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El Gobierno prevé la recuperación de empleo más lenta en tres décadas

Economía cree que hasta 2014 solo se generará la mitad de los puestos de trabajo perdidos - La crisis tocó fondo en el primer trimestre, según los expertos

Alejandro Bolaños

El incendio se originó en los mercados financieros y se propagó luego a las cuentas públicas. Pero, en España, la Gran Recesión ha acabado siendo, sobre todo, una crisis laboral mayúscula. Son tres años de destrucción de puestos de trabajo que tardarán en cicatrizar. Las dificultades que tendrá la economía española para volver al nivel de empleo previo a la crisis se perciben incluso en el último cuadro de previsiones del Gobierno. Según el pronóstico oficial, publicado hace dos semanas, en 2014 no se habrá generado ni la mitad del empleo perdido. Será, como poco, la recuperación más lenta de las tres últimas décadas.

La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, que se divulgará este viernes, trazará la frontera entre lo peor de la crisis y el inicio de una débil recuperación. "Marcará el mínimo de ocupación de la crisis, con una tasa de paro que superará el 21%", vaticina María Jesús Fernández, del gabinete de coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). "Las afiliaciones a la Seguridad Social entre enero y marzo anticipan que en el primer trimestre se perdieron unos 200.000 empleos más", corrobora Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

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Las analistas coinciden en que, entre abril y septiembre, el empleo se beneficiará de una cierta mejora estacional, al calor de la temporada turística. Y anticipan que en el cuarto trimestre, aflorará la recuperación, aunque sea débil, con mejores datos que en el mismo periodo de 2010. De ser así, la próxima EPA permitirá hacer un primer balance del descalabro: desde el tercer trimestre de 2007, cuando el mercado laboral alcanzó su último máximo (20,5 millones de empleos), hay 2,3 millones de empleados menos. Y la tasa de paro, si los vaticinios se cumplen, ha pasado del 8% al 21% de la población activa.

Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ningún país avanzado ha experimentado, ni de lejos, un incremento de la tasa de paro de esta magnitud (ver gráfico). Y será la evolución de la población activa, variable muy difícil de anticipar, la que dictaminará si en el primer trimestre se alcanzaron los cinco millones de parados, tras llegar a 4,7 millones de al cierre de 2010.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha insistido en los últimos días en que no se llegará a esa cifra. Pero, sean o no cinco millones de parados, lo relevante a partir de ahora es como de rápido va la economía española a reducir el desempleo. Y, según las cuentas del propio Ministerio de Economía, más optimistas que las de los analistas privados, la digestión será muy lenta.

El escenario macroeconómico del Gobierno apunta a una generación de empleo exigua este año -un incremento del 0,2%, frente al ligero retroceso que pronostican los analistas y el Banco de España-. Y a variaciones interanuales muy modestas en 2012 (1,4%), 2013 (1,5%) y 2014 (1,7%). El resultado es que la creación de empleo en los próximos cuatro años no compensará ni la mitad de lo que se perdió en la crisis.

Las estimaciones de Economía se hacen a partir de los empleos equivalentes a tiempo completo, una medición que deriva de la contabilidad nacional: registra puestos de trabajo (una persona con dos trabajos cuenta por dos) y presenta los datos en jornadas completas (los trabajos a tiempo parcial se suman).

El resultado es algo distinto del de la EPA (en la crisis se perdieron 1,7 millones de empleos equivalentes a tiempo completo por 2,3 millones de ocupados). Pero esta serie estadística no solo denota que, si se cumple el pronóstico del Gobierno, antes de 2015 no se habrá recuperado ni la mitad del empleo destruido. También que el ritmo de la recuperación será mucho menor que en la crisis de los años noventa del siglo pasado. Entonces, se recuperó el nivel de empleo previo a la crisis (1991) en apenas cinco años.

En la segunda mitad de los ochenta, la recuperación también marchó a mejor ritmo que lo que pronostica ahora el Gobierno, aunque se salía de una crisis mucho más prolongada y, a la postre, mayor: se perdió más empleo (un 13% con relación al nivel máximo, frente al 10% ahora) y durante más tiempo (entre 1975 y 1985).

"Más de la mitad del empleo destruido en estos tres años corresponde a la construcción. La recolocación de esos trabajadores en otros sectores no es fácil y eso pesará en la recuperación", argumenta María Jesús Fernández. "El crecimiento económico que anticipa el Gobierno se basa en las exportaciones y en la inversión en bienes de equipo, actividades que tiran poco del empleo", señala Sara Baliña.

Otro mito caído en EE UU

La 'triple A' con la que las agencias de calificación acreditan la solvencia de las cuentas públicas estadounidenses no es el único mito que se tambalea. A Estados Unidos, el país que mejor se recuperaba en la historia económica reciente de las crisis laborales, la Gran Recesión se le ha atragantado.

No solo es que EE UU esté en el quinteto de países avanzados, donde más ha aumentado la tasa de paro en puntos porcentuales, junto a otros nombres ilustres de la crisis, como Irlanda, Islandia y Grecia. Es también el país industrializado donde más ha crecido el desempleo de larga duración (aquí por encima incluso de España). Y en las últimas cuatro décadas, nunca fue tan baja la probabilidad de que un parado estadounidense encuentre empleo el mes que viene.

La comisión de especialistas (NBER en sus siglas inglesas) que definen cuando empieza y acaba una recesión en EE UU ha concluido ya que ésta es la peor desde la Segunda Guerra Mundial, tanto por el empleo perdido (más del 6%), como por la lentitud de la recuperación (ni un 1% en un año).

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