Honorable Villarreal, triste Valencia

La serenidad de Pellegrini en la previa de este clásico valenciano anunciaba lo que iba a ser el Villarreal: un equipo convencido, entusiasmado y fluido. El nerviosismo de Emery, que convocó a 22 jugadores dos días antes, todo lo contrario: un Valencia descreído, indefinido y pobre. Con las bajas esenciales de Cazorla y Senna, el Villarreal llega vivo a la última jornada, ante el Mallorca en Son Moix, con opciones a la Champions. El Valencia, ninguna. Tendrá que luchar por conservar la Copa de la UEFA: deberá ganar en Mestalla al Athletic. Es el cierre de una campaña mediocre del cuadro de Emery, tan dependiente de tres hombres (Silva, Mata y Villa), puesto que el resto ha estado de vacaciones.

La mayor diferencia la marcó ayer el lateral derecho. Ahí estaba Javi Venta, chico honrado, humilde y barato, que llegó dos veces a la línea de fondo y las dos centró con mirada telescópica. Hacia Llorente, que remató las dos veces a gol, una con la pierna diestra y la otra con la cabeza (suma 13 tantos). En el otro equipo, otro tipo de lateral, Miguel, internacional con Portugal, con un gran salario, pero que no pasaba del medio del campo. El erial lo completó por esa banda Joaquín, irrelevante como de costumbre.

En el otro lateral, el izquierdo, Alexis se comió los dos centros de Javi Venta. Fue un desastre. Lo mismo que los centrales, Albiol y Maduro. Pellegrini cumplió el plan que tenía previsto: rasear, triangular y alcanzar la línea de gol con mucha gente. A continuación, cederle el campo al Valencia, que sufre ante la obligación de llevar la iniciativa. Del conjunto de Emery no se podía intuir ningún plan. Más allá de algún pase interior de Pablo y de que aparecieran los dos de siempre: Mata y Villa, que, sí, volvieron a aparecer. El centro raso del primero lo remató por dos veces —la primera, al poste— El Guaje, que suma 26. Insuficientes para alcanzar la Champions.

El partido fue duro, conscientes ambos equipos de lo que se jugaban. Marchena tenía a Pirès entre ceja y ceja. Lo cosió a patadas en los primeros minutos. Después le dio un manotazo en los morros a Bruno. Ibagaza, antes de retirarse lesionado, también repartió lo suyo.

Diego López estuvo brillante. Sacó con la manopla derecha, muy abajo, un disparo cruzado de Villa. Más tarde, Godín empujó dentro del área a Villa sin que lo advirtiera Undiano Mallenco.

El Villarreal se dio un recital de pases en el arranque de la segunda parte, bien enhebrados por Cani, Bruno y Pirès. Los centrocampistas del Villarreal ganaron claramente la partida a los del Valencia en un ejemplo de lo que ha sido la temporada en ambos casos. El cuadro de Emery ha penado todo el curso el estado decadente de sus mediocampistas (Albelda y Baraja) mientras que en el de Pellegrini los Cani, Pirès y Bruno han cubierto decentemente el abismo de las bajas de Senna y Cazorla.