La cena de Acción de Gracias se abarata por segundo año consecutivo tras el récord de 2022

El precio de comerse el pavo asado en la cena de Acción de Gracias esconde algunas claves que ayudan a entender los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre o la política monetaria de la Reserva Federal. En la celebración del jueves 28 de noviembre, el menú típico será un 5% más barato que hace un año. Es el segundo descenso consecutivo y, sin embargo, el precio sigue siendo un 24% superior al del año 2020, según los resultados de un muestreo realizado por la American Farm Bureau Federation (AFBF), una aseguradora del sector agrario.

Los ingredientes para cocinar el banquete de Acción de Gracias cuestan este año una media de 58,08 dólares para 10 personas, unos 5,80 dólares por persona, según el informe de la AFBF, que lleva lleva desde 1986 midiendo el precio de los ingredientes de la tradicional cena. Se trata de un descenso del 5% con respecto a 2023, cuando el menú ya fue un 4,5% más barato que en 2022, la cena de Acción de Gracias más cara de la historia: 64,06 dólares. Sin embargo, el precio es un 24% superior al de hace cuatro años, con los precios deprimidos en plena pandemia y sigue siendo un 19% más alta que en 2019, antes de la crisis sanitaria.

El menú incluye 12 ingredientes para la receta tradicional, empezando por el pavo y continuando con arándanos, guisantes, panecillos, nata, leche, patatas, ingredientes para el relleno y otros. La pieza central en la mayoría de las mesas de Acción de Gracias, el pavo, ha ayudado a bajar el costo general de la cena. El precio medio de un pavo de 16 libras (7,25 kilogramos) es de 25,67 dólares. Es decir, 1,68 dólares por libra, un 6% menos que el año pasado.

Los compradores voluntarios de Farm Bureau verificaron los precios del 1 al 7 de noviembre, sin aprovechar cupones promocionales especiales ni ofertas de compra, antes de que la mayoría de las cadenas de supermercados comenzaran a ofrecer pavos enteros congelados a precios mucho más bajos. Según los datos del Departamento de Agricultura, el precio medio por libra de pavo entero congelado bajó aún más durante la segunda semana de noviembre. Los consumidores que aún no hayan comprado un pavo pueden encontrar ahorros adicionales en los días previos a Acción de Gracias.

“El pavo es tradicionalmente la atracción principal en la mesa de Acción de Gracias y suele ser la parte más cara de la comida”, indica Bernt Nelson, economista de la AFBF. “La población estadounidense de pavos es la más pequeña desde 1985 debido a la gripe aviar, pero la demanda general también ha disminuido, lo que se traduce en precios más bajos en la tienda de comestibles para las familias que planean una comida navideña”, añade.

La mayoría de los ingredientes registran un descenso de precios, incluidas las hortalizas frescas. La mayor caída de precios, del 26%, fue la de las patatas. El coste de la leche entera bajó más de un 14% gracias a la climatología favorable, aunque los precios varían significativamente según las regiones. Productos como los panecillos y el relleno en cubos aumentaron de precio un 8%, debido, entre otras cosas, al encarecimiento de la mano de obra. Los precios de los arándanos aumentaron casi un 12% interanual tras su fuerte descenso de 2023.

“El largo camino hacia la reducción de la inflación ha agotado a muchos estadounidenses, incluidas las familias de agricultores, que se han visto apretujadas entre la caída de los precios de su producción y la subida de los precios de sus insumos. Los agricultores asumen gran parte del riesgo del sistema alimentario para contribuir a que los alimentos sigan siendo abundantes y asequibles”, sostiene Nelson.

Donald Trump ha sido capaz de capitalizar el malestar de los votantes, especialmente los de rentas más bajas, por las subidas de los precios. Ese ha sido uno de los factores que le ha allanado el camino para regresar a la Casa Blanca. Y, en la línea que apunta el precio de la cena de este año, la inflación se ha contenido tras los máximos de 2022. Ese es el motivo por el que la Reserva Federal ha cambiado el signo de su política monetaria, en la que ha pasado a recortar los tipos de interés

Una celebración histórica

El día de Acción de Gracias se ha convertido en parte de la mitología nacional estadounidense, como explica Philip Jenkins en su Breve historia de Estados Unidos. A diferencia de la Navidad, es una celebración común para todo el país, con independencia de religión, raza y estrato social.

La festividad tiene su origen en el centenar de colonos que a bordo del Mayflower llegaron en 1620 a Plymouth, en la bahía de Massachusetts. Establecieron buenas relaciones con los indios wampanoag, que les instruyeron sobre los alimentos de la nueva tierra, como el maíz. La primera cena de Acción de Gracias celebraba la primera cosecha y la viabilidad y supervivencia de los colonos. Fue en realidad una celebración que duró tres días y a la que asistieron unos 90 nativos wampanoag y 53 colonos, según los historiadores. En otras colonias hubo otras celebraciones similares, incluso antes de la de Plymouth, que es, sin embargo, la que se ha instalado en el ideario de unidad nacional estadounidense. Para los wampanoag, hay poco que celebrar. Ellos conmemoran el Día Nacional del Luto, el inicio de un genocidio que les relegó al olvido y les arrebató su forma de vida al tiempo que daba lugar al mito más exitoso de la historia de Estados Unidos.

Tras asentarse el mito en la segunda mitad del siglo XIX, el primer día nacional de Acción de Gracias lo proclamó el presidente George Washington en 1789 tras una petición del Congreso. Desde entonces se celebró de forma intermitente. Thomas Jefferson, por ejemplo, optó por no observar la festividad. Abraham Lincoln dotó a la celebración en 1863 de una fuerte carga religiosa. En 1970 el presidente Ulysses S. Grant firmó la Ley de Días Festivos que convirtió el día en un festivo federal en Washington. En 1885, una ley del Congreso convirtió el Día de Acción de Gracias en un día festivo pagado para todos los trabajadores federales en todo el país. Franklin D. Roosevelt adelantó la fecha de celebración una semana entre 1939 y 1941, desatando una fuerte polémica. Desde 1942, el día Acción de Gracias se celebra el cuarto jueves de noviembre como fiesta federal por una ley del Congreso.

El Black Friday

Los grandes almacenes han patrocinado desde hace un siglo parte de los desfiles de Acción de Gracias. La temporada de compras navideñas empieza oficiosamente al día siguiente de la celebración. La denominación de ese día como Black Friday empezó a calar en la década de 1980. Originalmente, se refería a la cantidad de trabajadores que se declaraban enfermos ese viernes para así tener un puente de cuatro días, y era consecuente con otros días calamitosos, incluido el viernes negro del Pánico de 1869.

La policía de Filadelfia empezó a referirse a la fecha como viernes negro por los atascos y aglomeraciones que colapsaban la ciudad por las compras. Luego se le quiso quitar la carga negativa y se le adjudicó otro significado, también en Filadelfia: el día que las tiendas, con el tirón de las ventas, pasan de los números rojos (pérdidas) a los negros. En cualquier caso, el término caló, se extendió por Estados Unidos, primero, y por buena parte el mundo después, como una fecha de compras y ofertas, cuya duración se ha ido extendiendo más allá del propio viernes. De hecho, compañías como el gigante de a distribución Walmart llevan desde la semana pasada comercializando sus ofertas del Black Friday.