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Crónica:me cago en mis viejos
Crónica
Texto informativo con interpretación

DÍA 27

ras la hora de la siesta, reunión en la cumbre, o sea, mis viejos y yo. El hombre invisible se queda en el cuarto, con el Cuaderno de Vacaciones Santillana, que lleva retrasado por mi culpa. Mis viejos quieren ponerme al tanto de la situación familiar, para que me implique, dice mi vieja. Estoy implicado, digo, y en esto noto que mi viejo tiene cara de cartón. Se ha fumado un peta, me digo, ha encontrado la bellota y se ha fumado un peta. Observo atentamente a mi vieja, por si también, pero no, está fuera, no se cosca. Mi vieja dice que van a prejubilar al viejo, que asiente con expresión beatífica desde cualquiera que sea el plano de la realidad en el que se encuentre, lo que implica un ejercicio de responsabilidad por parte de todos. Le pregunto si "todos" soy yo, y dice que sí, que "todos" soy yo, a lo que digo que no se raye porque todos nosotros (señalándome) podemos rebajar nuestras necesidades en un 30%, que es lo que parece que va a perder el viejo. La vieja se queda desconcertada y le dice al viejo que diga algo. Ya está todo dicho, dice él con una sonrisa beata que desconcierta a la vieja. ¿Y lo de la casa?, dice ella. ¿Lo de la casa?, dice él, pues nada, que no, que no la compramos. ¿Cómo que no la compramos?, dice ella. Pues que lo he visto claro y no, dice él, no vale la pena el sacrificio. Estoy de acuerdo, digo yo, comprándola la convertiríamos en un enemigo al que combatir. Mi viejo advierte en mis palabras la influencia de El discurso vacío y se queda acojonado. Yo advierto en él la influencia del has y me quedo acojonado. Los dos sabemos que sabemos, y eso resulta acojonante. Total, que mi vieja dice que bueno, que quizá convenga darle otra vuelta. O sea, que la reunión dura cinco minutos, lo que a lo primero parece frustrarla, aunque a lo segundo se repone y ataca con el tema de la selectividad. ¿Pero no me ves?, digo yo mostrando mi palidez, producto de las horas de estudio. Sí, hijo, sí, dice con pena. No aguanta un asalto.

Quieren ponerme al tanto de la situación familiar, para que me implique, dice mi vieja. Estoy implicado, digo
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EDUARDO ESTRADA

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