Muere en un atentado en Beirut un destacado diputado y periodista antisirio
El asesinato de Yibran Tueni se produce pocos días antes de que una comisión internacional entregue a la ONU su informe definitivo sobre la muerte del ex primer ministro Hariri
El diputado y periodista libanés Yibran Tueni, firme opositor a la injerencia de Siria en Líbano, ha muerto hoy junto a tres de sus guardaespaldas en un atentado con coche bomba perpetrado en un barrio cristiano de la periferia de Beirut. El atentado, cuya autoría ha asumido un grupo hasta la fecha desconocido, se produce en vísperas de que la comisión internacional que investiga el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri presente su informe.
Al igual que le ocurriera al antiguo jefe del Gobierno libanés, un potente explosivo detonado al paso de su convoy ha segado la vida de Tueni, de 48 años, copropietario del prestigioso diario An Nahar (El Día), y de tres de sus guardaespaldas. El atentado ha tenido lugar en el barrio de Mkales, un área cristiana e industrial en la periferia sureste de Beirut. El vehículo se hallaba a menos de un kilómetro del célebre hotel Monteverde, sede de la comisión internacional que investiga el asesinato de Hariri. En un comunicado difundido en Internet, los Combatientes de la unidad del Líbano en la región de Chams (Siria, Palestina, Líbano) aseguran que lograron "liquidar una de las voces que esparcía veneno y mentiras a pesar de las advertencias" que le habían hecho.
"Quebramos la pluma de Tueni y transformamos su An Nahar en una noche sombría", destaca el texto, en el que también se amenaza con la misma suerte "a todos aquellos que atacan a quienes ofrecieron y ofrecen sacrificios en defensa del carácter árabe del Líbano", agrega. La autenticidad de la nota, aparecida en una página islamista, ha sido imposible de verificar. Nada más conocerse la noticia, el influyente líder druso Walid Yumblat ha culpado a los servicios secretos sirios. Yumblat ha asegurado que las manos que acabaron con la vida de Tueni son las mismas que mataron, el 14 de febrero, al ex primer ministro Hariri.
Damasco condena el atentado
"Hemos entendido bien el mensaje que ayer dio el presidente sirio, Bachar el Asad. Los servicios de seguridad de un país vecino son responsables", ha dicho Yumblat a la televisión Al Yazira. La misma opinión ha expresado Samir Franyie, diputado cristiano por el norte del país. Al Asad concedió anoche una entrevista en la que subrayó que si existe inestabilidad en Irak y Siria habrá inestabilidad en todo Oriente Próximo. Siria, a través de su agencia de noticias oficial SNA, ha condenado la acción y la ha calificado de "acto estúpido". "El ataque se produce en un momento calculado para multiplicar las acusaciones contra Siria. Condenamos todos los asesinatos y atentados y subrayamos que aquellos que los perpetran son enemigos de Líbano", agrega la nota.
El Gobierno libanés, por su parte, ha convocado una reunión de urgencia para examinar las consecuencias y las implicaciones de este nuevo atentado, el tercero mortal contra un político o periodista en Líbano desde el asesinato de Hariri. En junio, perdieron la vida de igual forma el conocido periodista contrario al intervencionismo Samir Kasir y el ex secretario general del Partido Comunista George Hawi, que se había acercado a la oposición para posibilitar el entendimiento entre los libaneses. En septiembre, la víctima fue May Chidiac, periodista del canal de televisión estatal LBC, quien perdió la pierna y un brazo en una explosión. Dos meses antes, también resultó herido en un ataque el ministro de Defensa, Elías Mur.
Conclusiones sobre el asesinato de Hariri
Tueni había denunciado en varias ocasiones que Siria estaba involucrada en el magnicidio de Hariri y señalado con el dedo al presidente libanés, Emile Lahud, y a su camarilla. Casado dos veces y con cuatro hijos, salió elegido diputado en las elecciones de julio, las primeras sin la presencia militar de Siria, y se sumó a la oposición a este último país. Tueni regresó ayer a Beirut desde París, donde había permanecido los últimos meses por temor a un atentado contra su vida. Desde que en febrero pasado fuera asesinado Hariri, una serie de atentados en Beirut han sembrado el terror entre la clase política del país, que en su mayoría ha decidido vivir en el exterior por una temporada.
El atentado de hoy se produce pocos días antes de que el director de la comisión internacional que investiga el asesinato de Hariri, el fiscal alemán Detlev Mehlis, entregue su informe definitivo al secretario general de la ONU, Kofi Annan. En su segundo informe preliminar a la ONU, el letrado germano apuntó la hipótesis de que los servicios secretos sirios y parte de la Inteligencia libanesa estaban involucrados en el atentado. El magnicidio y la posterior oleada de críticas y acusaciones tanto en Líbano como en el seno de la comunidad internacional obligaron a Siria a retirar los más de 15.000 soldados que tenía desplegados en Líbano, país sobre el que ejercía un poder tácito.
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