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Rubalcaba recibe el apoyo total de los militantes del PSOE andaluz

"Quiero pasar a ser Alfredo", afirma en su primer acto como candidato - La reunión tuvo mucho de terapia y mensajes para recuperar la calle

En Sevilla y a puerta cerrada inició ayer Alfredo Pérez Rubalcaba su carrera para que los militantes del PSOE conozcan más cerca al que será su candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. "Para muchos soy Pérez Rubalcaba. Quiero pasar a ser Alfredo", dijo a los periodistas momentos antes de encerrarse con los militantes convocados en un salón de un hotel. A la llamada de la dirección socialista respondieron más de un millar de militantes, muchos más de los que han asistido a algunos mítines celebrados por el PSOE en Andalucía en la pasada campaña electoral. Después de algunos pinchazos, la ejecutiva quiso garantizar el lleno e invitó por correo electrónico a todos los militantes de Sevilla. En la puerta del recinto, un grupo de funcionarios de la Junta hizo oír sus protestas.

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Rubalcaba quiere aprovechar estos actos con los militantes para oír opiniones. "No vengo a hablar sino a escuchar", explicó y por ese motivo prefirió que los medios de comunicación no estuvieran presentes en lo que ha dado en llamar "coloquios", para que así los militantes hablen "con libertad". Antes de comenzar dio instrucciones con palabras suaves a los asistentes para que no retransmitieran a través de las redes sociales ni de los teléfonos móviles lo que allí se iba a hablar.

Rubalcaba venía a Andalucía para recibir la "fuerza del sur", de un partido cuya potencia se mide por sus resultados electorales. Hasta el domingo 22 de mayo. La organización con la que se encontró ayer Rubalcaba está muy deprimida por el mazazo que le ha supuesto perder unas elecciones en Andalucía. El 22-M fue la primera convocatoria electoral en la que la derecha superó en votos a los socialistas en esta comunidad, un hecho que hasta ahora, como solía decir el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, entraba en la categoría de milagro.

La repetición de un mal resultado en Andalucía es garantía de un grupo parlamentario socialista muy disminuido en el Congreso de los Diputados. Cuando se le preguntó qué vitamina iba a inyectar a la decaída tropa socialista, Rubalcaba comentó: "Espero que me animen a mí para sacar un nuevo proyecto. El ánimo sale de la reflexión y el trabajo para recuperar la confianza".

Rubalcaba confía en que cuando llegue septiembre y se celebre la conferencia política, el partido tenga más adrenalina y se elabore un programa electoral con una propuesta central: "Empleo, empleo y empleo".

El candidato dijo ayer no tener ninguna duda del apoyo del secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, en sus aspiraciones por suceder a Zapatero. Y dijo que lo sabía desde antes del comité federal. Aunque es cierto que Griñán desde hace tiempo tenía claro que iba a apostar por el vicepresidente, también coqueteó con Carme Chacón de la que dijo que escuchándola el PSOE tiene asegurada la sucesión. Eso se interpretó como una posición ambigua y los socialistas de Ferraz no están acostumbrados ni a perder aquí las elecciones ni a que desde San Vicente se envíen mensajes imprecisos. "Tengo absolutamente claro el apoyo de Griñán en su triple condición de presidente de la Junta, secretario general y como amigo", zanjó Pérez Rubalcaba.

La reunión tuvo mucho de terapia, según contaron algunos de los asistentes. Hubo alrededor de una quincena de intervenciones de dirigentes locales y de militantes de base, como la de una mujer de la agrupación de Torreblanca que confesó que sólo de pensar que "el PP cogía la Junta" se llevaría vomitando tres años.

El nuevo formato elegido para el acto -Rubalcaba y Griñán sentados en sillas altas y alrededor cuadros orgánicos y afiliados mezclados- invitaba más a la conversación que al mitin. Según varias fuentes, la mayoría de los discursos fueron mensajes hacia dónde debe ir el PSOE -educación, el movimiento 15-M, los ayuntamientos, el paro...- que en hablar de primarias y de otras cuitas internas. No obstante, Rubalcaba apostó por hacer una reflexión profunda de lo ocurrido. Según algunas fuentes, se metió a la gente en el bolsillo, y aunque advirtió que su proyecto es para ganar tampoco "pasaba nada" si no se conseguía.

El primero en intervenir fue el secretario de la agrupación socialista de Villaverde del Río quien lamentó que los "políticos se hayan convertido en el primer problema" e instó a "recuperar la calle".

Alfredo Pérez Rubalcaba yJosé Anotnio Griñán, ayer, en un momento del debate con los militantes del PSOE de Andalucía.
Alfredo Pérez Rubalcaba yJosé Anotnio Griñán, ayer, en un momento del debate con los militantes del PSOE de Andalucía.ALEJANDRO RUESGA

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