Un cajero automático para inmigrantes
Los ecuatorianos podrán pagar en España productos que sus familiares disfrutarán en su país
¿Ir al dentista en Guayaquil? ¿Hacer la compra en Bogotá? ¿Recargar un teléfono móvil en Lima? Todo eso y más podrán pagar, sin moverse de España, los inmigrantes latinoamericanos que quieran ayudar económicamente o hacer un regalo a los familiares que dejaron en sus países de origen. Con ese fin, la empresa sevillana Mnemoland ha ideado un cajero automático multiservicio que instalará a partir de septiembre en centros comerciales, locutorios y otros lugares frecuentados por trabajadores extranjeros.
Mnemoland aspira a que sus terminales canalicen el 2% de las remesas enviadas a Ecuador
El nuevo sistema de compra comenzará a funcionar con Ecuador, el país latinoamericano que más inmigrantes tiene en España: unos 400.000 con permiso de residencia. Utilizando sus tarjetas de crédito o débito habituales, los usuarios de los cajeros tendrán la oportunidad de comprar en comercios seleccionados por Mnemoland en Ecuador, entre los que hay supermercados y tiendas de material informático, muebles y electrodomésticos. Además de bienes tangibles, se podrán pagar servicios de asesoría legal, tratamientos médicos, recargas de móviles y tarjetas prepago con una cantidad de dinero elegida por el usuario. Los cajeros también permitirán solicitar información a concesionarios de automóviles y constructoras con vistas a la compra de un coche o una vivienda.
Al efectuar una compra, tras cotejar modelos y precios en la pantalla del cajero, el cliente obtendrá un recibo y un código secreto. Una vez que el destinatario conozca ese código, podrá recoger el artículo en el establecimiento correspondiente en Ecuador. El consejero delegado de Mnemoland, Ramiro Aguirre, explica que de este modo el comprador ejercerá un control total sobre el producto y evitará el mal uso que, con cierta frecuencia, se da al dinero enviado mediante giros. "Las personas que usen los cajeros tienen garantizado que su dinero va a servir para comprar exactamente lo que han pedido sus familiares", afirma Aguirre. "Ha habido problemas con el envío de dinero que incluso han causado rupturas familiares", añade. Los artículos serán intransferibles y no podrán canjearse por dinero. Los usuarios podrán llamar a un centro de atención al cliente si surge algún problema.
Para prestar sus servicios, Mnemoland ha tejido una red de entidades colaboradoras a un lado y otro del Atlántico. En España, el Banco Popular canalizará las operaciones bancarias a través de MundoCredit, su filial especializada en inmigración; 4B será el centro autorizador de las tarjetas utilizadas para la compra; Getronics se encargará del proceso de datos; Thales proporcionará el sistema pin-pad instalado en las ranuras de las tarjetas y Telecor, filial del Corte Inglés, colaborará en la recarga y venta de móviles.
En Ecuador, Mnemoland ha seleccionado empresas de primer orden para garantizar la calidad y la seguridad del servicio. Entre ellas están Proauto, concesionaria de la marca de automóviles Chevrolet; la constructora Conbaquerizo, el supermercado mayorista Deveis, las tiendas de electrodomésticos y muebles Artefacta y el gabinete jurídico Ibelex.
Todos los actores que intervienen en el proceso recibirán una comisión de la empresa vendedora. Mnemoland contará también con otras fuentes de ingreso: cobrará un porcentaje por la gestión de envíos de dinero, instalará publicidad en los cajeros y cobrará un alquiler a los centros comerciales y locutorios que alojen terminales.
José Prieto, del Banco Popular, explica que la entidad se ha implicado en el proyecto por ser vanguardista, tecnológicamente avanzado y muy cercano al colectivo inmigrante. "Es un proyecto bien definido y, si se ejecuta bien, tendrá éxito", afirma Prieto. El Popular desempeñará el papel de intermediario autorizado por 4B para canalizar los pagos. Al otro extremo estará el Banco Pichincha, su corresponsal en Ecuador.
Mnemoland vaticina que lo productos más demandados serán alimentos, recargas telefónicas y tarjetas prepago. Además de un negocio, afirma su consejero delegado, los cajeros cumplirán un fin social. "La mayoría de los inmigrantes instalados en España", sostiene, "trabajan duro, y sus horarios no les dejan mucho tiempo para atender necesidades familiares".
Primero en Madrid
Serán los ecuatorianos residentes en Madrid los primeros en utilizar los nuevos cajeros. Mnemoland piensa instalar medio centenar de ellos en la capital antes de finalizar el año, para extenderse más tarde por Cataluña, Levante y Andalucía, hasta llegar a las 200 terminales en 2008. Si el proyecto tiene éxito, la empresa planea ampliar el servicio a Colombia, Perú y Bolivia, y no descarta saltar al lucrativo mercado de las remesas entre EE UU y México.
Fundada a finales de 2003, Mnemoland es una empresa familiar dedicada a prestar servicios de tecnología avanzada a los inmigrantes residentes en España. Tiene ocho empleados y cuenta con oficinas en Guayaquil y Quito. La compañía comenzó con el proyecto del cajero hace año y medio, y ha invertido desde entonces cinco millones de euros. Ramiro Aguirre, de nacionalidad chilena con 35 años de residencia en España, espera que cuando la red de cajeros esté funcionando al completo, Mnemoland canalice un 2% de las remesas que envían los ecuatorianos a su país, que suponen entre 70 y 80 millones anuales.
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