La bellota cansina
Cuando se estrenó Ice age, cinta de animación producida por Fox en el año 2002, una parte de la crítica se puso de acuerdo al afirmar que Carlos Saldanha y Chris Wedge, directores del evento, habían asimilado de manera casi impecable la semilla impuesta poco antes por Pixar para la formación de una nueva (y dorada) era de los dibujos animados. Siete años después, sin embargo, Pixar parece seguir en la vanguardia, huyendo del estereotipo, buscando nuevos territorios y fijándose cada vez más en las esencias del cine mudo (Wall-E y Up, que llegarán el 30 de julio, son una muestra), mientras Fox se ha quedado estancada en su propio producto. Ice age 3: El origen de los dinosaurios es un más de lo mismo, pero peor, una historia atrancada en el mejor de los descubrimientos de la película original: una ardilla en perpetua persecución de una bellota que, a fuerza de reiteraciones, casi ha perdido la gracia.
ICE AGE 3: EL ORIGEN DE LOS DINOSAURIOS
Dirección: Carlos Saldanha. Género: animación infantil. EE UU, 2009. Duración: 94 minutos.
Razonablemente eficaz si se ve por partes, pero farragosa y confusa en su concepto general, Ice age 3 tiene unas intenciones dramáticas poco claras. Cierto que el entramado argumental de la segunda entrega, basado en el mito del éxodo, era calcado al de la primera (en principio se huía de la congelación del planeta, en busca de un recóndito lugar sin hielo, y más tarde se escapaba de la descongelación para no morir sepultados por el agua), pero al menos había un objetivo. En esta tercera parte, en cambio, cuesta encontrar un sentido a las andanzas de los personajes. De modo que habrá que agarrarse a la única gran aportación de esta nueva entrega: una comadreja tuerta, remedo del capitán Ahab de Moby Dick, de gran comicidad y exquisita altura dramática.
Babelia
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