Barcelona se somete a examen para seguir albergando el Congreso Mundial de Móviles

Barcelona despierta hoy con los hoteles llenos y los restaurantes y comercios expectantes ante la que debe ser una de sus mejores semanas. La capital catalana acoge desde hoy y hasta el jueves el Congreso Mundial del Móvil, que arrastra a más de 55.000 profesionales del sector y le aporta 225 millones de euros.

La ciudad tiene callo organizando el congreso, que ya ha puesto a prueba sus costuras en seis ocasiones. Sin embargo, esta vez Barcelona celebra la feria bajo la lupa de los organizadores mundiales, que en junio decidirán si sigue en la capital catalana a partir de 2013 o se va a Milán, París o Múnich. La ciudad que gane esa batalla será la capital de la industria del móvil.

La bolsa del Mobile, una mochila negra, es la marca del asistente al congreso. El paseo de Gràcia hervía ayer con profesionales que se paseaban y copaban las mesas de bares y restaurantes. En la plaza de Espanya, los visitantes ya acudían a acreditarse y a explorar el que durante cuatro jornadas será su territorio.Las cifras que manejan los encargados del evento marean. El servicio de prensa, por ejemplo, atenderá a más de 2.400 periodistas de todo el mundo. En el montaje de la feria han participado 6.000 personas, que ahora cruzan los dedos para que ningún detalle estropee meses de trabajo. Los ejecutivos y profesionales del móvil toman la ciudad. Algunos llegan en autobús. Otros en limusina. Y 148 lo harán en avión privado.

Los congresistas empezaron a llegar ayer a la ciudad. Una de las cosas que hacen esta feria más importante para la ciudad organizadora que cualquier otra es el caché de los asistentes. Por una parte, los gurús y los genios, cuyas declaraciones dan la vuelta al mundo. Por otra, los ejecutivos y empresarios. No solo del mundo del móvil: igual que en un teléfono cada vez convergen más aplicaciones (fotos, vídeos, juegos...) en la capital mundial del móvil cada vez hay más sectores representados, desde ingenieros y empresas de GPS, imagen o cristales líquidos para pantallas a blogueros, twitteros y adictos a la creación de videojuegos. Eso sí, nadie va solo de paseo: la entrada más barata cuesta más de 600 euros. Y va subiendo, según el número de conferencias y de zonas a las que se quiera tener acceso. Hasta 55.000 personas han adquirido un pase.

Para dar cobijo a todos esos profesionales hay en total 21.000 plazas hoteleras reservadas por la organización. Las compró todas la agencia de viajes oficial de Mobile World Congress para poder, así, pactar con el sector hotelero un precio adecuado. Quienes compran la acreditación oficial para disfrutar de la feria pueden optar también a un hotel de la organización: 352 euros para los hoteles de cinco estrellas (se han reservado 4.000 habitaciones); 246 euros para los de cuatro estrellas (hay pactadas 11.300 habitaciones), y 195 euros para los de tres (3.500 habitaciones).

En el recinto ferial de Montjuïc les esperan más de 1.300 expositores. Empresas del mundo del móvil, la ingeniería, el desarrollo de programas... Ocupan en total más de 58.000 metros cuadrados, con 13 pabellones al completo y algunas estructuras montadas fuera. Además de hacer negocios y contactos, la feria del móvil es una concentración de nuevas ideas, formación superespecializada y un termómetro de tendencias.

Las jornadas en la feria son largas. Por eso Gastrofira (área de Fira de Barcelona dedicada a la restauración) ha preparado también la despensa y el personal. Esperan servir más de 30.000 cafés. Se han contratado temporalmente para reforzar el servicio 200 cocineros, 600 camareros y 600 azafatas.

Cuatro años de ferias del móvil dan en Barcelona para muchas anécdotas. El primer año, la falta de taxis protagonizó muchas iras. En esta edición, de nuevo, probablemente se formarán colas, porque la oferta será la habitual: en la ciudad hay cerca de 10.480 taxis y 12.800 conductores de taxi con licencia (algunos de los cuales trabajan para otros taxistas como asalariados mientras el titular de la licencia descansa). El Ayuntamiento de Barcelona les ha avisado del evento y de la necesidad de desplazamiento que habrá estos días en la ciudad.

Se ha preparado un espacio especial en Montjuïc para las limusinas de los visitantes que lleguen en estos vehículos, que por sus dimensiones no siempre son fáciles de aparcar. En total, 330 mossos d'Esquadra velarán por la seguridad del congreso y reforzarán su presencia en todos los puntos turísticos de la ciudad.

Los asistentes más destacados no harán escalas estos días para venir a Barcelona ni tendrán que esperar colas de embarques: según asegura AENA, hay previstos 148 vuelos privados -73 de llegada y 75 de salida- la semana que viene en Barcelona, el doble que en una semana normal. En total, el volumen de usuarios se incrementará en un 30%, por lo que ya ayer reforzó el personal que destina a gestionar la afluencia de gente en las paradas de taxi.

Y como no solo de trabajo viven los ejecutivos, cuando la jornada acaba, muchos asistentes tienen fiestas programadas (la mayoría de ellas, también con temática tecnológica). El plato fuerte de la organización central es la entrega de premios del Mobile World Congress el martes, que amenizará la cantante británica Duffy. Además de los programas oficiales, restaurantes y hoteles tienen salas reservadas para cenas y cócteles privados. Sólo para los asistentes selectos, los que viajan en limusina y avión privado.