El legado de la Casa de Alba
Carlos, el hijo mayor de la duquesa, heredará todo el patrimonio familiar
Hay dos leyendas que le acompañan desde hace muchos años y que hablan de su posición patrimonial e histórica. Dicen que podría cruzar España de norte a sur sin abandonar sus fincas y que tiene tantos títulos nobiliarios que hasta la mismísima reina Isabel de Inglaterra está por detrás de ella en cuestiones protocolarias. Exageradas o no, ambas leyendas acompañan a María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y de Silva, la XVIII duquesa de Alba, que es la actual jefa de la Casa de Alba y la tercera mujer que lleva el título por derecho propio.
Según los registros, Cayetana (de Alba) posee más títulos que ningún otro noble. Es cinco veces duquesa, 18 marquesa, 20 condesa, también es condesa-duquesa; a lo que hay que añadir 14 veces grande de España. Además, administra un enorme patrimonio que incluye fincas, palacios y una gran colección pictórica. Y por si todo esto fuera poco, la duquesa es uno de los personajes más mediáticos de la prensa por el carácter rebelde del que presume.
Cayetana se ha quejado en público de que sus hijos no le dejen casarse
A sus 82 años, y enferma de gravedad, Cayetana de Alba intenta vivir como siempre ha querido; a su aire, sin importarle el qué dirán. Eso le está costando más de un disgusto con sus hijos. El pasado miércoles, se hizo público que, según los informes médicos, sufre un progresivo deterioro de su salud. Una cuestión que abre muchos interrogantes.
La Casa de Alba es peculiar por sus normas. La duquesa, hija única de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, y María del Rosario de Silva y Gurtubay, XV duquesa de Aliaga y marquesa de San Vicente del Barco, tuvo una infancia algo triste, como ella ha confesado, ya que su madre murió cuando la niña tenía ocho años. Pero su vida dio un gran giro al marcharse a Londres,
donde pasó la Segunda Guerra Mundial. Su padre era allí el embajador de España. Esta proximidad con su progenitor le permitió acceder a mundos en los que las mujeres de su época no tenían cabida. Y la formación que recibió le ha ayudado a gestionar el patrimonio familiar, una vez en sus manos, patrimonio que ella pasará a su hijo mayor, Carlos. En la Casa de Alba el primogénito es el hereu, el encargado de velar para que los bienes familiares sigan a buen recaudo.
La duquesa tuvo seis hijos con Luis Martínez de Irujo: Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Pero será el duque de Huéscar, el mayor, quien disponga de todo cuando falte su madre.
Cayetana de Alba ha llevado sus asuntos de una manera muy personal. Escuchó los consejos de su primer marido y dejó hacer con plenos poderes a Jesús Aguirre.
La entrada de Aguirre en la familia Alba supuso un punto de inflexión en las relaciones entre madre e hijos, que vieron al segundo esposo de su madre como a un extraño. Pero Aguirre cuidó como suyo el patrimonio de los Alba. Tras su muerte, y aunque todo sigue en manos de Cayetana, su hijo mayor se está haciendo cargo poco a poco de la administración de la casa.
Carlos, Alfonso y Cayetano forman parte de un grupo que intenta estar cerca de las decisiones patrimoniales. Jacobo, Fernando y Eugenia, por el contrario, son partidarios de que su madre haga lo que quiera, tanto en cuestiones personales como en las que tienen que ver con los bienes de la familia.
El deseo de la duquesa de volverse a casar con Alfonso Díez-Carabantes, de 58 años, un funcionario aficionado a las antigüedades, provocó ciertos movimientos. Tres de los hijos, Carlos, Alfonso y Cayetano, se mostraron reticentes sobre el plan de boda de su madre, según aseguran fuentes próximas a la familia Alba. Desde entonces, las relaciones se han tensado. Ahora es más fácil ver a Cayetana de Alba con alguna de sus ex nueras o con su ex yerno Francisco Rivera que con sus hijos. "No quieren que me case, pero ellos cambian más de pareja que yo", declaró la propia duquesa a la revista ¡Hola! y reiteró a varias televisiones, después de que la Casa de Alba emitiera un comunicado indicando que no había proyecto de boda. Y es que cinco de sus seis hijos se han casado y los cinco se han divorciado.
Cayetana está arropada en los últimos años por sus amigos. Curro Romero y su esposa, Carmen Tello, son de los más fieles. Son los que se ocupan de ella en Sevilla, como cuando el pasado sábado, día 20, su vida corrió peligro por culpa de un mal trago de zumo de naranja.
Cayetana de Alba tiene una salud delicada. Pese a ello, se montará en su silla de ruedas y saldrá a la calle siempre que pueda. También hablará del último romance de sus hijos cuando le pongan un micrófono cerca. Y se quejará en privado de lo poco que ve a los suyos. Pero por encima de las tensiones familiares y de sus achaques, Cayetana quiere que la Casa de Alba que heredó de su padre pase a manos de Carlos, para que él conserve la esencia de uno de los grandes legados patrimoniales que existen en España.
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