La frustrada moción en Elche del PP y la tránsfuga
La alcaldía de Elche, tercera ciudad más importante, con 220.000 habitantes, los socialistas la retuvieron por los pelos. El PP, que ahora condena y critica con beligerancia el caso de Benidorm, se alió con una edil tránsfuga del PSOE, Mari Ángeles Avilés, para desbancar al alcalde socialista, Alejandro Soler. La moción no fue una simple amenaza o declaración de intenciones: la líder local del PP, Mercedes Alonso, afín al presidente regional del PP, Francisco Camps, llegó a registrar ante notario el 23 de diciembre de 2008 la moción de censura.
Todo estaba listo. Trece concejales del PP y una tránsfuga del PSOE, ex edil de Hacienda y enfrentada con el alcalde, dejarían en la oposición a los socialistas. Pero la operación se fue al traste, y no fue por la intervención de la dirección nacional del PP que ahora tanto cuestiona la moción de Benidorm y asegura que cumplen el Pacto Antitransfuguismo, sino por las desavenencias internas entre las diferentes familias del PP.
El presidente provincial, José Joaquín Ripoll, que mantiene un pulso con Francisco Camps, instó al concejal Emigdio Tormo a no firmar, y además emplazó a que la dirección nacional del PP "y su presidente Mariano Rajoy" apoyaran "explícitamente" esta moción. Extremo que no ocurrió. Fuentes del PP en Alicante llegaron a tildar de "bochornosa y ridícula" la pretensión de Alonso.
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