Dos exámenes para ver lo mismo
Cataluña obtiene mejores resultados que Madrid en su evaluación tras la primaria
Los madrileños salieron al recreo preguntándose para qué servía un pluviómetro. A la misma hora, en un colegio catalán a otros chicos casi les salía humo de calcular el porcentaje de descuento si se compran cuatro entradas y se pagan sólo tres. El 6 de mayo 53.000 estudiantes madrileños y 62.000 catalanes de 6º de primaria (11 y 12 años) se enfrentaron a la prueba de conocimientos y destrezas indispensables (CDI) con la que ambas comunidades autónomas miden si sus alumnos están preparados para el salto a secundaria. Es un examen obligatorio que no puntúa. Cataluña dio sus resultados en junio. El 24,2 % de los alumnos no llegan al nivel mínimo requerido en matemáticas. En castellano, suspendió el 27,4%. La media de aprobados asciende al 75%. Madrid hizo públicas las notas el martes pasado. El 65% ha pasado la prueba. Suspendió el 27,4% en lengua y el 41% en matemáticas. ¿Significa que los catalanes están mejor preparados? ¿Son comparables los resultados?
La prueba catalana es más atractiva pero más fácil, según un profesor
Otro considera que ambos modelos son demasiado sencillos para medir el nivel
"Ni siquiera se pueden comparar dos exámenes de distintos profesores porque uno puede hacer preguntas más fáciles o puntuar diferente", señala Vicente Ponsoda, profesor de Psicometría de la Universidad Autónoma de Madrid. "Las pruebas se deben elaborar de forma coordinada para poder equipararlas". No es el caso. Cada comunidad diseña su modelo. Coinciden en evaluar la lengua y las matemáticas. Poco más.
En Madrid, la lengua se evalúa con un dictado, una lectura (este año sobre los 400 años del telescopio) con cinco preguntas sobre el texto y temas de cultura general. En Cataluña, la prueba de castellano empezó con un texto de las aventuras de Ulises con 11 preguntas con opciones sobre lo leído, como: "El texto dice: para regresar a Ítaca... ¿Cuál de estas palabras significa regresar? a. Ingresar, b. devolver, c. volver y d. restituir". La prueba reproduce un gráfico con fotos de Harry Potter y 13 preguntas sobre el joven mago. La última, una redacción sobre sus vacaciones. Y se enfrentaron a un examen de matemáticas con dibujos, gráficos y ejemplos más cercanos a su vida cotidiana.
"La prueba de Cataluña es más motivadora", destaca María José Navas, profesora del Departamento de Metodología de Ciencias de Comportamiento de la UNED, que examinó exhaustivamente ambos exámenes. Entre los puntos fuertes de Madrid destaca el dictado.
Francisco Salmerón, con 26 años de docencia a sus espaldas, es director de la escuela pública Joan Sallarés i Pla, de Sabadell. Ha comparado las pruebas de lengua castellana. Puntúa mejor a Madrid a la hora de determinar los conocimientos que tienen los alumnos y su competencia lingüística, pero considera que el nivel de ambos exámenes es bajo. Cuando se le pide que cuantifique qué nota de 0 a 10 debería sacar al menos un alumno para entrar con buen nivel en secundaria, pide un 8 para los madrileños y un 7 a los catalanes. Respecto a la prueba de Madrid, opina: "No contempla la producción escrita libre. Más que examinar a futuros alumnos de ESO, parece evaluar a jugadores de Trivial".
Otro profesor madrileño, que imparte clases en un centro público de San Sebastián de los Reyes, revisó la prueba de matemáticas. Opina que la de Madrid es "demasiado clásica y poco atractiva", y plantea problemas "difíciles de comprender". La de Cataluña, "con una estética mucho más apetecible", tiene "un grado de dificultad demasiado bajo", pero con contenidos "mucho más cercanos a los alumnos".
Cataluña es nueva en la prueba. Madrid lleva cinco cursos enfrentándose a ella. En este tiempo, han surgido muchas voces contrarias al examen (sindicatos, asociaciones de padres y de profesores). Sobre todo critican que en 2005 y el año pasado se publicaron los resultados pormenorizados por centros y se establecieron rankings entre colegios públicos, privados y concertados. La Comunidad de Madrid dará otra vez los datos en otoño. "Nuestra queja fundamental es que la comunidad ofrezca la información que permite hacer clasificaciones sin tener en cuenta otros aspectos, como los alumnos con necesidades especiales", critica Amancio Esteban, secretario de la Asociación de Directores de Primaria de Madrid y director del colegio público Seis de Diciembre, de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Madrid y Cataluña dejan fuera del cómputo a ese tipo de alumno. Para Esteban no es suficiente. "No les puntúan, pero tampoco tienen en cuenta que están en las clases y que afectan al ritmo escolar", asegura. Más allá de eso, el director considera que la prueba es "positiva y valora cuestiones elementales", y pone como ejemplo la evolución de sus alumnos en ortografía. La media en el dictado fue de un 8. Y han superado la nota de la Comunidad de Madrid. Con sus propios medios, eso sí. "Las mejoras las consigue cada centro, no hay ninguna ayuda de la Administración", concluye.
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