41 millones de euros en una cuenta suiza. Ellos dijeron que el dinero procedía de sus ganancias en Bolsa, pero Folchi declaró en el juicio que fueron pagos del Grupo KIO.

El ex secretario de Estado de Hacienda también admitió que las fusiones de algunas empresas del grupo kuwaití gozaron de exenciones fiscales, pero precisó que no fue ningún trato de favor porque estaban previstas en la ley y no fueron nada en comparación con las que beneficiaron a los grandes bancos españoles. También recordó que cuando llegó al cargo, en 1984, su prioridad fue que "los ciudadanos empezasen a tributar en lugar de revisar declaraciones complementarias".