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El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, y el jugador del Barça y exmadridista, Nikola Mirotic, se abrazan tras la final de la ACB.Foto: ACB | Vídeo: EPV

Laso y Mirotic en la final de la ACB: humanidad por encima de toda rivalidad

El jugador español-montenegrino y el técnico se abrazaron tras la tensa final de la ACB, dejando una estampa llena de deportividad

Fue una final diferente para el entrenador del Real Madrid de baloncesto, Pablo Laso. Siempre sufridor desde el banquillo, tuvo que vivir el duelo en el que se jugaba la ACB el Real Madrid ante el Barcelona como un aficionado más, 14 días después de sufrir un infarto.

Aunque no estaba entre sus compañeros del cuerpo técnico, blandiendo la pizarra o echando broncas entre descanso, se le pudo ver como un manojo de nervios, esperando al resultado final del cuarto partido entre Real Madrid y Barça (3-1). Cuando el resultado ya no se le podía escapar a los madridistas, Laso se fundió en un abrazo con los miembros del banquillo y sus jugadores.

Pero destacó por encima de todos el que se dio con Nikola Mirotic, que se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia. El regreso del exmadridista desde la NBA a la ACB estuvo lleno de polémica al firmar por el eterno rival. Sin embargo, los colores no se interpusieron en que ambos se abrazasen, mientras Mirotic le preguntaba a Laso por su estado de salud.

El argentino Nicolás Laprovittola, que también pasó por las filas merengues, también dio un abrazo a su extécnico, al que felicitó por conquistar la sexta en el palmarés de Laso, que suman un total de 36 títulos de la liga doméstica del Real Madrid.

Al término del partido, Laso felicitó a su plantilla, que finaliza el año con la ACB y habiendo jugado las finales de Supercopa, Copa del Rey y Euroliga: “Hay años que ganas todo y como entrenador no me he sentido tan orgulloso”, aseguró. El entrenador también quiso mandar un mensaje de tranquilidad sobre su estado de salud, bromeando con la prensa: “Me siento muy bien. Reconozco que me ha costado levantar la copa, pero es que pesa mucho”. El capitán de la plantilla, Sergio Llull quiso que fuese el técnico el que alzase el trofeo en el WiZink Center.

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