Trias se hace con la victoria y CiU consolida su ciclo triunfante
La federación vence al PSC por primera vez en unas elecciones municipales
Euforia desatada en el hotel Majestic, sede de la noche electoral de Convergència i Unió (CiU). La federación nacionalista culminó ayer su ciclo triunfante logrando ayer por primera vez la victoria en Barcelona. Tras 32 años de hegemonía socialista, Xavier Trias alcanzó el éxito al tercer intento. El nacionalista ganó cómodamente los comicios logrando 15 concejales, con una diferencia de cuatro ediles respecto al actual alcalde, el socialista Jordi Hereu.
La victoria de Trias, pese a que holgada, le deja lejos de la mayoría absoluta que auguraban los sondeos hace un año. Aunque el objetivo está logrado: será alcalde, con una diferencia suficiente como para encarar con comodidad los posibles pactos poselectorales. Durante la campaña, Trias ha reiterado que su deseo es gobernar en solitario. Ayer el nacionalista no habló de pactos. Visiblemente emocionado y eufórico, confesó que había cumplido un sueño. "Me siento muy feliz. Ha sido complicado, y muy emocionante", destacó. Trias aseguró que quiere gobernar "con todos y para todos", y que su prioridad como alcalde será salir de la crisis. "Hoy Barcelona empieza una nueva etapa, en la que quiero que todo el mundo se sienta protagonista", sostuvo. CiU tendrá por primera vez la alcaldía de Barcelona y el Gobierno de la Generalitat. Trias prometió al presidente Artur Mas que será "exigente, pero extraordinariamente leal".
Los nacionalistas tienen opciones de mandar en las cuatro diputaciones
El éxtasis se desató entre la militancia de CiU a medida que avanzaba la noche. A la victoria de Trias en Barcelona le acompañó otro triunfo histórico: el de Carles Puigdemont en Girona, que consiguió tumbar la hegemonía socialista en esta ciudad. Dos guindas para el mejor resultado de la historia para CiU en unos comicios locales. Por primera vez, los nacionalistas superaron al PSC en porcentaje de votos globales, gracias sobre todo a la debacle de los socialistas. El cómputo de diputados provinciales le da a CiU la Diputación de Girona y Lleida, y puede gobernar en la de Barcelona y Tarragona si pacta con el PP. "Son unos resultados espectaculares", proclamó un eufórico Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió. "Es ampliamente positivo", abundó Mas, que destacó el resultado frente a la campaña "demagógica" del resto de partidos, que han atacado los recortes de la Generalitat.
El tijeretazo de Mas tuvo poca trascendencia en las urnas: con los resultados de ayer, la federación nacionalista amplía su número de concejales hasta los 3.848. Pese a que CiU se quedó atrás en Lleida y Tarragona, venció en la mayoría de capitales de comarca. La federación nacionalista ganó en municipios donde nunca antes lo había hecho, como Molins de Rei y Reus. Recupera alcaldías que había perdido, como Manresa y Salt. Y consolida sus posiciones en otras ciudades, destacando la mayoría absoluta lograda en Figueres y en Tortosa. Duran resumió: "Estamos muy felices. La noche es redonda para CiU".
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