Rebelión en la AFE

En un hecho sin precedentes, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) votó ayer, a un mes de que se celebren sus primeras elecciones, en contra de la gestión de su junta directiva en el ejercicio de 2009. Fue el punto culminante de una reunión marcada por la tensión y que se alargó cuatro horas. La decisión de Luis Rubiales, candidato a la presidencia de la entidad fundada hace 31 años y que desde hace 22 gobierna, sin oposición hasta ahora, Gerardo González Movilla, fue percibida como un terremoto ante la costumbre de aprobarlo todo por unanimidad. La sociedad se fracturó por los 6,8 millones de euros que le debe la federación (FEF).

"No estamos de acuerdo con este presupuesto porque presentáis un patrimonio neto de cinco millones cuando, en realidad, semejante deuda debería estar provisionada. De esa manera, la AFE está en quiebra con dos millones de déficit", expuso Pedro Largo, mano derecha de Rubiales. "¡Habéis tumbado las cuentas!", replicó Imanol Ibarrondo, uno de los vocales, al cabecilla de la revuelta que encabeza el ex futbolista del Levante, que contó con los votos de los 1.451 afiliados -sólo fueron validados 682 con el pretexto de que muchos de los firmantes no incluían su número de socio- que le delegaron su confianza y su voto. "Habéis votado contra vuestros propios actos", les echó en cara Movilla.

Enrocada desde ese momento, la junta directiva negó a sus oponentes que sí pudieran aprobar las becas de estudio, las ayudas para gastos de abogados y las subvenciones para la escuela de fútbol y los veteranos. "Si se vota en contra de los presupuestos, se vota en contra de todo", zanjó Movilla. "No somos contrarios a las ayudas. No nos parece que le déis la vuelta a la tortilla para que parezcamos los malos de la película", insistieron los contrarios en una reunión en la que se habló muchas veces de la "transparencia", pero no se permitió el acceso a los medios de comunicación -quienes entraron tuvieron que camuflarse entre los asistentes-.

La bronca entre las dos partes aumentó de tono cuando Rubiales volvió a reclamar el censo de la AFE para poder explicar su proyecto a los 6.000 afiliados, de los que la mitad ya están retirados. Después de meses de peticiones Movilla les negó la posibilidad de acuerdo con un documento remitido por la Agencia Española de Protección de Datos el pasado noviembre que recomienda no desvelar los integrantes de una sociedad "con fines electorales".

"¿Y por qué nos lo decís ahora y no lo habéis hecho antes? ¿Acaso vosotros, que lleváis en el poder tantos años, no habéis aprovechado la información en vuestro beneficio?", fue la respuesta de Rubiales, que, entre otras medidas, propone un sistema de avales para garantizar la hucha de los clubes, actualizar el convenio de Segunda B y regular la Tercera. "También reformaremos los estatutos para evitar que nosotros o el que sea se perpetúe en el poder. De no conseguirlo en el plazo de un año, presentaríamos nuestra dimisión", resumió.

Unas propuestas públicas desde hace meses y que Movilla hizo suyas lanzando un órdago: "Si gano y antes del 24 de mayo no he aumentado el fondo de garantía de Segunda B de 300.000 euros a un millón [la deuda en la categoría en julio fue de 4,2 millones], no han cobrado los futbolistas de esa categoría que bajaron por impagos o no he logrado un calendario para que la FEF pague lo que nos debe, presentaré mi dimisión irrevocable". "Su programa no tiene nada nuevo. Es un plagio del nuestro", apostilló Rubiales.