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Feijóo privatiza los centros de día para ahorrar "burocracia y gastos"

El presidente alega que una ley del bipartito permite externalizar el servicio

Un discurso para la sanidad y otro, diametralmente opuesto, para los servicios sociales. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, había comprometido -desde el mismo debate de investidura- que la prestación de servicios, todo lo relacionado con la atención en hospitales y centros de salud, de su Gobierno siempre será pública. Otra cosa, vino a decir en sucesivas comparecencias y entrevistas, es la titularidad de los edificios sanitarios que podrá estar en manos de empresas para financiar la obra con capital privado de manera que se puedan agilizar los plazos. Una fórmula válida según el presidente gallego para simultanear la construcción de grandes hospitales en Vigo y Pontevedra. Como contraprestación, la adjudicataria podría asumir negocios paralelos como la cafetería, el aparcamiento, la seguridad del centro hospitalario, nunca el cuidado de los pacientes.

El portavoz del BNG esgrime 15.000 firmas en contra de la medida

Ésa era hasta ayer la doctrina Feijóo: diferenciar lo público y lo privado en función de cómo se prestaba ese servicio. Durante la sesión de control al Gobierno, en el Parlamento, el presidente echó ayer por tierra su propia teoría al avalar la privatización de 14 centros residencias para ancianos anunciada por la Consellería de Traballo e Benestar que dirige Beatriz Mato. La externalización del servicio en los 14 centros de día que dejó listos, aunque sin amueblar, el bipartito, es para Feijóo una forma de evitar "burocracia y gasto corriente", según explicó en su respuesta al portavoz nacionalista Carlos Aymerich.

"A ustedes les gusta la burocracia y el gasto corriente, a nosotros, la asistencia. Burocracia, no, asistencia sí", alegó Feijóo durante su turno. Con todo, el jefe del Ejecutivo, se resistió a llamar por su nombre a la gestión en régimen de concesión administrativa por un año prorrogable a cuatro, que el departamento de Traballo programa para las 14 residencias. "No es privatización porque las tarifas son públicas, la prestación es pública

[se refiere a que la responsable última es la Xunta], el control de la calidad es público y los responsables de los centros serán propuestos por la Administración", alegó. A continuación, Feijóo subrayó que la Lei de Servizos Sociais promulgada en tiempos del bipartito, admite la externalización. "Utilizamos el mismo sistema de concesión que hicieron ustedes", espetó a Aymerich Feijóo, quien puso como ejemplo el programa Xantar na casa, un servicio de comida a domicilio para 1.100 mayores que viven solos, subcontratado por la Vicepresidencia de Anxo Quintana a una empresa de catering. Luego presumió de haber incrementado en un 61% las plazas en residencias. Lo hizo a sabiendas de que esos centros de día eran herencia de sus antecesores puesto que las planificó, financió y dejó encargas el bipartito. Y eso fue exactamente lo que le reprochó el dirigente nacionalista, que no se quedó ahí. Aymerich acusó al actual gerente del Consorcio de invitar a los alcaldes -de todo signo, también a los del Bloque- a ofrecer listas de nombres para contratar al personal de las residencias, "puesto que al ser una empresa privada, se puede hacer".

La acusación no fue desmentida por el presidente de la Xunta que optó por atacar "los chiringuitos como Seaga o el Consorcio que contrataron a más de 4.000 personas, con las advertencias sobre el fraude de ley de Inspección de Trabajo".

El portavoz parlamentario del BNG esgrimió en su réplica 15.000 firmas de ciudadanos contra la privatización de los servicios sociales y preguntó directamente de donde saldrá el ahorro del 25% en el servicio que prevé la Xunta, si además hay que descontar el beneficio para la concesionaria. El interrogante quedó en el aire, Feijóo hizo disquisiciones sobre la eficiencia de los servicios públicos y presumió de haber incrementado en un 60% las pagas a dependientes hasta llegar a las 19.000.

Luego llegó el turno para el PSdeG y su secretario general, Manuel Vázquez, quien felicitó irónicamente al presidente por los resultados de su visita a Argentina, Uruguay y Brasil. "No sé cuántas medallas por no hacer nada", acusó el portavoz socialista, en referencia a las condecoraciones recibidas en el cono sur. "Son para Galicia no para mí", replicó el presidente. Y ambos, se enfrascaron en un cruce de acusaciones sobre los proyectos sobre el reequilibro territorial y las aportaciones desde los presupuestos para vertebrar la Galicia interior.

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