Odyssey naufraga en México
La compañía estadounidense pretendía rastrear un galeón español hundido en 1631
Las autoridades mexicanas rechazaron una petición de la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration para rastrear un galeón español que naufragó en 1631 frente a las costas del sureño estado de Campeche, en el Golfo de México. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las dos solicitudes que presentó Odyssey en 2006 y en 2008 "no cumplen con los requisitos que establecen las disposiciones reglamentarias para la investigación arqueológica en México". El INAH apunta que el proyecto de la firma estadounidense "no tiene propósitos de investigación ni cuenta con el aval de arqueólogos o de una institución académica de reconocido prestigio".
La institución explicó que las dos solicitudes de Odyssey estaban destinadas a la exploración de la nave Nuestra Señora del Juncal, un galeón que naufragó en 1631 en la sonda de Campeche, "que siempre ha estado en la mira de los cazadores de tesoros". Este galeón formaba parte de la Flota de la Nueva España, compuesta por 19 embarcaciones reales que zarparon de México el 14 de octubre de 1631 para llevar a España bienes preciados.
La mayor parte de estos navíos naufragó en aguas mexicanas a causa de una tormenta. Las primeras investigaciones se realizaron en archivos de México, España y Cuba, así como en el mar mediante un sistema de sensores remotos y de posicionamiento geográfico, cpmentó el INAH.
Patrimonio cultural inalienable
Desde 1970, el INAH ha negado más de 30 solicitudes de mexicanos y extranjeros para explotar barcos que se hallan sumergidos en aguas de México."Todas las peticiones, algunas descabelladas y otras muy bien formuladas, conllevan la intención de recuperar estas embarcaciones que tienen cargamentos importantes en términos económicos (oro, plata y piedras preciosas), alegando que eso no es histórico. Se trata de un error de concepción", señaló Pilar Luna Erreguerena, subdirectora de Arqueología Subacuática del INAH.
La experta indicó que "un navío es una 'cápsula de tiempo' y todo lo que contiene es material histórico, arqueológico". En 2006, México ratificó la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, un instrumento legal que obliga a no negociar este legado y que entró en vigor a principio del 2009, aseveró el INAH.
Desde mayo de 2007, Odyssey mantiene un contencioso en los tribunales de Tampa (Florida) por los derechos de un barco bautizado entonces por la compañía como el Cisne Negro. Detrás de ese nombre en clave, se encuentra una identidad bien conocida, La Mercedes, un barco hundido en 1804 frente a las costas del Algarve tras un combate con la flota británica. España está convencida de que se trata de ese buque. Odyssey considera que es sólo una hipótesis. La disputa continúa en Tampa sin que el juez haya decidido aún quién tiene derechos sobre las 500.000 monedas de plata y oro halladas en el pecio.
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