Relevo al frente del tribunal militar de Guantánamo
El coronel Ralph Kohlmann se jubila cinco meses antes de lo previsto.-Los grupos de defensa de los derechos humanos vinculan la decisión con la nueva política de Obama
El juez militar encargado de juzgar al sospechoso de ser el cerebro de los ataques del 11-S, el paquistaní Jalid Sheij Mohamed, ha decidido retirarse y no continuar al frente del complejo proceso, según han informado esta madrugada (hora española) fuentes del Pentágono.
El coronel Ralph Kohlmann, al frente de la comisión militar que juzga a los acusados de terrorismo que esperan juicio en Guantánamo, la base militar estadounidense en Cuba, se jubilará cinco meses antes de lo previsto. Este lunes, nombró como sustituto a su colega Steve Henley.
Fuentes de la defensa aseguran que Kohlmann decidió jubilarse después de comprobar que el proceso judicial iba a extenderse más allá de la próxima primavera.
Jalid Sheij Mohamed, antiguo jefe de operaciones de Al Qaeda que se autoinculpó de ser el cerebro de los atentados y se declaró también responsable del asesinato del periodista del Wall Street Journal David Pearl, está acusado de ser el terrorista de Al Qaeda que planeó al detalle los atentados en Nueva York y Washington. Afronta un proceso militar junto a otros cuatro sospechosos de terrorismo también recluidos en el penal estadounidense.
Mohammed y sus cuatro colaboradores - Ramzi Binalshibh, Mustafa Ahmed al Hawsawi, Walid bin Attash y Ali Abdul Aziz Ali- están acusados de conspirar para el asesinato de 2.973 personas, el número total de víctimas provocadas por el impacto de los aviones contra las Torres Gemelas, el Pentágono y un campo de Pensilvania.
El hombre que ahora pide para sí la pena de muerte fue interrogado por la CIA en cárceles secretas tras su detención en 2003 y antes de ser transferido en 2006 a Guantánamo. De acuerdo con la versión de sus abogados, Mohamed sufre cierto retraso cognitivo debido a los interrogatorios a los que fue sometido, que según la Administración de George W. Bush incluyeron simulacros de ahogamiento por agua.
¿Una decisión política?
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró este domingo en su primera entrevista tras las elecciones que intentará cerrar el penal en suelo cubano tras las denuncias de torturas sistemáticas a los allí recluidos.
La Unión de Libertades Civiles Americana, que lleva desde hace mucho tiempo reclamando el cierre de la cárcel, ha sugerido en un comunicado que la salida de Kohlmann podría ser consecuencia de los planes de Obama respecto a Guantánamo. "El momento elegido para anunciar el recambio al frente de la commision militar que juzgará los casos del 11-S es altamente sospechoso e inquietante", ha dicho el director ejecutivo de ACLU, Anthony Romero.
Este responsable ha asegurado que la Administración Bush podría intentar "sabotear" los planes de Obama e itentar "modificar el proceso a última hora". Pero otra fuente de la defensa consultada por Reuters ha dicho que no existe nada sospechoso en la salida del juez.
Las audencias a los procesados se retomarán el próximo 8 de diciembre.
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