La Audiencia Nacional condena a Sito Miñanco a 16 años de cárcel por narcotráfico

El narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, fue detenido con las manos en la masa hace casi tres años, en una madrugada madrileña de agosto de 2001. La policía irrumpió en un chalé de las afueras de la capital y le sorprendió dando órdenes con una emisora de radio a un par de buques que viajaban hacia España con cinco toneladas de cocaína en las entrañas. La Audiencia Nacional le ha condenado hoy a 16 años y 10 meses de cárcel y a pagar una multa de 390 millones de euros, al considerarle responsable, como jefe de una organización de narcotraficantes, de aquella operación.

La Sala de lo Penal condena por estos hechos a otras 14 personas, entre ellas al que fuera abogado de Sito Miñanco, Manuel Pérez Lorenzo. Las penas oscilan entre los 21 meses y los 15 años y medio de prisión, con multas de entre 6.300 y 300 millones de euros.

Sito Miñanco, de 48 años, se encontraba en prisión preventiva desde aquella madrugada del 16 de agosto de 2001; por entonces estaba en libertad condicional a la espera de sentencia por otra operación de tráfico de drogas. Aquella noche, la policía interceptó los dos buques a unos 2.000 kilómetros de Guyana francesa, cuando se iban a trasvasar la droga en medio del Atlántico, y a Miñanco en un chalé de la urbanización El Bosque de Villaviciosa de Odón (Madrid), rodeado de cartas de navegación con las rutas marcadas.

Miñanco había fletado un pesquero, con capitán nicaragüense y seis tripulantes, dos españoles, tres griegos y un chileno, que recogería en alta mar la droga transportada desde Colombia por un buque nodriza. Las investigaciones de las policías de Madrid y Galicia permitieron anticiparse a la operación, y las autoridades españolas pidieron ayuda a la DEA, la agencia antidroga estadounidense, a la Real Policía Montada de Canadá y a la Marina francesa. Cuando los dos buques llegaron a su cita a unas 1.000 millas marinas de Guyana francesa, no eran dos sino tres: los agentes españoles y estadounidenses les aguardaban. El abordaje, que transcurrió sin incidentes, lo realizaron miembros de los GEO españoles.

Al ser detenido, el narcotraficante maldijo entonces su suerte y echó cuentas del tiempo que tendría que pasar en prisión. Su última estancia en el talego había terminado en diciembre de 1998, cuando salió con la condicional de la prisión de Alcalá-Meco, en contra del criterio de Instituciones Penitenciarias. Había cumplido siete de los 20 años de prisión (las tres cuartas partes de la condena, sumadas las redenciones) a los que estaba condenado.