Un exejecutivo de Novacaixagalicia renuncia a parte de la indemnización

La presión arrecia para que los exejecutivos de Novacaixagalicia devuelvan al menos una parte de sus indemnizaciones multimillonarias. Con suerte desigual: José Luis Pego, el exdirector de la entidad que fue nacionalizada en septiembre, no ha cedido a las demandas del banco para que reintegre parte de su indemnización, que junto al plan de pensiones (que cobrará cuando se jubile) suma 18,5 millones de euros, según confesó él mismo a Faro de Vigo. En cambio, el ex director adjunto, Javier García de Paredes, anunció ayer que renunciará a la mayor parte de los más de cinco millones que cobró.

Las negociaciones se centran ahora en Pego, cuya jubilación es mucho mayor de lo que se pensaba. De esos 18,5 millones, 7,7 millones los habría percibido por prejubilarse con 54 años, aunque otras fuentes apuntan a que esa cantidad es superior. Cuando cumpla los 65 tendrá derecho a percibir otros 3,9 millones de un seguro y 6,9 del plan de pensiones. Su salario anual en el lustro que dirigió la caja ascendía a 627.000 euros.

Aprovechando la enorme escandalera que ha surgido en relación a las indemnizaciones de los exdirectivos, el presidente del banco en que se ha convertido la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, José María Castellano, inició la semana pasada una negociación para que tanto Pego como García de Paredes devolviesen parte de su prejubilación. El primero se mostró dispuesto a ceder, pero condicionó el acuerdo a que la medida se extendiese a todos sus excompañeros con contrato de alta dirección, y a que el dinero se destinase a la obra social.

Castellano le presionó con un pacto al que ha llegado con Javier García de Paredes, que se embolsó 5,3 millones tras renunciar a 4,7 millones antes de que estallase el escándalo. Si la primera vez le pareció "excesiva", De Paredes estaría ahora dispuesto a rebajar por segunda vez la cifra, según fuentes de la entidad de ahorros. De momento es el único: el resto de exejecutivos, que se embolsaron varios millones, no han dado señales de aceptar esa rebaja.

El banco, además de un lavado de cara, necesita urgentemente más capital. "Esto no se acaba aquí, Castellano seguirá intentándolo", aseguraban ayer fuentes próximas a la entidad gallega. Las indemnizaciones fueron aprobadas de tapadillo en agosto. En un escueto punto del orden del día, los consejeros de Novacaixagalicia fueron informados de la existencia de varios contratos de alta dirección (los mencionados y otros dos) cuya rescisión daba lugar a ciertos pagos que no se especificaron. En el último párrafo se dotaba "una provisión para el eventual ejercicio de esos derechos", sin detalle de la cuantía. En esa frase viajaban los casi 25 millones de euros de las prejubilaciones.