Cultura de resistencia

En ocho palabras, la cultura tenística de un país. En una frase, el origen de dos victorias (Rafael Nadal y Nicolás Almagro) tan sufridas como una derrota (Fernando Verdasco) en la primera ronda del Abierto de Australia.

"Hay que agarrarse como un león al partido", dice Almagro, el número diez, para explicar una jornada que volvió a coronar a los españoles como los mejores sufridores del mundo. Cuando ya se había desvanecido un espectador (32 grados), remontó el murciano su duelo (1-6, 7-5, 6-3 y 7-5 al polaco Kubot). Cuando ya el miedo le había agarrado el corazón, proponiéndole la retirada por el dolor en el tendón cuadricipital de la rodilla derecha, venció (6-4, 6-1 y 6-1) Nadal al estadounidense Kuznetsov. Y cuando ya estaba todo perdido, mareado y dolorido, allí seguía Fernando Verdasco, finalmente eliminado por el australiano Tomic (4-6, 6-7, 6-4, 6-2 y 7-5, su derrota más temprana en un grande sobre cemento desde 2004).

Nadal gana con una rodilla vendada y Verdasco cae tras más de cuatro horas

¿Cómo explicar esa capacidad de aguante? ¿Cómo entender que España tenga cuatro tenistas entre los diez que más partidos ganan en la quinta manga, que mide la resistencia mental y física? ¿Cómo comprender que haya dos entre los diez que más duelos remontan?

"Porque cuando desarrollas tu juego en tierra, como ocurre en España, eso te da más capacidad de sufrimiento, te lleva a elaborar más los puntos y a adaptarte mejor a las diferentes condiciones de juego", argumenta Feliciano López tras deshacerse por 7-6, 6-2 y 7-6 del argentino Mayer. "La mentalidad española, por eso, es diferente a la de otros países, por el calor, por la tierra y por el sistema de enseñanza", sigue. "Aquí, en Melbourne, las condiciones de juego están muy complicadas. Hace mucho calor. El viento es terrible. Eso iguala los partidos... pero los españoles estamos acostumbrados a esas condiciones, más que otros europeos, y esa mentalidad de sufrimiento es la que ha ayudado a que se consigan los últimos éxitos".

En dobles sesiones de mañana y tarde, Almagro, por ejemplo, acumuló una media de 6h30m de entrenamientos en pretemporada. Es probable que en la elite haya tenistas que se entrenen más horas. Es dudoso, sin embargo, que lo hagan en un entorno tan competitivo, duro en temperaturas y agotador en las maneras. Igual que Almagro se entrena con Juan Carlos Ferrero, un exnúmero uno, y Guillermo García López, un extop25, a cada tenista español le rodean rivales del mismo alto nivel en los entrenamientos: hay 10 entre los 50 mejores del mundo. Igual que Almagro creció curtiéndose en los Futures de la costa mediterránea, donde hierve la arena bajo el sol, sus compañeros se cocieron en la misma mili. Igual que Almagro se crió en la arcilla, sus compatriotas nacieron sufriendo para ganar un punto, porque sobre tierra la pelota siempre vuelve, y eso les hizo duros.

Hoy eso tiene sus frutos. Verdasco, que sumó muchísmos errores no forzados (83) y estuvo errático con el saque (15 aces y 11 dobles faltas) se exprimió hasta el último suspiro: "Si no me hubiera dolido el estómago...", dijo tras 4h11m de duelo. Puesto ante una ecografía y una resonancia, Nadal compitió tras tomarse unos antiinflamatorios. "El domingo sentí un dolor increíble", admitió. "Si doblaba la pierna un centímetro no lo podía soportar. Fue una tarde muy dura. Me vi fuera. Es lo más raro que me ha pasado en mi vida".

Resultados. Primera jornada. Hombres. T. Berdych (R. Ch.)-A. Ramos, 7-5, 4-6, 6-2 y 6-3. P. Riba-A. Montañés, 7-6, 2-6, 6-4 y 7-6. Mujeres. A. Medina-E. Birnerova (Rus.), 6-3 y 6-3. F. Schiavone (It.)-L. Pous, 6-1 y 6-3. Programa. Hombres. N. Djokovic (Ser.)-P. Lorenzi (It.). A. Murray (R. U.)-R. Harrison (EEUU). R. Machado (Por)-D. Ferrer. Mujeres. S. Williams (EEUU)-T. Paszek (Aut.)