Las hipotecas cierran el trimestre con el peor dato en dos décadas

Este año será recordado como el anus horribilis del sector inmobiliario, peor aún que ese ya lejano 2008 en el que empresarios y trabajadores se dieron cuenta de que la crisis iba en serio. Todo el año ha sido malo, pero el tercer trimestre amenaza con convertirse en el peor, a la espera de lo que ocurra en la última parte del año. Entre julio y agosto, se constituyeron menos de 90.000 hipotecas sobre viviendas, la peor cifra que recoge la estadística del INE, que inicia su serie en 1995. Otra cifra para el libro Guinness: las menos de 85.000 compraventas que se cerraron en el trimestre constituyen la cifra más baja desde 2005, cuando el Colegio de Registradores empezó a llevar la cuenta.

Las subrogaciones caen porque las entidades no quieren préstamos ajenos

El INE lleva más de 15 años analizando las hipotecas que se conceden mes a mes. Frente a las más de 300.00 que se cerraban en los trimestres dorados de 2006, ahora han caído a 89.562, cifra incluso inferior a la de la crisis de los años noventa y que supone un desplome del 44% respecto al mismo periodo del año anterior.

Los datos de septiembre sirven para confirmar lo que ya se sabía: que la retirada de los estímulos fiscales -aumento del IVA a mediados del año pasado y supresión de la desgravación fiscal por compra de vivienda- han funcionado como si le quitaran las muletas a un enfermo convaleciente. Es cierto que las hipotecas sobre vivienda suman cerca de un año y medio de caídas, pero si a mediados del año pasado los descensos eran mínimos, desde el pasado marzo rondan el 40%.

Hay más datos relevantes en la estadística hecha pública ayer. Por primera vez desde que comenzara la nueva serie en 2003, los bancos suscribieron en septiembre más préstamos que las cajas de ahorros. Estas entidades, con una situación aún más complicada que la del resto del sector financiero, es cada vez más reacia a agrandar su cartera de préstamos relacionados con el ladrillo. Además, las subrogaciones caen un 60%, hasta una cifra mínima de 2.309 operaciones. Esto se debe a que, ante el aumento de la morosidad y los riesgos que se vislumbran en el futuro próximo, las entidades no quieren hacerse cargo de hipotecas ajenas.

La venta de vivienda cayó en el tercer trimestre un 31,9% según los registradores de la propiedad, que atribuyen el desplome a que la mala situación económica -problemas del sector financiero y alto desempleo- no ha compensado la reducción de precios ni los bajos tipos de interés.