_
_
_
_
CÁMARA OCULTA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Indignados con la Academia

En la página www.indignados.org hay unas cuatro mil firmas protestando porque la Academia de Cine pretende marginar a los cortos en la entrega de los premios Goya. Y aún más: discuten el sistema de selección de dichos cortos, los plazos para presentarlos, la duración que se les exige... En definitiva, se ha armado la marimorena, y la Academia no tendrá más remedio que renunciar a sus pretensiones. Como se sabe, éstas eran (y siguen siendo) las de premiar a los cortos en una ceremonia paralela. Según los directivos de la Academia, la razón es que son precisamente los cortos los que alargan la velada, habitualmente interminable. A partir de ahora, señores y señoras, la ceremonia de los Goya va a ser por fin breve: fuera cortos. Sí podremos seguir disfrutando de otros premios como, por ejemplo, el de mejor jefatura de producción, materia que ni los propios académicos pueden discernir con facilidad y que al común de los mortales nos trae al fresco, aunque quien lo gane tenga todos los méritos para ello. Y no es el único.

A partir de ahora, señores y señoras, la gala de los Goya va a ser por fin breve

Con afán de acortar la gala, el año pasado se repartieron de una tacada los premios relativos a cortos de ficción, animación y documental, deprisa, deprisa, como si molestaran. Sin embargo, cuando toca premiar a algún director novel, no queda más remedio que evocar que años atrás obtuvo algún Goya por un corto, o que resultó nominado a los Oscar, o cualquier precedente que llene de orgullo patrio a la propia Academia. Recientemente, el cortometrajista Alejandro Berdejo fue noticia por haber saltado a Hollywood desde el corto. "Quizá debería llamarse Academia del largometraje español, en vez de Academia del cine español", dicen los mensajes por Internet. ¿Qué polémica organiza este año la Academia? ¿No hay ya a diario bastante controversia sobre el cine español?

La pasada semana, sin ir más lejos, los exhibidores pidieron al Gobierno que ponga fin a la crisis de las salas de cine. Arguyen una vez más que el cine europeo, y especialmente el español, arruina sus taquillas: "El cine español ha muerto. Su muerte la preveíamos hace muchos años". Lo curioso es que este comentario fuera escrito ya en 1931 por Rafael Gil, que luego sería prolífico director de cine. ¡Hace más de 75 años! Ya por entonces se auguraba el rechinar de dientes de la cinematografía española... pero mire usted por dónde el cine español sigue vivo, cortos incluidos. La equivocada frase de Rafael Gil ha sido rescatada ahora por tres inteligentes críticos cinematográficos (Juan Zavala, Castro-Villacañas y Antonio Martínez, los del programa de radio Lo que yo te diga), que acaban de publicar un libro ameno y serio, El cine español contado con sencillez, donde a base de hacerse y responderse ellos mismos unas 80 preguntas dan cuenta del devenir de nuestro cine desde sus orígenes hasta hoy. Merece la pena tenerlo. Lo mismo que ver los cortos que la Academia está a punto de marginar. No lo harán. Rectificarán.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_