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Los escándalos de Il Cavaliere

La sombra de la cocaína planea sobre Berlusconi

Un fiscal investiga el uso de drogas en fiestas para el primer ministro

El escándalo sigue creciendo. Cada día, nuevos testimonios recogidos por la fiscalía de Bari y por los periódicos revelan más datos y abren nuevos interrogantes. La explosiva mezcla de cocaína y prostitutas del Este de Europa se cierne sobre el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acorralado por su peculiar idea de la privacidad. La rebelión de las meretrices ha aportado luz a las fiestas nocturnas organizadas por Berlusconi tanto en Roma como en Cerdeña, e Italia se prepara para lo peor. Los indicios sobre el consumo de cocaína abundan en las llamadas interceptadas por los jueces.

En una de ellas, Gianpaolo Tarantini, el empresario de 34 años amigo de Berlusconi investigado por corrupción en el sector sanitario y por inducción a la prostitución, promete a una chica "una noche de sexo y droga". En otras llamadas, Tarantini habla de cientos de invitados a una "fiesta blanca", y cita el nombre de Nick. Según la fiscalía, se trata del camello de la gente bien de Puglia. Hay también conversaciones entre Tarantini y Berlusconi; todavía no han trascendido las frases, pero Il Corriere della Sera afirma: "Hablan de chicas y fiestas en tono bromista y alegre".

En unas llamadas se habla de una "fiesta blanca", y se cita el alias de un 'camello'
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El ex secretario de Tarantini, Alessandro Mannarini, de 34 años, investigado por posesión de estupefacientes, pasó el verano de 2008 con su jefe en una villa cercana a la de Berlusconi en Cerdeña que costaba 100.000 euros mensuales. Pagaba Tarantini. Los fiscales creen que llevaba chicas a fiestas VIP con objeto de medrar en la vida.

Para estupor de los investigadores, el asistente de Tarantini confirma que tenía acceso libre a Villa Certosa. Mannarini confirmó ayer a Il Corriere della Sera que visitó la casa en agosto de 2008 junto a su jefe y un nutrido grupo de prostitutas y velinas. El primer ministro ofreció una cena para 60 personas.

Mannarini cuenta que entraron en la residencia de Estado sin pasar un solo control de seguridad. "Hice un vídeo y saqué fotos con el móvil".

La frase confirma de nuevo la eventualidad más temida por el entorno del primer ministro: que otras personas -sobre todo chicas, porque eran siempre mayoría- tengan fotos o grabaciones similares. Patrizia d'Addario, la prostituta de 42 años que llevó el caso a los jueces, depositó ayer en la fiscalía seis grabaciones de audio, tras dejar un vídeo y otras cintas. Su amiga Manila Gorio, transexual, de 27 años, y presentadora del programa de la televisión regional La Masseria (así se llaman las casas típicas allí), confirmó a La Repubblica la versión de Patrizia y afirmó que ella también fue invitada a formar parte de la lista electoral La Puglia prima di tutto (Puglia antes que nada) del ministro Raffaele Fitto. Rechazó la oferta.

En una entrevista a su revista Chi, Berlusconi acusa a Patrizia d'Addario de haber "recibido un encargo muy preciso y bien pagado" para atacarle. "No hay nada en mi vida privada de lo que me deba excusar", afirma el primer ministro. "Nunca he pagado por una mujer".

Silvio Berlusconi (a la derecha) con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Roma.
Silvio Berlusconi (a la derecha) con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Roma.AFP

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