"La gente no recuerda ni el nombre de la número uno actual"
Entrevista a Arantxa Sánchez Vicario, directora del Barcelona Ladies Open y ex número uno del mundo
Ex número uno del mundo en individuales y dobles y campeona tres veces en Roland Garros y otra en el Open de Estados Unidos, Arantxa Sánchez Vicario fue una de las mejores jugadoras en la década de los noventa. Fue una luchadora, que tuvo que competir con algunas de las grandes leyendas de la historia del tenis femenino, como Steffi Graf, Martina Navratilova, Monica Seles, Martina Hingis, las hermanas Williams y Conchita Martínez. Ahora, a los 39 años, la mejor jugadora de la historia del tenis español dirige el torneo Barcelona Ladies Open que se disputa esta semana en el Centre Municipal del Valle de Hebrón. Un torneo dotado con 220.000 dólares que es el mayor que se celebra en España y cuenta con algunas de las 20 primeras jugadoras del mundo.
"Hay más potencia que en mi época, pero falta la variedad que había entonces y la consistencia de las primeras del ranking"
"Para mí, la mejor de la historia es Graf y el referente Navratilova; me llena de orgullo haberlas ganado a las dos"
Pregunta. Su vida ha cambiado sustancialmente.
Respuesta. Usted mismo puede verlo [señala a su hija Arantxa, que está jugando con una gran pelota de tenis y una raqueta]. Estamos las dos aquí. Ella vio la raqueta la cogió y la arrastra por aquí, aunque es más grande que ella. Le encanta jugar con pelotas.
P. ¿Qué significa para usted ser directora de este torneo?
R. Me hace feliz. Es una forma de devolverle al tenis algo de lo mucho que me ha dado y una manera de apoyar el tenis femenino. Entré en el circuito profesional gracias a una wild card -invitación- que me ofrecieron en un torneo que se disputaba en Barcelona y que luego murió. Con este torneo que iniciamos en 2003 retomamos aquel hilo y recuperamos la alta competición femenina en España. Fue también una manera de estar involucrada en el mundo del tenis, porque tenía claro que no quería entrenar ni jugar. Mi vida ahora es mi familia y mi hija. Pero no quería desvincularme del tenis. Y el reto es consolidar este torneo y hacerlo cada año más grande.
P. ¿Cómo ayuda a las jugadoras españolas el Ladies Open?
R. Ayuda mucho. Tenemos muy claro que todos los wild cards son para las jugadoras españolas. Y las que no pueden entrar, saben que tienen una oportunidad. Y eso es fundamental para que mantengan la motivación de seguir en el circuito.
P. Usted lo fue todo en el tenis femenino, número uno, campeona del Grand Slam, medallas olímpicas, cinco copas Federación. ¿Qué recuerda de todo aquello cuando echa la vista atrás?
R. Me causa felicidad porque logré todos mis objetivos: 29 títulos, 70 de dobles, otros tantos de mixtos, cuatro medallas olímpicas y número uno de individuales y dobles. Pero con lo que más me quedo es con el cariño del público y con el respeto de todo el mundo. Y la prueba más evidente de ello es que todavía ahora la gente me sigue dando este reconocimiento.
P. ¿Le costó decir adiós en 2002?
R. Es lo más difícil. Tenía 30 años, era muy joven pero algunas lesiones me estaban impidiendo dar lo mejor de mí misma. Por eso decidí marcharme. Preferí hacerlo cuando estaba arriba. Y estoy segura de que fue el momento adecuado.
P. Y desde entonces no ha vuelto a coger una raqueta.
R. Desde que jugué los JJOO de Atenas en 2004, donde jugué los dobles, no he vuelto a cogerla. Acabé mentalmente y físicamente saturada. Necesitaba un descanso, hacer cosas nuevas, todo aquello que no pude hacer durante mi carrera. Me tomé un año sabático, comencé a hacer otros deportes como montar a caballo, ir en bici, correr. Pero mi hija ocupa la mayor parte de mi tiempo. Mi vida ha cambiado, pero sigue adelante aunque no esté ya en la competición. Y es igual de bonita.
P. Hay muchos deportistas que temen el adiós porque piensan que después de aquello no hay nada.
R. Es verdad. Pero no es cierto. En mi vida ha habido diversas etapas que he intentado vivir a tope. Ha habido momentos mejores y peores. Pero puedo sentirme satisfecha porque conseguí mis objetivos deportivos y ahora los logro en mi vida personal. ¿Qué más puedo pedir?
P. ¿Cómo ve ahora el tenis femenino?
R. Es distinto al de nuestra época. No hay jugadoras con carisma y con personalidad como entonces. En mi etapa había ocho o 10 jugadoras que siempre mantenían una rivalidad extrema. Y para ser número uno, o ganabas un Grand Slam o dos o no llegabas. Ahora todo es mucho más abierto. Puedes ser número uno sin ser campeona de un grande. Hay mucha más potencia en el juego, pero falta la variedad. La gente sigue recordando a las más veteranas. Si preguntas a la gente, les vienen a la cabeza los nombres de las hermanas Williams, o de Clijsters y Henin, que han regresado al circuito, o Henin. Y no saben decirte el nombre de la número uno.
P. ¿Está todo abierto porque hay menos calidad o porque el nivel medio ha subido mucho?
R. No hay la consistencia que había en mi época. Antes una número uno era la clara favorita a ganarlo todo y las demás estábamos luchando para superarla en algún torneo. Ahora, cada semana gana un torneo una jugadora distinta y no hay esa regularidad indispensable que hacía el tenis más atractivo.
P. ¿Le gusta más el tenis actual o el de los años noventa?
R. Prefiero el tenis de mi generación, porque había mucha más variedad, tenistas con juegos distintos, con mentalidades más fuertes, más carácter. Conviví con tres generaciones y todo fue evolucionando. Tuve que irme adaptando. Igual que ahora. Si saltara ahora a una pista debería jugar de una forma mucho más física y con más potencia que antaño.
P. ¿Cuál es la mejor de la historia para usted?
R. Martina Navratilova ha sido siempre el referente. Pero si miras las estadísticas, la que más semanas ha sido número uno ha sido Steffi Graf. Por tanto, para mí la mejor es Graf. Y lo que me llena de orgullo es haberme enfrentado a ellas y haberlas derrotado en partidos épicos y haber sido número uno cuando ellas estaban en plenitud.
P. ¿Cómo ve al tenis español?
R. Impresionante. Los chicos lo ganan todo. Nadal es un fenómeno, un número uno dentro y fuera de las pistas. Un tenista que marca la historia y que, con su trayectoria, puede incluso superar los récords de Federer. Nadie le puede parar. Me gusta su carácter, su garra, su forma de jugar. Y los demás: David Ferrer, un gladiador que ha topado con él y que ganaría muchos más torneos si no estuviera Rafa; Almagro, Verdasco, Robredo, Feliciano. Da gusto.
P. ¿Y el femenino?
R. Es difícil. Todo lo que hacen se compara con lo que hicimos Conchita y yo misma. No lo tienen fácil. Pero necesitan todo nuestro apoyo y desde este torneo intentamos dárselo.
P. ¿Está consolidado el Barcelona Ladies Open?
R. Es difícil. Pero estamos luchando para eso y para hacerlo más grande. Nosotros tenemos constancia. Lo que nos falta es la ayuda de algunos patrocinadores que nos apoyen como el Ayuntamiento de Barcelona y aquellas empresas que ya lo hacen.
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