La joya del ateneo

La porta dels lectors, un mural pintado por Frederic Amat en 2007 con figuras blancas sobre un fondo azul, recibe a los visitantes de la biblioteca del Ateneo Barcelonés tras subir por la escalera modernista de mármol o en el ascensor de madera, uno de los primeros instalados en la ciudad, diseñado por el arquitecto Josep M. Jujol. El contraste impresiona, pero simboliza los cambios que ha vivido en los últimos años esta institución centenaria de Ciutat Vella, de club elitista y rancio a centro cultural abierto a la ciudad con cientos de actividades, cursos y talleres para socios y no socios (todo el mundo puede serlo pagando 22 euros al mes). Y este cambio se ha visto acompañado por reformas en el edificio de la calle de Canuda, sobre todo en su biblioteca -considerada por muchos, entre las privadas, la más importante de Cataluña-, que ha sido restaurada completamente y cuyos fondos se han reorganizado. Hoy se inaugura con la idea de que sea "la biblioteca antigua más moderna de Cataluña", según sus responsables.

Durante los trabajos apareció una pintura desconocida de El Vigatà

Los trabajos comenzaron en 2006 dentro del plan estratégico impulsado por el arquitecto Oriol Bohigas y su junta tras las elecciones de 2003, con la finalidad de preservar el rico patrimonio de la biblioteca y ofrecer unas prestaciones adaptadas a las tecnologías del siglo XXI. En la primera fase se trabajó en el llamado "ámbito Jujol", salas de lectura que reformó este arquitecto en 1906, cuando el ateneo se trasladó a este palacio del siglo XVIII que había sido propiedad del barón de Savassona. En julio de 2007 se inauguró la primera fase, que devolvió el protagonismo a la decoración modernista de Jujol y a los magníficos techos pintados por Francesc Pla, El Vigatà, el último gran pintor barroco catalán.

La segunda fase se ha centrado en el otro lado del patio, en el "ámbito Canuda", y es la que se inaugura hoy. Aquí la intervención es más evidente. Las paredes del gran salón se han pintado de un intenso verde oscuro y las siempre actuales lámparas Tolomeo y las butacas Torres-Clavé conviven con las lámparas modernistas, el mobiliario original y los retratos de antiguos presidentes del ateneo. Durante los trabajos apareció en el techo una pintura desconocida de El Vigatà, que ahora puede verse libre del escudo que la escondía, y varios óleos del mismo pintor tapados por las estanterías. Esta nueva zona será una sala polivalente que ofrecerá las últimas adquisiciones (del orden de 3.000 libros al año), la prensa (se reciben más de 40 periódicos y 140 revistas) y las novedades tecnológicas que se incorporen, mientras que el "ámbito Jujol" quedará como lugar de estudio e investigación, sumando 144 puntos de lectura.

Esta reforma, que ha sido reconocida con el Premio FAD 2008 de interiorismo, ha sido posible gracias al Ministerio de Cultura, la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, que han aportado los 3,5 millones de euros que ha costado.

De forma paralela a las obras se ha revisado el fondo bibliográfico, formado por 300.000 documentos, 1.800 títulos de revistas históricas, 800 manuscritos (antes sólo se conocían 52) y 4.000 libros antiguos. Para la inauguración de hoy está previsto, a las 19.00 horas, un "paseo por las letras ateneístas": lecturas de textos de miembros del ateneo, como Guimerà, Maragall, De Sagarra y Rodoreda, entre otros.