Uribe descarta la mediación de Chávez en la liberación de rehenes
El presidente colombiano rechaza la intervención internacional tras el anuncio de las FARC
El Gobierno colombiano se niega a autorizar la participación de personalidades internacionales en la liberación de seis rehenes anunciada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el domingo. "No vamos a permitir que se creen riesgos para nuestras relaciones involucrando personalidades de la comunidad internacional", advirtió ayer el presidente, Álvaro Uribe. De esta forma, descartó rotundamente una posible intervención del mandatario venezolano, Hugo Chávez. "Si los van a liberar, ahí tienen a la Cruz Roja Internacional", añadió al señalar que sólo aceptará las gestiones de esta organización humanitaria, que ya ha mostrado, a través de su portavoz Yves Haller, su disposición a colaborar.
La participación de Chávez a comienzos de este año en la libertad de otros seis rehenes terminó en duros enfrentamientos entre los dos países. Bogotá acusó a Caracas de haber ido más allá del límite humanitario.
La entrega de los rehenes, posiblemente a comienzos de enero, es una respuesta a la segunda misiva enviada por un grupo de intelectuales denominado Colombianos por la Paz, en la que pedían a la guerrilla más vieja del país que acabe con la práctica del secuestro.
La senadora opositora Piedad Córdoba, que lidera este movimiento y ha sido pieza clave en las anteriores entregas, había anunciado que pediría la intervención de Chávez. Y éste no tardó en ofrecerse: "Había un plan el año pasado; el plan se acabó, pero si surgiera otro plan, aunque me sigan dando latigazos, no me importa", dijo Chávez hace apenas una semana.
Córdoba no se mostró, sin embargo, molesta por la decisión tomada por Uribe: "Es importante su respaldo al proceso", afirmó, y anunció que continuará su tarea para lograr que los secuestrados regresen pronto a casa.
Liberaciones unilaterales
Los liberados serán Alan Jara, Sigifredo López, los dos únicos civiles que permanecen en poder de las FARC en calidad de canjeables, tres policías y un soldado. De estos últimos no se sabe aún los nombres, lo que ha generado ansiedad entre los familiares. ¿Será mi hijo, mi padre, mi esposo?, es la pregunta que hoy les atormenta.
Es notorio el malestar que ha generado en el Gobierno la iniciativa del grupo de intelectuales. El pasado 6 de diciembre, Uribe aseguró que no aceptaría estas liberaciones, porque detrás se escondía una "celada". Ayer hizo varias advertencias "al terrorismo y a los políticos locales que están en este juego": "No permitiré un espectáculo político ni un engaño al país", dijo el presidente. Llamó cínicas a las FARC, que ayer mismo secuestraron a 10 campesinos, pero en su carta hablan de una plataforma política para salvar al país.
La guerrilla anunció estas liberaciones unilaterales como un gesto para "generar condiciones favorables al canje humanitario". Los analistas creen que éstas serán las últimas entregas de este tipo. Lo que vendrá luego será la insistencia en el intercambio entre militares y policías que consideran prisioneros de guerra y los insurgentes encarcelados.
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