El mercado exige a Berlín más intereses que a Londres
La desconfianza en el euro penaliza a la deuda alemana
La deuda alemana a largo plazo vivió ayer un mal día por segunda jornada consecutiva. Los intereses que los inversores exigen a los bonos alemanes a 10 años superaron a los de la deuda de Reino Unido, algo que no ha ocurrido casi nunca desde el nacimiento del euro. Salvo por unos días de 2009, hay que remontarse a 2000 para encontrar un momento en que los mercados exigiesen más intereses a Berlín que a Londres.
El tipo de referencia de la deuda alemana a 10 años se situó en el 2,19%, frente al 2,16% de la británica. El miércoles, la rentabilidad exigida a la deuda alemana experimentó su mayor subida en un solo día de la era euro tras la baja demanda registrada en una subasta de bonos a 10 años.
Las interpretaciones a la baja demanda en la subasta y a esa penalización a la deuda alemana son variadas. En Alemania muchos aducen que lo que se castiga es el temor a que Berlín tenga que hacer frente de algún modo a la carga de sus compañeros de viaje en el euro (vía rescates o eurobonos). Fuera, muchos creen que lo que se penaliza es el miedo a que si el euro se hunde, si fracasa como proyecto por la actual crisis, tampoco Berlín quedará a salvo y comparan a Alemania como un pasajero de primera clase del Titanic.
En los mercados, la impresión es que muchos inversores no europeos están vendiendo de forma indiscriminada activos en euros y eso golpea a Alemania. Como resguardo a largo plazo, los inversores prefieren bonos de otros países de fuera de la moneda europea. En todo caso, Alemania sigue siendo un refugio a corto plazo, hasta el punto de que sus títulos de deuda a tres y seis meses tienen tipos de interés negativos: los inversores pagan por prestar a Alemania.
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