Alberto Datas, un referente de la generación atlántica
La obra del pintor coruñés ha reflejado su personalidad poliédrica
El pintor coruñés Alberto Datas falleció ayer en Madrid a los 72 años de edad. Su obra ha sido una referencia imprescindible para muchos artistas gallegos contemporáneos, especialmente a los que formaron la generación atlántica, que irrumpió con fuerza en el panorama artístico de la comunidad autónoma en los años ochenta y de la que forman parte artistas como Antón Lamazares o Francisco Leiro. Vivió en Galicia hasta 1956 cuando se trasladó a Madrid para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Más tarde completaría su formación en las academias de Roma y Venecia.
La abstracción orgánica de Kandinsky, la gestualidad de Jackson Pollock, la estética del feísmo heredada de Dubuffet o el gusto por el garabato aprendido del grupo Cobra son algunos de los rasgos que aparecen en los lienzos de grandes dimensiones habituales en la obra de Alberto Datas, que siempre se caracterizó por mostrar en sus obras una necesidad inherente por pintar. Su larga e intensa trayectoria pictórica confirma que el deseo de plasmar sus sueños y pensamientos sobre la tela fue la tarea a la que consagró su vida.
Datas formó parte de un mundo feísta en el que lo elemental, lo pobre y lo negativo se enriquece por la calidad de la representación. La estética que despiden sus cuadros se mueven entre el neorrealismo y la abstracción más absoluta, lo que convirtieron a sus obras en un reflejo de su personalidad poliédrica. Su paleta se caracterizaba por la sobriedad y los tonos oscuros. La trayectoria de Datas es la de un artista ajeno a modas que siempre huyó del encasillamiento y que no pertenece a ninguna generación ni grupo artístico determinado.
Pese a vivir durante gran parte de su vida en Madrid siempre estuvo vinculado a su Galicia natal, donde la noticia de su muerte ha sido recibida con sorpresa y gran pesar por los muchos amigos que conservaba en el mundo artístico de la comunidad autónoma. Aunque tenía problemas de salud desde hace años no se esperaba un desenlace fatal tan repentino. Hace dos días llamó a algunos de sus amigos gallegos para comentarles que la dolencia por la que había sido ingresado no tenía mayor importancia.
Sus obras han estado presentes en múltiples exposiciones colectivas celebradas en distintos museos de toda España. Los centros de arte gallegos acogieron con regularidad muestras sobre su obra. Una de las más importantes se celebró en la Casa da Parra de Santiago en el año 1991, mientras que el Centro Cultural Caixanova de Vigo realizó un recorrido por su evolución artística en una muestra celebrada hace cinco años.
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