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Reportaje:

46 días sin pateras en Canarias

En el mayor centro de internamiento para inmigrantes de España (1.188 plazas) sólo quedan tres internos

Después de diez años en los que Canarias ha ocupado las primeras páginas de los diarios por la incesante y dramática llegada de africanos a sus costas, la noticia se ha vuelto del revés: hace exactamente 46 días que al archipiélago no arriba un solo inmigrante en patera. Es algo insólito desde 1999, cuando el Ministerio del Interior comenzó a elaborar estadísticas sobre el fenómeno. En los centros de internamiento de las islas, que tienen capacidad para 1.567 personas y que hace tres años tuvieron que ser ampliados con tiendas del Ejército para atender a la avalancha de subsaharianos que descendían de los cayucos, quedaban ayer sólo 42 extranjeros.

La crisis económica ha disuadido a quienes planeaban echarse al Atlántico. Por teléfono móvil, los senegaleses, malienses, ghaneses... que residen en España envían a sus parientes en pueblos remotos de África el mismo mensaje: "Aquí ya no hay trabajo". Y el trabajo es, según manifestó el viernes en Almería la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, el verdadero "efecto llamada" para los extranjeros. Quienes hasta hace poco andaban subidos en los andamios en miles de edificios en construcción y reunían un sueldo que les daba para mantenerse y enviar dinero a sus familias viven ahora de la caridad haciendo de aparcacoches en las calles de las ciudades. Y aún peor: muchos de los residentes legales se convertirán en irregulares durante los próximos meses, ya que no podrán renovar sus permisos de estancia porque han perdido sus contratos laborales.

Cinco instituciones de acogida de varias islas han sido clausuradas

Pero, ¿ha sido la crisis económica lo único que ha frenado la llegada de inmigrantes a Canarias? El director adjunto de la agencia europea de fronteras Frontex, Gil Arias, cree que no. "También hay crisis en Italia, y los inmigrantes continúan llegando a Lampedusa", afirma. Arias argumenta que en el frenazo a las pateras y a los cayucos tiene mucho que ver los despliegues de la Unión Europea y de España en África Occidental: "En Senegal y en Mauritania siguen interceptando y deteniendo a inmigrantes clandestinos".

Además del trabajo diplomático realizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en los países del área y de los acuerdos de cooperación que han engrasado la disposición de las autoridades de éstos a aceptar la repatriación de inmigrantes, el Ministerio del Interior ha tenido mucho que ver en la desarticulación de las redes de emigración clandestina. Durante los últimos años, España ha donado nueve patrulleras (tres a Senegal, cuatro a Mauritania y dos a Gambia), además de todoterrenos, equipos informáticos, quads y ambulancias. También ha desplegado dos patrulleras y un avión de la Guardia Civil y un helicóptero en Senegal, y otras dos patrulleras y otro helicóptero en Mauritania.

Las dificultades para emigrar ilegalmente y la falta de perspectivas para trabajar en España han dejado los centros de internamiento de Canarias al 2,6% de su capacidad, informa Juan Manuel Pardellas. El viernes había en el mayor de toda España, el de El Matorral, en Fuerteventura, con capacidad para 1.188 sin papeles, sólo tres internos. En el centro tinerfeño de Hoya Fría, con 231 plazas, había 16; en el de Barranco Seco (Gran Canaria), con capacidad para 168 extranjeros, 23.

Otras instalaciones que hace sólo unos meses permanecían colapsadas, como los acuartelamientos de La Isleta (Gran Canaria), Las Canteras y los Rodeos (Tenerife) y los centros de acogida temporal de El Camello (La Gomera) y Valverde (El Hierro), han sido clausuradas.

Un grupo de inmigrantes se recupera en una playa de Tenerife de la travesía en patera el pasado febrero.
Un grupo de inmigrantes se recupera en una playa de Tenerife de la travesía en patera el pasado febrero.EFE

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