La banca urge a las fusiones de cajas para no lastrar el sistema financiero

Quedan tres meses y medio para que se termine el plazo dado por Bruselas para que las entidades pidan dinero al fondo de rescate y nadie lo ha solicitado. Ha pasado un año y medio desde el estallido de la crisis, con la caída de Lehman Brothers, y no hay más de siete cajas -de las 44- implicadas en fusiones. El Banco de España ha alertado de que el retraso gangrena la situación, pero no ha infundido temor. Las cajas piden menos control político y cambios legales, y los bancos, fusiones inmediatas. Pero lo cierto es que, por una u otra razón, nadie mueve ficha.

Ayer, la patronal bancaria, la Asociación Española de Banca, AEB, elevó el tono de las críticas con acusaciones contundentes. Miguel Martín, presidente de la AEB, dijo: "Hay un exceso de capacidad que se centra en las entidades menos fiables. ¿Quién es el responsable de reestructurar el sistema? Los gestores de cada entidad son los máximos responsables", enfatizó. En su opinión, "no es aceptable que digan que no lo hacen porque no cuentan con los instrumentos necesarios o porque las comunidades autónomas no facilitan las fusiones. No hay que buscar excusas", resaltó.

La AEB cree que el crédito no crecerá hasta que el sector se reestructure

Las cajas dicen que el ataque se debe a que los bancos pierden cuota

Martín, durante su intervención en unas jornadas de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la consultora Deloitte, pidió que el dinero público sólo se utilice para mejorar la salud del sistema financiero, no para problemas particulares. "El sistema no mejorará mientras haya entidades inviables y hay que actuar para que se reestructuren. De lo contrario, no habrá crédito y no se recuperará la economía ni el conjunto de las entidades", añadió.

Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Santander, y Ángel Ron, presidente del Popular, coincidieron al 100% en esta línea de argumentación. Estos directivos pidieron que las entidades "débiles" no sigan operando, ni que se "salve" a ninguna sin que se fusione con otra, es decir, desaparezca, paguen sus gestores y cierre oficinas.

Fuentes bancarias comentarias ayer que en los mercados internacionales no se distingue entre cajas y bancos. Así, con cada informe negativo sobre las cajas, los inversores desconfían de todo el sistema financiero español. Según estas fuentes, el perjuicio se refleja en una caída de la cotización, la carestía de la financiación cuando hacen emisiones y en que se han convertido en el foco de la prensa internacional, que ha olvidado problemas más graves de los bancos británicos, alemanes u holandeses, para centrarse en los españoles.

Martín concluyó su conferencia pidiendo a las cajas que revisen su modelo. "Las autoridades van a exigir capital de más calidad y las cajas no tienen acceso a él. Deben revisar su modelo. Creo que las cajas tienen futuro, pero si llevan adelante su reconversión", sentenció el ex subgobernador del Banco del España.

Sáenz consideró "imprescindible la reestructuración; que se haga bien, es decir, se saneen los balances y se reduzca la capacidad instalada". Ron, sin mencionar explícitamente a las cajas, pidió que se reestructuren "las entidades menos solventes y con modelos de negocio menos recurrentes".

Para Sáenz, se deberían permitir las quiebras "ordenadas" de entidades sin que cueste nada al contribuyente, y consideró que si el ahorro de costes no se combina con el saneamiento de los balances no será posible que la economía "vuelva a la normalidad y al crecimiento".

Las cajas coinciden en que es urgente que se cierren los procesos abiertos de fusiones, pero para ello creen imprescindible que "se flexibilicen las condiciones de las Comunidades Autónomas para que se consolide el sistema", según José Antonio Olavarrieta, director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En contra de lo dicho por Martín, sí considera que los impedimentos autonómicos y legales (reforma de lo normativa contable y fiscal) son trabas que justifican el retraso.

Olavarrieta dijo que él nunca hablará de bancos y negó que la falta de fusiones paralice la economía. "Estamos dando más créditos que los bancos, así que no sé por qué dicen eso", respondió. Fuentes de las cajas comentaron ayer que los ataques se deben a que están perdiendo cuota de mercado. También consideran que se están difundiendo afirmaciones falsas, "como que no hay capital suficiente en las cajas. Hemos pedido más poderes para el Banco de España, para que se imponga sobre las Comunidades Autónomas, pero no se ha movido nada".

Según Olavarrieta, "es urgente finalizar los procesos de fusión" de las cajas de ahorros porque el 30 de junio es el límite del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). El directivo de la CECA apuntó además que no tiene constancia de que haya en España entidades que no sean viables. Por otra parte, destacó la necesidad de flexibilizar los instrumentos de captación de capital ante el incremento de las exigencias.

El presidente de Unicaja, Braulio Medel, defendió las fusiones entre entidades de la misma región, tal y como ha hecho esta caja al integrarse con Caja Sur y Caja Jaén. Rechazó que exista una crisis en el sistema o en las cajas, aunque admitió que hay entidades que necesitan "una cura", y otras, "un tratamiento preventivo".