La policía encuentra restos de una mujer y un niño en Almonaster
Los cuerpos llevan enterrados 18 años y el dueño de la finca está desaparecido
La calma de Almonaster la Real (Huelva), un pueblo de 2.000 habitantes ubicado en el corazón de la Sierra de Aracena, se ha visto alterada desde que la Policía Científica de Sevilla hallara el pasado jueves los restos de una mujer y de un menor enterrados en el interior de un hoyo en una huerta del término municipal.
El descubrimiento está envuelto en misterio. La mujer y el niño llevaban enterrados unos 18 años, según fuentes del caso. El propietario de la finca, un hombre de origen boliviano, hace años que no reside allí. Nadie sabe de su paradero. La finca está abandonada y el paso del tiempo ha hecho que los vecinos no recuerden con claridad si estaba casado y si tenía mujer e hijos. "Ese señor boliviano es el último propietario de la finca. Conozco a vecinos que trataron con él para la venta de las tierras. Dicen que se enamoró de los alcornocales que posee la huerta", afirmó Eugenio Vázquez, un industrial de 64 años, dueño de una finca colindante.
Los agentes llevan dos meses investigando el caso
La parcela está ubicada entre el municipio y la aldea de Calabazares, en el paraje de Vereda, una zona conocida como la Huerta del Cura. "Son tierras que pertenecieron en su día a la Iglesia y que, en la época de la desamortización, se fueron enajenando a particulares", explicó Eugenio Vázquez.
El acceso, conocido como el antiguo Camino Real de Sevilla, es impracticable, cargado de arboleda y pequeños arroyos que lo cruzan. La finca posee cuatro poderosos alcornoques. A los pies de uno de ellos se ubica el pozo de más de metro y medio de longitud donde fueron supuestamente enterrados con capas de piedra y tierra los cuerpos de la mujer y el menor.
Junto al agujero, ahora acordonado por la Policía Científica, había una bicicleta de niño. La finca está abandonada y rodeada de montañas y de vegetación. La casa de aperos está derruida y no hay cultivos recientes.
El dueño del restaurante Casa García, ubicado a la entrada del pueblo, desconocía lo ocurrido. "Hace unos días, un agente de la Policía Científica me dijo que el pueblo se haría notar porque habían hallado algo importante", explicó. Ayer atendía a los periodistas que llegaron al municipio para conocer la enigmática historia. Al parecer, según fuentes del caso, la desaparición de una madre y de su hijo, naturales de Sevilla, fue denunciada hace 18 años.
La Policía Científica lleva investigando unos dos meses el caso. Las pesquisas están ahora en manos del Juzgado de Instrucción número tres de Huelva, que ha decretado el secreto de sumario.
Hace dos meses que los vecinos notaron el trasiego de agentes en el municipio. "Me extrañó ver a gente de la policía por aquí. Ahora ya sabemos el porqué", afirmó un vecino de la aldea de Calabazar que ayer se dirigía a una finca próxima a Huerta del Cura. "Aquí nos conocemos todos, este pueblo es muy pequeño y, si ese hombre ha hecho lo que dicen que ha cometido, con esa sangre fría, matar y enterrar los cuerpos de una madre y su hijo, debería pagar por lo que ha hecho", sentenció. "Nos ha sobrecogido a todos, no nos esperábamos algo así en un pueblo tan tranquilo", indicó una vecina de Calabazar.
El alcalde de Almonaster la Real, Manuel Ángel Barroso, pidió ayer que se aclararan los hechos. "No tenía ni idea. Cuando los vecinos empezaron a decirme que por el municipio estaban agentes de la Policía Científica, me acerqué al lugar con la Policía Local y pregunté. Una agente me informó de que el caso estaba bajo secreto de sumario. Seguimos sin saber con certeza qué ha ocurrido más allá de que los hechos fueron denunciados hace unos 18 años y que los cadáveres no pertenecen a familias del pueblo", señaló. "Es un caso luctuoso y trágico y esperemos que se aclare cuanto antes", remarcó el alcalde.
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