La conversación entre Manuela Carmena y Elvira Lindo para el nuevo número de ‘TintaLibre’
La exalcaldesa de Madrid y la escritora hablan sobre la polarización política en la capital de España, en la que aprecian una hegemonía neoliberal
El repertorio de temas que abordan en conversación para TintaLibre Manuela Carmena y Elvira Lindo en torno a Madrid y su papel actual en España va desde la sobreactuación crónica de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, hasta la persistencia de los lazos de afecto o de nostalgia franquista en algunos segmentos de la población. A Manuela Carmena le parece poco creíble y directamente infantil el ruido catastrofista sobre la ruptura de España y menos todavía que eso pueda llegar por Madrid: la gente está a otra cosa, dice la exalcaldesa de la capital. Y aunque la novelista elvira Lindo comparte el punto de vista, no rebaja la gravedad de la distorsión comunicativa que impera en Madrid, como si fuera verdad que una parte de su excepcionalidad está en su propio ecosistema mediático y una burbuja algo claustrofóbica.
Ninguna de las dos es particularmente pesimista pero es Carmena quien cree que hay una tarea de radicalidad democrática por delante que nadie ha asumido todavía. No lamenta tanto lo que hacen los “otros” como las carencias propias y la falta de liderazgo y ambición para hacer mejor la misma democracia con medidas concretas. Ambas sí identifican una hegemonía neoliberal en Madrid que se ha desentendido de los mas pobres y no ha combatido como debería las desigualdades crecientes que padece una sociedad rica como la madrileña. La agresividad de la conversación pública, cree Elvira Lindo, retrae a la ciudadanía de participar en la política porque nadie quiere verse destrozado en las redes por una jauría de tuiteros, a la vez que Carmena valora sobre todo el asociacionismo colaborativo del que hay múltiples muestras en Madrid.
Cosa distinta es que ambas reconozcan un trasfondo o una trama sociofamiliar en Madrid heredera del franquismo, con un peso muy superior al de otras zonas de España, aunque las dos estarían encantadas de poder vivir la descongestión de la capital con el traslado de algunas de las instituciones del Estado, como el Senado, el Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo a otras zonas de España. Y también nos cuentan los lugares de sus afectos en Madrid.
Este artículo pertenece al número de enero de ‘TintaLibre’. Los lectores que deseen suscribirse a EL PAÍS conjuntamente con la revista pueden hacerlo a través de este enlace con una oferta que incluye la suscripción digital al diario, el PDF de ‘TintaLibre’ y su edición de papel a domicilio por 1 euro el primer mes y 14 euros el resto de las mensualidades hasta completar el año. Las personas que ya son suscriptoras del diario deben consultar la oferta disponible para la inclusión de la revista en el centro de atención al suscriptor (suscripciones@elpais.es o 914 400 135).
Más información
Archivado En
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle


