Videoanálisis | Suecia y Finlandia: Dos caminos opuestos para entrar a la OTAN
El corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS, Andrea Rizzi, analiza el abandono de la histórica neutralidad de los dos países nórdicos
La guerra lanzada por Rusia en Ucrania no solo afecta a las dos partes beligerantes. Tiene profundos efectos a escala global, reconfigurando las alianzas y sus perímetros y también reorganizando las trayectorias de las cadenas de suministro comercial y productivo. En esta reconfiguración del tablero global, la decisión de Suecia y Finlandia de solicitar su adhesión a la OTAN en mayo ha sido uno de los movimientos más relevantes. La adhesión de estos dos países nórdicos supone el abandono de una neutralidad que ha durado décadas en el caso de Finlandia y más de dos siglos en el de Suecia. Pero esta neutralidad tenía orígenes diferentes. En el caso de Suecia, respondía a una decisión ideológica de proyectarse ante el mundo como un país neutral, algo que también ha pasado a formar parte de su identidad interna. Finlandia, en cambio, optó por la neutralidad por razones de fuerza mayor: tener como país vecino primero a la URSS y después a Rusia. En el vídeo que acompaña a esta noticia, el corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS, Andrea Rizzi, analiza las diferencias y similitudes del proceso de adhesión a la OTAN de ambos países, que desde recorridos diferentes han llegado a la misma conclusión y ahora enfrentan el mismo obstáculo. Ambas están tratando de superar el veto que ha puesto Turquía a su adhesión a la Alianza Atlántica.
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