"La Junta nos ha engañado"

La página de Internet de Alcaucín (2.300 habitantes) afirma que el pueblo "presenta la típica fisonomía de los pueblos blancos intrincados de la Axarquía". Viendo el pueblo desde la carretera, el visitante puede pensar dos cosas, o que el webmaster copió la descripción de un libro de los años 50, o bien que se equivocó de localidad. Alcaucín se ha convertido en un puzzle urbanístico sin resolver. Por un lado, una zona de casas dispersas en el valle. A la entrada del pueblo, edificios de tres y cuatro plantas. En el paraje del Puente de Don Manuel, urbanizaciones semi-espontáneas. Sólo el núcleo urbano originario mantiene su carácter intrincado, aunque quizá no por muchos años, ya que la ambición del alcalde, José Manuel Martín Alba, del PSOE, es hacer del desorden urbanístico actual "un pueblo verdaderamente compacto".

Martín, albañil de profesión, ha ganado por mayoría absoluta las cinco últimas elecciones municipales. "Alcaucín tiene un diseminado muy extenso, 1.600 de los 2.300 habitantes vive en él. Así ha sido siempre. Muchas de las casas ya estaban hechas", asegura. Para él, el crecimiento del pueblo se debe a su "situación privilegiada" frente al pantano de la Viñuela.

A pesar del aspecto que ofrece hoy su pueblo, el alcalde se muestra partidario "de crecer ordenadamente alrededor del núcleo", pero no oculta su sueño: "Tenemos agua y una buena situación ¿Por qué conformarnos con 2.300 habitantes cuando podríamos tener 10.000?".

El regidor asegura sentirse "engañado" por la Junta con el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía. La recaudación municipal por licencias de obra ha caído de 3,5 millones de euros a 480.000 euros. "Estamos totalmente parados y habrá que recortar algunas cosillas".