El Santander ganará 500 millones menos por las provisiones del 'ladrillo'
El banco refuerza el balance porque cree que 2011 será un año complicado - No logrará repetir el beneficio de 2009 pero mantendrá el dividendo
Los inversores y los mercados no están para ajustes finos. Con una Bolsa deprimida, el Santander intuía que si reforzaba su balance con provisiones, a costa de incumplir el objetivo de beneficio anunciado, no lo pagaría con un severo castigo. Y no se equivocó. El mayor banco de la zona euro anunció ayer que había optado por la cautela, y que en 2010 ganaría 500 millones menos de lo que dijo en la junta de accionistas de junio pasado. Entonces anunció que repetiría el beneficio de 2009, unos 8.500 millones. Las acciones del Santander, tras vivir fuertes caídas al comienzo de la sesión, cerraron con un descenso del 0,36% frente a una subida del Ibex 35 del 0,5%.
La nueva circular del Banco de España en materia de provisiones supone un impacto negativo de 472 millones. Sin embargo, el nuevo calendario de dotaciones para insolvencias por inmuebles adquiridos o adjudicados permitían al Santander liberar 725 millones. Pero la entidad cree que 2011 será un mal año para el ladrillo y ha hecho hucha. En lugar de compensar una cantidad con la otra, y tener superávit, ha dejado la dotación para inmuebles como estaba y ha cargado los 472 millones contra beneficios. Esta cantidad es la que no llegará a los resultados de 2010, cifra que con otros ajustes se situará en 500 millones.
El beneficio hasta septiembre es de 6.080 millones, un 9,8% menos
España, con peor situación, se ha compensado con Brasil y Reino Unido
Hasta ahora, las grandes entidades han optado por dividir el impacto de la nueva circular entre las provisiones (la mayor parte) y, en menor medida, los beneficios. Para 2011, el Santander espera una "caída de los ingresos y subida de las provisiones en España, que pueden compensar con descensos en otros países", según el vicepresidente y consejero delegado, Alfredo Sáenz. Esta previsión es la que le ha hecho optar por la prudencia, comentó el número dos de la entidad. El Santander afirmó que tiene provisiones genéricas (las que no corresponden a deudores concretos) hasta la mitad del año que viene. Sin embargo, esperaban incrementarlas con plusvalías procedentes de ventas.
Pese a la caída de beneficio, el banco no recortará el dividendo con cargo al presente ejercicio, que sigue en 0,6 euros por acción, igual que el año pasado. No obstante, el Santander propondrá a los accionistas cobrar una parte de la retribución en títulos y no en metálico. Así, reducirá el desembolso en metálico para que lo repartido en dividendos no supere el 50% del beneficio.
Hasta septiembre, la entidad presidida por Emilio Botín ha ganado 6.080 millones, un 9,8% menos. El beneficio por acción cayó más, un 11,3%, debido al mayor número de títulos en el mercado. Para 2011, la entidad se ha comprometido con el mercado a no realizar ni ampliaciones de capital, ni compras de bancos y a elevar el ratio de capital de máxima categoría (core capital), del 8,5% al 9%.
La morosidad del grupo subió hasta el 3,42% frente al 3,03% de hace un año. En España la situación es peor, ya que la morosidad está en el 3,88% con una cobertura del 65%. La cobertura para los créditos dudosos del grupo está en el 75%.
El banco ha compensado los peores resultados en España con los mayores ingresos en América Latina (Brasil, sobre todo), y Reino Unido. Sáenz matizó las declaraciones del presidente, Emilio Botín, hace unos días y dijo que España supone el 24,5% del beneficio del grupo y no el 17%, como había apuntado el número uno de la entidad.
También discrepó de Botín en cuanto a la necesidad de acelerar las fusiones de cajas. "Creo que hay que ser positivo y no tener impaciencia. Han cambiado muchas cosas en las cajas y ahora hay que esperar a que se ejecuten las operaciones", explicó el consejero delegado.
Preguntado por la percepción que tiene el mercado internacional sobre el Santander, Sáenz admitió que se juzga "con los parámetros de la deuda y de la prima de riesgo de España. Eso no nos beneficia", explicó. Preguntado por si habían pensado en trasladar la sede social a Londres, el ejecutivo respondió que "no es una opción realista y práctica".
Respecto a las reformas económicas, el consejero delegado del Santander dijo que ve al Gobierno "muy comprometido y seriamente determinado a llevar adelante los ajustes anunciados". Sin embargo, manifestó que "era difícil" que pudiera crecer el crédito en 2011 en España. "El PIB está cayendo y las empresas y familias están reduciendo deuda. Así es difícil que crezca el crédito", dijo. Respecto a la guerra del pasivo, admitió haber sido uno de los protagonistas, "aunque no el único" y no descartó volver al ataque, "en función de lo que haga el mercado".
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