Ron DeSantis maniobra para hacer Florida más MAGA que Trump
La creación de un DOGE estatal, la aprobación de una dura ley contra los sin papeles o la propuesta de eliminar el impuesto a propiedades alinean con la Casa Blanca al gobernador, que busca cimentar su legado ante las elecciones de 2026


Ron DeSantis está atrapado en la sombra de Donald Trump. Y su última estrategia para intentar salir de ella es la imitación. En poco menos de dos meses de Administración republicana en la Casa Blanca, la ciudad de Tallahassee, la sede del Gobierno estatal floridano, ha sido el escenario de una serie de maniobras para hacer Florida más MAGA aún que el mismo Trump.
Con las elecciones de 2026 ya en el horizonte, el gobernador DeSantis ha lanzado la idea de que su esposa, Casey DeSantis, sea su sucesora mientras busca cementar su legado con el manual trumpista en mano. Ha creado, a imagen y semejanza del que lidera Elon Musk, su propio Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) estatal —a pesar de que, paradógicamente, ya existe un grupo de trabajo que vela por la eficiencia gubernamental desde el 2007—. El legislativo de Florida ha pasado una ley que se ensaña con los inmigrantes sin papeles, en línea con la narrativa trumpista, y, sosteniendo la bandera de los recortes fiscales, han propuesto otra ley para eliminar el impuesto estatal a propiedades, la mayor fuente de ingresos en un Estado que no tiene impuestos sobre la renta.
El nuevo DOGE estatal, recibido como poco más que una estrategia publicitaria, ha causado rechazo tanto en la oposición como en las filas del propio Partido Republicano. Y la idea de abolir los impuestos a la propiedad ha sido desestimada como inviable por economistas, que advierten que, sin un método de recaudación alternativo, las arcas estatales que financian los servicios públicos, desde la policía hasta los colegios, corren peligro de secarse.
Ante estos cuestionamientos iniciales, DeSantis ha ofrecido solamente silencio, lo cual también le ha ganado críticas de quienes lo acusan de buscar golpes de efecto sin solucionar los problemas reales de los floridanos. “¿Dónde estaba la actualización de su tan publicitada iniciativa DOGE? Hace apenas unas semanas, DeSantis prometió un gran empuje a este programa, pero no hubo ni una sola mención [en su discurso inaugural en el Congreso estatal]. ¿Fue solo otro titular vacío? Los floridanos merecen respuestas, no teatro político”, dijo en un comunicado Jared Nordlund, director en el Estado de UnidosUS, organización defensora de los derechos civiles de los hispanos.

Recortar, recortar, recortar
En el frente de los recortes operativos, a pesar de que el Gobierno de Florida tiene reservas de 14.600 millones de dólares además del número más bajo de trabajadores oficiales per capita de todos los Estados, DeSantis ha dicho que quiere eliminar 740 empleos fijos, además de otros 900 ocupados por contratistas asociados a decenas de equipos asesores. “[El nuevo DOGE de Florida] eliminará consejos y comisiones redundantes, revisará el funcionamiento y el gasto de las universidades y escuelas superiores estatales, utilizará la inteligencia artificial para examinar más a fondo los organismos estatales con el fin de descubrir el despilfarro oculto, e incluso auditará los hábitos de gasto de las entidades locales para sacar a la luz el desperdicio”, anunció a finales de febrero.
Los demócratas no tardaron en señalar que la creación de un DOGE estatal es en sí un ejemplo de gasto innecesario, teniendo en cuenta la existencia de un ente aprobado por ley con una tarea prácticamente idéntica. “Los republicanos han estado en control absoluto del Gobierno de Florida por casi 30 años, ¿y quiere hablar de despilfarro gubernamental?”, dijo Nikki Fried, la presidenta del Partido Demócrata de Florida, en un comunicado. “Ron ha consistentemente pasado los presupuestos más grandes de la historia de Florida, ha gastado millones de dólares de los contribuyentes de manera ilegal en campañas políticas [en referencia a la acusación de haber utilizado su posición y recursos como gobernador para hacer campaña en contra de los referendos sobre la legalización de la marihuana y el derecho al aborto] y acaba de asignar 250 millones para financiar su artimaña política sobre inmigración”.
Tampoco entre los pesos pesados del Partido Republicano a nivel estatal la respuesta ha sido cálida. “Concentrémonos en lo que importa. Pasemos reformas reales en lugar de gestos simbólicos”, dijo Daniel Pérez, el presidente de la Cámara de Florida y un conservador fiscal. El presidente del Senado, el también republicano Ben Albritton, como miembro del existente grupo de trabajo de eficiencia, dijo que estaba orgulloso de que el Estado ya tenga “un gran mecanismo de rendición de cuentas”, y que han hecho numerosas recomendaciones para “mejorar la flexibilidad y simplificar procesos”.

La propuesta populista presentada en la primera semana de marzo para eliminar el impuesto a propiedades, por su parte, ha sido cuestionada y básicamente descrita como impracticable y potencialmente destructiva. Todos los Estados del país tienen un gravamen a la propiedad que se recolecta a nivel local y financia esos servicios esenciales que precisamente dan valor añadido, como infraestructuras o servicios de emergencia. En el caso de Floridano existen impuestos a la renta, lo que hace que el de propiedad sea aún más importante. La alcaldesa de la ciudad de Oviedo, en la periferia de Orlando, no se cortó en una publicación en redes sociales: “Cerca del 100% del costo de nuestra policía y departamento de bomberos aquí en Oviedo está financiado por impuestos a la propiedad. Hasta que no se encuentre una solución para garantizar la seguridad ciudadana, creo que abandonar los impuestos a la propiedad es una idea tonta”.
Una investigación hecha por el think tank Florida Policy Institute tras la propuesta de ley fiscal estima que sería necesario duplicar el impuesto a las ventas del 6% actual a un 12% para compensar la pérdida de ingresos. Este sería el impuesto más alto de este tipo en todo el país y afectaría desproporcionadamente a los hogares con rentas más bajas. DeSantis ha descartado un aumento en el impuesto a las ventas. Entonces la pregunta de cómo rellenar el vacío que dejaría la eliminación del impuesto a la propiedad sigue abierta. Una de las propuestas de ley al respecto incluye la comisión de un estudio para responderla.

Más mano dura contra los inmigrantes indocumentados
Pero tal vez la acción más explícitamente trumpista ha llegado en materia migratoria. Apenas dos semanas después de la toma de posesión de Trump en Washington, DeSantis convocó, de forma controvertida y ante una resistencia inicial, una sesión extraordinaria antes del comienzo oficial del calendario legislativo para pasar una serie de nuevas leyes diseñadas para ayudar a implementar la agenda migratoria del presidente republicano. Las leyes —que algunos consideran inconstitucionales por estar en el ámbito migratorio, que es una competencia federal— convierten a Florida, durante décadas bastante permisiva con los inmigrantes, en uno de los Estados que más recursos locales pone a disposición de los cuerpos federales de migración.
Entre otras cosas, la nueva legislación aumenta las penas para todos los crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados, incluyendo el decreto de la pena de muerte para quienes cometan delitos de primer grado, además de crear un nuevo crimen: entrar al Estado tras haber accedido al país ilegalmente. También asigna casi 300 millones de dólares para contratar policías enfocados en migración, implementar programas de entrenamiento para agencias locales, dar bonificaciones a los policías que asistan en operaciones federales y el alquiler de centros de detención.
“Florida ha aprobado la legislación más fuerte para combatir la inmigración ilegal de cualquier Estado en todo el país”, dijo DeSantis antes de firmar los proyectos de ley y entregar un sharpie —el rotulador que le gusta usar a Trump— a los líderes legislativos que lo acompañaban. “Estamos a la vanguardia para acabar con la crisis de la inmigración ilegal”.

Una campaña en el horizonte
El segundo mandato de DeSantis como gobernador se acaba con las elecciones de noviembre de 2026, pero quien ya fue candidato en las primarias republicanas el año pasado no pretende que ese sea el fin de su carrera política. Tras perder decisivamente contra Trump en las primarias republicanas en 2024, las apuestas dicen que intentará volver a ser presidente en 2028 y para ello necesita subrayar sus credenciales trumpistas ahora que el partido se ha rendido a los pies del actual comandante en jefe. También ha comenzado a posicionar a su esposa, Casey, como su posible sucesora en la gobernación, enfrentándola con el hombre que Trump presuntamente apoyará en la carrera en un año y medio.
De Santis se debate entre la cuestión de seguir la línea de Trump u ofrecer algo diferente a los votantes. Juzgando por su actividad reciente, la apuesta es la de redoblar en el trumpismo. Podría salirle mal, como sucedió en las primarias republicanas cuando se retiró muy pronto de la contienda tras haber hecho una campaña en la que se vendió como una especie de “Trump, pero más sensato”, que fue recibida por los votantes como un “Trump, pero sin carisma”. 364 días después de abandonar esa carrera, Trump estaba jurando el cargo de presidente de Estados Unidos por segunda vez y DeSantis seguía eclipsado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
