Los sindicatos alertan del "caos" en la producción del Audi Q3 en Martorell
La producción del Audi Q3, que arrancó en la fábrica de Seat de Martorell en verano, está resultando "caótica" y ha provocado una "crisis sin precedentes en la estructura del mando de producción que ha provocado cambios y ceses", además de generar un "inmerecido descrédito sobre la capacidad de la plantilla para un lanzamiento" como este. Así lo afirman los tres sindicatos del comité de empresa, UGT, CC OO y CGT, en una carta que han enviado al presidente de Seat, James Muir y al vicepresidente de Recursos Humanos, Joseph Schelshorn, en la que les expresan su "decepción y malestar por la estrategia y resultados del lanzamiento".
Los problemas en la producción del modelo todocamino de Audi están detrás, aseguran varios representantes sindicales, de cambios y relevos en la dirección de producción que se han llevado a cabo desde octubre, como el del responsable de Calidad, Jordi Cabañero, o el vicepresidente de Producción, Wolfram Thomas, una figura respetadísima en Martorell. En ambos casos han sido sustituidos por profesionales del grupo Volkswagen llegados de Alemania, Frank Schreier y Andreas Tostman, respectivamente.
Seat comunicó ayer otro relevo: el del director de la fábrica de Martorell, Juan Ramon Rodríguez, a quien sustituirá el ingeniero alemán Stefan Loth. Rodríguez pasará a ser responsable de la producción de Seat en el exterior, un puesto de nueva creación. Las mismas fuentes atribuyen los problemas del Q3 a la recolocación de otros cargos, como los gerentes de producción de chapistería, de montaje o del taller 10, veteranos en Martorell.
Un portavoz de la filial del Grupo Volkswagen respondió ayer que hay que enmarcar la carta de los sindicatos en el contexto de la actual negociación del convenio; desmintió que la situación en Martorell sea de "caos" y aseguró que hay los problemas habituales de cualquier lanzamiento; y recordó que no se ha producido ningún cese, sino rotación de cargos en el seno del grupo.
Las dificultades en el lanzamiento del Q3 están obligando a repasar sábados y domingos entre 300 y 400 coches: un 20% de la producción semanal, indica el presidente del comité de empresa, Matías Carnero. Son unidades a las que les puede faltar una pieza que no ha llegado; que pueden tener un problema electrónico, o que no han pasado el control de calidad. El lanzamiento del Q3 ha supuesto el desembarco en el taller 9 de Martorell de "unos 200" profesionales alemanes de Audi, explica Carnero. En la carta, los tres sindicatos "constatan" que "los niveles de calidad exigidos para el Audi Q3 han sido superiores a los exigidos en Alemania". "Hay mucha presión de los alemanes", alerta Carnero. "Está todo el mundo asustado, hay muy mal rollo", asegura otro sindicalista.
En su carta, del 7 de noviembre, el comité da cuenta de otro obstáculo, los proveedores, y recuerda que "la decisión de qué proveedores surten las piezas para este modelo ha sido responsabilidad de la dirección de Audi". Los sindicatos reprochan además no haber contado con "plantilla antigua" de Seat en el lanzamiento del Q3 y haber utilizado sobre todo, a los 700 nuevos empleados, formados y contratados para fabricar el nuevo modelo.
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