Obama empieza por Lula

En el primer encuentro entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente estadounidense Barack Obama previsto para la mañana de hoy en Washington -será también la primera reunión del nuevo inquilino de la Casa Blanca con un mandatario latinoamericano-, el Gobierno brasileño pedirá que EE UU "cambie su mirada sobre el mundo y sobre América Latina". En particular, Lula intermediará para mejorar las relaciones entre el país anfitrión y Venezuela, y para solicitar el levantamiento del embargo a Cuba.

El presidente brasileño quiere que Obama deje de mirar al continente latinoamericano sólo como si se tratase de países azotados por el crimen, la violencia y la droga. Lula pretende una posición más concentrada en el desarrollo económico de la región, y en el combate a la miseria y a las injusticias sociales. Para conseguirlo, ofrecerá a Obama una alianza y una relación de amistad que permita construir una América Latina más fuerte en todos los aspectos, sin excluir el de la defensa militar.

Lula quiere, por fin, conseguir el milagro de la eliminación de la doble tributación entre Brasil y los Estados Unidos

Entre los temas de la amplia agenda del presidente latinoamericano figura el espinoso asunto del proteccionismo, considerado como uno de los grandes peligros para los países del hemisferio. Brasil siempre prefirió a los mandatarios estadounidenses republicanos, porque los demócratas suelen ser más proteccionistas. Sin embargo, con Obama existe la convicción en el país de que las cosas mejorarán para el continente.

Lula llega a Washington por invitación de Obama, con el que ya había mantenido una larga conversación telefónica previa. El mandatario visitante ha sido autorizado por el presidente venezolano Hugo Chávez para que exprese su deseo de mejorar la relación con EE UU. Chávez ha hecho este encargo a Lula pese a que existen rumores de que la primera potencia mundial podría comprar petróleo brasileño para reducir la dependencia que tiene con Venezuela, un país abiertamente antiestadounidense. Es posible que Lula también solicite a Obama el levantamiento del embargo comercial a Cuba.

Cuarenta años de discusión

Otra cuestión de peso en la agenda es la petición de que instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial garanticen a los países de América Latina el acceso al crédito internacional. Según Thomas Shannon, secretario de Estado responsable para el Hemisferio Occidental, la preocupación del Gobierno de Obama es que la crisis financiera mundial "no anule las conquistas sociales que dichos países obtuvieron en los últimos diez años".

Shannon ha hecho saber a la diplomacia brasileña que al presidente Obama le había agradado mucho que Lula declarase al periódico británico Financial Times que lo que importa, sobre todo, es "el futuro de los seres humanos". El secretario afirmó: "Nosotros estamos de acuerdo con la afirmación de Lula. Pensamos que se trata de una declaración importante para el G-20 donde Obama se presentará con ese mismo mensaje".

Tanto el presidente estadounidense como el secretario del Tesoro, Timothy Geitner, defienden el aumento sustancial de los recursos del FMI para que éste pueda ayudar a las economías en crisis y viabilizar así un estímulo fiscal global. Los Estados Unidos están dispuestos a aumentar su contribución al FMI, pero desearían que igualmente lo hicieron otros países en desarrollo como Brasil, China e India.

Lula quiere, por fin, conseguir el milagro de la eliminación de la doble tributación entre Brasil y los Estados Unidos. Los empresarios brasileños asignan a este reivindicación una importancia capital. La cuestión de la doble tributación lleva 40 años en discusión entre ambos países.