Alemania abandona el buscador europeo Quaero
El Gobierno de Merkel discrepaba del diseño que defendía Francia
El Gobierno alemán ha decidido abandonar el proyecto Quaero, anunciado a bombo y platillo como la alternativa europea a Google. Los alemanes discrepaban del diseño básico del buscador, así que Francia buscará financiación comunitaria para seguir desarrollando en solitario el multimillonario proyecto, que fue anunciado en abril de 2005 por Jacques Chirac y Gerhard Schröder.
La noticia fue publicada ayer por el diario International Herald Tribune, que aseguraba que el compromiso alemán con Quaero se había tambaleado ya después de que Gerhard Schröder perdiera las elecciones alemanas frente a Angela Merkel, en septiembre de 2005. El nuevo Gobierno no hizo nunca público su apoyo a la idea franco-germana, y la decisión oficial de abandonarlo fue anunciada por miembros del Gobierno de Merkel en un congreso de tecnología, el pasado 21 de diciembre.
En esa conferencia, Hartmut Schauert, secretario de Estado del Ministerio de Economía, anunciaba que Alemania había decidido abandonar Quaero para centrarse en un proyecto de buscador nacional llamado Theseus. El martes, fuentes del ministerio confirmaron la noticia, aunque se negaron a explicar las razones concretas del abandono alemán. Tampoco lo han hecho las empresas germanas que originalmente participaban en Quaero (como Thomson y Bertelsmann), pero el diario cita fuentes internas para explicar que la fuente del conflicto es que los franceses querían desarrollar un buscador muy sofisticado -que incluyera audio, vídeo y otra información multimedia-, mientras que los alemanes preferían una versión más simple y basada en texto. El diario asegura también que, en Alemania, había cierta resistencia a la idea de que un proyecto de esta envergadura fuera liderado y financiado por las arcas públicas.
Jacques Chirac y Gerhard Schröder -presidente de Francia y ex canciller de Alemania, respectivamente- impulsaron esta iniciativa en abril de 2005. La noticia dio la vuelta al mundo. La idea era acabar con el dominio estadounidense en el mundo de las búsquedas en Internet, ya que más del 95% del mercado europeo lo controla tres empresas americanas (Google, Yahoo! y Microsoft). Los dos dirigentes consideraban que ese dominio era un desafío a la cultura e identidad europeas, ya que el primer filtro de entrada en la Red de los internautas está controlado por compañías estadounidenses.
Poco más se ha sabido de Quaero, que en latín significa "yo busco". Alemania y Francia habían asegurado inicialmente que se disponían a invertir entre 1.000 y 2.000 millones de euros en cinco años para desarrollar el buscador. Los Gobiernos implicaron a compañías como France Télécom, Deutche Telecom, Bertelsmann, Thomson y Siemens, y a la Agencia Europea para la Innovación Industrial. Pero, en privado, las compañías se mostraban escépticas con el proyecto, y los expertos en Internet criticaron a ambos líderes por considerar que una iniciativa realmente seria para desafiar a Google tendría que partir de una iniciativa tecnológica y empresarial, y no política.
Alemania se centrará ahora en desarrollar Theseus, mientras que Francia seguirá con Quaero. Sin embargo, la pérdida de los fondos alemanes suponen un duro golpe para los franceses que, según International Herald Tribune, podrían buscar financiación alternativa en la Unión Europea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.