Así ha cambiado la parrilla televisiva (y los espectadores) en 30 años: De programas infantiles y series a concursos y tertulias
Los horarios y contenidos de la televisión tradicional han cambiado mucho desde 1995: había dibujos en la tele, las series te ayudaban a dormir en un horario lógico... Y había jóvenes sentados al sofá. Te acompañamos en este viaje para ver cómo era la programación antes de las plataformas, y cómo es después
En 1995, la televisión acompañaba la rutina del espectador. Antes de ir al cole, los niños veían los dibujos. De vuelta a casa, con la merienda, los jóvenes tenían varias series con las que pasar la tarde (primero era Power Rangers o Los Simpson, luego llegó Pokémon). Y por la noche, los padres podían irse a la cama a una hora asumible tras ver su serie favorita (la competición entre Los Serrano y Aquí no hay quien viva dio enormes picos de audiencia en 2005). ¿Sigue la televisión tradicional marcando hábitos? Cada vez menos. Los datos revelan que la audiencia envejece y las diferentes generaciones ya no están unidas por los horarios impuestos. Eso se nota también en una parrilla que dibuja cómo era el mundo de hace 30 años y cómo es hoy.
El streaming explotó hace 10 años con la llegada de Netflix a España, y, desde entonces, tanto el perfil del espectador de la tele de siempre como los horarios y contenidos han mutado como no lo habían hecho en las dos décadas anteriores. Nuestras mañanas son distintas, porque los niños ya no ven aquellos canales, sino YouTube, pero también han cambiado las noches. Al poner una serie en el sofá, las plataformas reinan, mientras que la televisión tradicional, la que tiene horarios, apuesta por realities o tertulias políticas. Cambian también nuestras costumbres sobre horarios. El final tan tardío de los contenidos tradicionales nocturnos ha ayudado, a riesgo de tener que trasnochar antes de ir a trabajar, a esta conversión a las plataformas. “Llamamos televisión a la lineal de siempre, pero hoy es muchas cosas, un contenido infinito de películas, series, documentales… a la carta. Y eso lo cambió todo. La pantalla más grande del mundo es YouTube, el gigante que supera a todos”, recuerda José Manuel Eleta, adjunto a la dirección de la consultora de audiencias Barlovento.
Para hacer visibles estos cambios (y lo que sigue hoy vigente) hemos comparado la parrilla televisiva de la misma semana de mayo de 1995, 2005 y 2025, así como el perfil de las audiencias de cada época. Este buscador permite navegar por el pasado a través de temáticas, horarios y contenidos. Así hemos cambiado, según la parrilla de la tele.
Cada vez nos acostamos más tarde
Las noticias siguen construyendo la parrilla


El ‘access prime time’, el nuevo horario estrella

El programa maratón que vino de Italia
Arguiñano, inamovible aunque en otro canal
Ya no hay tele para niños


El cine, desaparecido

De 39 a 12 series: cuando las series reinaban en la parrilla


El auge de los ‘realities’
El curioso cambio de las tardes de Telecinco
Pasaron 30 años y La ruleta de la fortuna/suerte sigue aquí


Una televisión para otra edad: la tercera. El público ha envejecido 13 años
La tele sigue siendo de los eventos y del deporte

¿Quién ve la tele tradicional? Antes jóvenes; hoy mayores de 65

¿Y entonces, dónde está la audiencia?



Los concursos, reyes de la parrilla y la audiencia

Cada vez nos acostamos más tarde
Por lo general, vemos que en 1995 el ‘prime time’ (horario de máxima audiencia) empieza de 21.30 a 22.00 y acaba a las 23.30 o 00.00. Hay programas de ‘late night’ (la franja de madrugada) que se estrenan prontísimo si pensamos en horarios actuales: a las 23.40, por ejemplo, se emite ‘Esta noche sexo’.
En 2005, todavía se mantiene esta tendencia, y ‘Crónicas Marcianas’, que cambio la hora más nocturna en España, empieza a las 23.45, pese a que los que éramos niños entonces, recordemos que se hacía tardísimo. En esa hora hoy el ‘prime time’ estaría empezando.
Hoy, el horario estrella propiamente dicho no empieza hasta las 22.50 y puede acabar a la 01.00 o incluso a las 02.00 en el caso de ‘Supervivientes’ y ‘Masterchef’. Esto se explica en dos factores: las cadenas emiten programas más largos que rellenen espacio, y que esto sirva para engañar a los audímetros. Al acabar más tarde, pueden lograr porcentajes de cuota de pantalla más elevado, pese a que haya menos público. Así, se da el dato curioso de que hoy el horario de máxima audiencia no es el que más audiencia tiene.
Las noticias siguen construyendo la parrilla
Los informativos (y sus horarios) es algo que se mantiene durante el tiempo, cambie lo que cambie. Aunque todo lo demás se mueva, sigue siendo un espacio sobre el que se construye la parrilla. Al despertarse, a la hora de comer y antes de los programas estrella. Eso y los anuncios siguen siendo la piedra angular de la parrilla. En 1995, eso sí, había muchos más avances informativos en ciertos puntos del día.
Hoy no hacen falta los avances informativos, porque son los propios programas los que incluyen la mesa política: ‘La hora de La 1’ y ‘Mañaneros’ en La 1; ‘Al rojo vivo’ en La Sexta, ‘Vamos a ver’ en Telecinco; ‘En boca de todos’ o ‘Todo es mentira’, en Cuatro, o ‘Malas lenguas’, en TVE, están pendientes al minuto de la última hora. Los magacines ya no ocupan solo la mañana como en 1995, sino también las tardes. No hace falta un busto parlante para dar parte de la actualidad más candente que hoy se ha vuelto casi de usar y tirar. Esta es la nueva televisión que acompaña: programas largos que actualizan en directo. Eso es algo que todavía las plataformas, que sí han copiado los realities o el deporte, no han sabido adaptar.
Por cierto, si hay un rostro imbatible hoy en este formato es Vicente Vallés y su informativo nocturno en Antena 3, que aparece muy destacado en el ránking de audiencias del año. Los temas a debatir, también han cambiado. El debate ‘¿De qué parte estás?’, de Telecinco, trató en un lunes de mayo de 1995 el tema ‘Hombres muy machos ¿seducen a las mujeres?’.
El access prime-time, el nuevo horario estrella
Quizás ‘El informal’, que comenzó en 1998, lo cambió todo, y comenzó a fraguar una identidad para el horario previo al de máxima audiencia que no ha hecho más que crecer desde entonces. En la parrilla de 1995, ya vemos varios programas en esa franja: el ‘Karaoke’ de Telecinco o series como ‘Canguros’, a las 21.30, pero era difícil que fuera una apuesta diaria y sólida. Solo era un divertimento suave antes de las grandes apuestas.
En 2005, Telecinco estaba ya con uno de sus muchos intentos por sustituir ‘El informal’, ‘Pecado original’, que había entregado importancia a ese horario. Un bloque que solo duraba hasta las 22.00.
En 2025, ese tramo horario ha tomado otra senda que entonces no podríamos imaginar. Ahora este horario es la verdadera estrella, la franja que más espectadores atrae al televisor y que ocupa más de una hora. “Esto sirve para hacer un juego para hinchar el share del prime time. Dicen: oye que quedan cinco monos viendo la tele, pero de esos cinco quiero cuatro. Pero hoy un millón de espectadores viendo ‘Masterchef’ parece mucho y hace unos años era bajísimo. Ya nadie llega a los cuatro millones”, destaca Eleta.
Así, una de las grandes batallas diarias esta temporada ha sido la nueva ‘La revuelta’ contra ‘El hormiguero’, el programa más visto de la televisión. Ambos se alargan casi hasta las 23.00. Curiosamente, Telecinco, la pionera de esta franja, no ha logrado encontrar un formato competitivo para ella, después de echar este año a Carlos Latre en cuestión de dos semanas, y prefiere programar resúmenes o anticipos de sus ‘realities’.
El programa maratón que vino de Italia
Con la llegada de las cadenas privadas y la tele patrocinada por Berlusconi, la televisión española heredó de la italiana un formato de programas de entretenimiento largo que pronto proliferarían por toda la parrilla. Ante una televisión con cada vez menos audiencia, es más barato ocupar toda una tarde o una noche con un solo programa. Por ejemplo, el matinal de María Teresa Campos en 1995 solo dura hora y media; ‘No te rías que es peor’, media hora, el ‘Karaoke’ del ‘access prime time’ de Telecinco, 25 minutos, y ‘Farmacia de guardia’, otros 30.
En 2025, el matinal ‘La hora de la 1’ dura dos horas y media; ‘Espejo público’, cuatro y media; ‘Masterchef’, casi tres horas, y ‘Supervivientes’, cuatro. Y tanto las tardes como las mañanas están repletas de magacines contenedores, como ‘Al rojo vivo’, de tres horas y media o ‘Aruseros’, de dos, con la que conforma la mañana completa La Sexta. ‘El hormiguero’, que empezó como un formato semanal de media hora los domingos en Cuatro, hoy ocupa una hora y 10 diaria.
Hasta el tiempo ha pasado a durar más de 10 minutos. Y los deportes, desde que Cuatro cambió el modelo con los Manolos, pasaron a ser casi más largos que los informativos también en La Sexta. Así hay menos huecos para gastar. Todo va, además, más despacio, porque el público más mayor tampoco necesita demasiado cambio e impulsos constantes. Una comodidad, que ya no somos jóvenes.
Arguiñano, inamovible aunque en otro canal
Se habla mucho de Jordi Hurtado y ‘Saber y Ganar’, pero Karlos Arguiñano lleva en televisión sin parar desde 1990, primero en la autonómica ETB y después como sustituto de ‘Con las manos en la masa’. El 8 de mayo de 1995, por ejemplo, hizo lasaña de primavera y pollo con berros en La 1 de TVE.
En mayo de 2005 cocinaba en Telecinco, como parte de ‘El programa de Ana Rosa’.
Y desde 2010 conduce su ‘Cocina abierta’ en Antena 3. Nada nos va a preparar para la jubilación del cocinero vasco de 76 años, aunque su hijo lleva tiempo haciéndose cada vez más hueco en su espacio.
Ya no hay tele para niños
En 1995, antes de ir al colegio los niños veían la tele de siempre frente a su tostada de mantequilla y mermelada. A partir de las 7.00, los tres principales canales abrían su bloque de dibujos: ‘Popeye’ y ‘D’Artacan’ en La 1; ‘Chicho Terremoto’, ‘Sailor Moon’ y ‘Transformers’ en Antena 3, o ‘Daniel, el travieso’ y ‘Sonic’ en Telecinco. También cuando venían a comer La 2 enfrentaba ‘Delfy’ y ‘Las tortugas ninja’ a ‘Cosas de casa’ en Antena 3. Ese año este canal, de hecho, estrenó el famoso ‘Club Megatrix’, que se convertiría en icónica marca infantil. Y los fines de semana estaban copados con el ‘Club Disney’ o ‘El circo de Miliki’. No había manera de aburrirse. Los niños hasta hacían madrugar a los padres para ver “los dibujitos”.
En 2005, el espacio para la infancia ya era más pequeño con la llegada de los canales secundarios Clan TV o Disney Channel, y el digital. Se mantenían, aun así, ‘Los Lunnis’ en La 2 (donde veíamos ‘Digimon’), ‘Megatrix’ (con ‘Bob Esponja’, ‘Power Rangers’ o ‘El príncipe de Bel-Air') y el renovado ‘Zona Disney’ (muchos recordarán hoy de ‘La banda del Patio’ o ‘Peeper Ann’) los fines de semana. ‘Art Attack’ es como un clavo a la nostalgia.
En 2025, ya no hay ni un solo contenido infantil en la parrilla. Ni uno. Ese público está en Youtube o Netflix, y, por lo tanto, la audiencia se ha dividido en qué serie o contenido ve. ‘Bluey’, por ejemplo, es uno de los victoriosos. La serie de Disney+ es cada año la más vista en plataformas en EE UU, según los datos de Nielsen (de lo poco que tenemos demostrable en las opacas plataformas).
Los datos no engañan: en 2005, el público de cuatro a 12 años suponía un 5,8% de la audiencia y veían hora y media de televisión diaria; hoy es del 2,9 y no ven ni una hora diaria, según datos facilitados por Barlovento. Si subimos hasta los 24 años, esta audiencia suponía un 16,3% del público total, y en 2025 solo es el 7,2%. Eso también hace que los contenidos envejezcan. “Esto no es que los niños no estén, porque cuando hay eventos aparecen, pero ven otros dispositivos que no se miden o en el pago”, recuerda José Manuel Eleta, de Barlovento.
El cine, desaparecido
En 1995, las películas ocupaban cualquier hora de la parrilla. A las 10.05 podías disfrutar en Telecinco del boque de ‘Cine Corazón’ con un filme de Walter Matthau, y a las 11.05 de un lunes de mayo te reclinabas con Antena 3 y una película sobre un pintor con una crisis creativa. A las 15.35, otro telefilme con Neil Patrick Harris de esos que hoy solo llenan las tardes del fin de semana. Y, por la noche para el más cinéfilo se dejaba enganchar por Garci en La 2 y su ‘¡Qué grande es el cine!’ o superproducciones como ‘La vida de Brian’ y ‘Le llaman Bodhi’. Por supuesto, en la madrugada todo cine, que era barato.
El cine sirve hoy casi de relleno, salvo por los prime times del domingo en La 1 y otras ocasiones especiales, además de la apuesta de La 2 por las películas con el veteranísimo ‘Versión española’. Eso sí, los fines de semana se respeta el caluroso verano de Alemania y los países escandinavos, que siguen llenando sus tardes de telefilmes que los canales compran al peso y repiten a destajo. Hay tradiciones que no pueden cambiar. En mayo tocó ‘Los secretos de Sweet Meadow’ o ‘Una inquilina inesperada’. Las pelis de tarde nunca mueren.
De 42 a 14 series: cuando las series reinaban en la parrilla
En 1995, ‘Farmacia de Guardia’ acabó e hizo el récord de audiencia: 11,5 millones de espectadores frente al televisor. Todavía hoy es una de las emisiones más vistas de la historia. Las series eran epicentro del prime time, y las españolas hacían industria.
No hay noche de aquel mayo de 1995 en el que no haya al menos una serie en emisión: en lunes, ‘¿Quién da la vez?’ (otra de las emisiones más vistas del año, junto a ‘Médico de familia’) y ‘Expediente X’. Martes, ‘Por fin solos’ y ‘Curro Jiménez: el regreso de una leyenda’. Miércoles, ‘Los ladrones van a la oficina’ y ‘Kung Fu’. Jueves y sábado, ‘Farmacia de guardia’. Viernes, ‘Canguros’, y en domingo, ‘Hermanos de leche’.
En 2005, no hay ya series todos los días, pero sí un mítico enfrentamiento por la audiencia, el del miércoles, entre las comedias ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘Los Serrano’, que ocupan muchos de los puestos entre lo más visto. También ‘Ana y los 7’, ‘Mis adorables vecinos’, ‘Hospital central’, ‘Cuéntame’, ‘7 Vidas’, ‘Motivos personales’, ‘Aída’ o los bloques de series extranjeras como ‘CSI’ aparecen entre los triunfos de audiencia aquel año.
Según los datos de Barlovento, en 2016, la televisión en abierto emitió 39 series en prime-time, y en 2024 fueron 23. Al mirar la parrilla, el dato es claro. Este 2025, el dato podría ni alcanzar ese número ya que solo ha habido 12 estrenos. Las series en el horario más competitivo brillan por su ausencia, salvo por ‘La favorita.1922’ y ‘Eva y Nicole’ (estrenada antes en ‘streaming’, como muchas hoy). Ninguna aparece ni cerca de las emisiones más vistas y casi se ven como relleno de parrilla. Una excepción: la serie turca ‘Renacer’, si bien Barlovento no cuentan los culebrones turcos en su recuento por su diferente estructura.
No es casualidad que esta reducción de las series en el horario de máxima audiencia comenzara a convertirse en gradual desde hace justo una década, cuando llegó Netflix y explotaron las plataformas, y, por lo tanto, también los hábitos del espectador. No es que haya menos series españolas, todo lo contrario, sino que la producción ha mutado a otros horarios (las tardes con las diarias) y hacia esas plataformas. “Si miramos el subidón del ‘streaming’ durante el día coincide el ‘prime time’ con el anterior en la tele tradicional”, apunta Eleta. La tradición de ver series por la noche, por lo tanto, seguramente siga ahí, pero no en los canales de siempre. Y, en realidad, hay más series españolas que nunca.
El auge de los realities
En 1995, el concepto de ‘reality-show’ ni siquiera era conocido. Lo más similar, quizás, eran los sucesos de ‘¿Quién sabe dónde?’, y las citas de ‘Lo que necesitas es amor’ y ‘Su media naranja’, pero nadie iba a seguir su vida día a día después de que la pareja se uniera. El gran boom de este género puramente televisivo llegó en el 2000 con ‘Gran Hermano’ (su final marcó un 71% de cuota de pantalla). Desde entonces, la televisión (y en particular Telecinco) nunca volvió a ser igual.
En 2005 (uno de esos años donde ‘Gran Hermano’ ya renqueaba) encontramos ‘La casa de tu vida’ (de la que también se hablaba en ‘Crónicas Marcianas’ o ‘A tu lado’, dando vida por todo el canal a su programa estrella) o ‘La granja de los famosos’. Aquel año, por cierto, ‘Supervivientes’ todavía se emitía en Antena 3 como ‘Aventura en África’. El concurso ‘Mira quién baila’ aparece también entre lo más visto.
Ya en 2025 coinciden en parrilla ‘Supervivientes’ (con cuatro noches copadas y los mayores datos de audiencia de un programa en 2025), ‘Traitors’ y ‘Masterchef’, aunque el gran éxito del formato esta temporada ha sido ‘La isla de las tentaciones’. Si no están estos en su ciclo de repetición, aparecerán los programas de artistas haciendo cosas como ‘Tu cara me suena’, ‘El desafío’ o ‘La voz’, o los cientos de copias con algún giro en el formato que cada temporada florecen en pantalla.
El curioso cambio de las tardes de Telecinco
Las tardes de Telecinco de 1995 son una de las franjas que más llaman la atención porque muestran cómo ha cambiado el modelo en una televisión privada que entonces cumplía cinco años. Después del magacín de Raffaella Carrà y ‘Las noticias’, empezaba una reposición de la serie ‘Truhanes’ y se volcaba de lleno con el público joven y masculino que volvía del instituto: héroes como ‘Conan’, ‘Power Rangers’ y ‘Tarzán’ ocupaban un espacio que desde hace ya tantos años parece exclusivo para los magacines con corazón y sucesos.
Cuando acababan, los chavales podían pasarse a Antena 3 para ver ‘El coche fantástico’, ‘Aquellos maravillosos años’ y ‘Los Simpson’, en su edad dorada y antes de que lograran ese mítico horario de la comida, de 14.00 a 15.00. O podían ver ‘Flash’ y ‘Blossom’ en La 1. En este bloque vespertino Telecinco incluso llegó a estrenar por primera vez ‘Pokémon’, que venía de Japón con gran estruendo y polémica en 1999. Hoy esta parrilla suena a marciana.
Curiosamente cuando se estrenó Cuatro en 2005 se apostó por estos contenidos juveniles míticos como ‘Humor amarillo’ o ‘Pressing Catch’. Pero 20 años después, ya no queda nada de aquello en la hoy cadena secundaria de Mediaset.
Pasaron 30 años y La ruleta de la fortuna/suerte sigue aquí
Vale, ha cambiado casi todo en estos 30 años de televisión. Pero alguna cosa sigue ahí. Por ejemplo, ‘La ruleta de la fortuna’ ya se emitía en 1995, como uno de los programas estrella de las tardes de Telecinco, entonces con Andoni Ferreño (si bien también lo presentaron Mayra Gómez Kemp, Ramón García, Irma Soriano, Bigote Arrocet, Fernando Esteso, Jesús Vázquez, Belén Rueda o Carlos Lozano). Duraba 35 minutos, frente a la hora y cuarto de la actualidad.
Hoy ha cambiado de nombre (ahora es de la suerte), de canal y de franja, pero está a punto de cumplir 20 años en los mediodías de Antena 3. Y lo más increíble: sigue siendo líder de audiencia día a día. No hay quien tosa al equipo de Jorge Fernández y su “Tira de la ruleta”.
La ruleta es una excepción, porque poco se mantiene en la parrilla desde 1995. Otro caso: el del programa de fútbol ‘Estudio estadio’. Ni ‘Saber y ganar’ ni Anne Igartiburu y su ‘Corazón’ en La 1 estaban ahí todavía, aunque hoy ya sean de los más veteranos en antena. Ambos estaban, eso sí, ya en la parrilla de 2005, hace 20 años.
Una televisión para otra edad: la tercera. El público ha envejecido 13 años
La edad media del televidente en 1997 (el primer año del que tiene datos la empresa Barlovento) era 45 años, según los datos recogidos por la consultora. En 2025 es de 58 años. Y el ritmo se acelera. En solo una década, la media ha subido ocho años sin parar de crecer. Los mayores de 65 años, de hecho, suponen el 41% de toda la audiencia televisiva (en 1995 eran el 25%) y pasan 335 minutos diarios frente al televisor. Eso también ha cambiado el contenido en general.
Se nota, por ejemplo, en las tardes, donde las series diarias de época ‘La promesa’, ‘Valle salvaje’ o ‘Sueños de libertad’ (un filón en audiencia como la serie española más vista) son los grandes exitazos, así como en magacines como ‘El programa de Ana Rosa’ o ‘Y ahora, Sonsoles’. Los jóvenes, el público más deseado por los anunciantes de siempre, cada vez ceden más terreno. No es que no esté, es que se ha ido a otras ventanas.
“Aquella oferta de la tele tradicional que es capaz de conquistar a los mayores es la que tiene todas las papeletas de ser la cadena líder. Por eso Antena 3 tiene un perfil mucho más mayor que La 1, es casi más parecido al de La 2 en edad”, recuerda Eleta. Más de la mitad de los espectadores de ambos canales tienen más de 65 años.
Es la pescadilla que se muerde la cola: si no hay jóvenes, no emiten contenido para jóvenes y, por lo tanto, esto lleva a que tampoco vengan más jóvenes a verla. Están en otras ventanas, sobre todo desde que justo hace 10 años, en 2015, llegó Netflix y explotó el ‘streaming’.
La tele sigue siendo de los eventos y del deporte
Si algo dejan claro las audiencias es que, a medida que las series han ido saliendo de la televisión tradicional, lo que sí sigue funcionando es el modelo de evento en directo. Están las galas de los realities (con la final de ‘Supervivientes’ como un pico en cuota de espectadores de este año), pero sobre todo está el fútbol, un eterno confiable. De las 50 emisiones más vistas de lo que llevamos de 2025, 40 están relacionadas con fútbol.
¿El otro gran pico de audiencia? Eurovisión, la octava emisión más vista del año con un 35% de cuota de pantalla. El festival de la canción tuvo en el de Rosa López de 2002 la emisión no futbolística más vista de la historia de España con un 85,2% de cuota de pantalla, pero curiosamente en 2005 con Son de sol no aparecía en el top-50 de los programas más vistos del año (pero sí Eurojunior). TVE ha sabido construir un relato y convertir Eurovisión en todo un acontecimiento. Entre otros eventos destacados en audiencia: los Goya, el concierto de fin de año o las campanadas. Lo malo es que solo suceden una vez al año.
“El fútbol sigue desafiando la fragmentación de audiencias, tiene todos los perfiles y en los últimos 15 años se ha unido uno muy muy joven. Está disparado en el target de niños y jóvenes”, apunta Eleta.
¿Quién ve la tele tradicional? Antes jóvenes; hoy mayores de 65
De 2005 a 2025 el perfil del espectador de la televisión tradicional ha cambiado por completo. La franja de edad más común frente al televisor hace 20 años era la que iba de los 25 a los 44, y esa siempre ha sido la favorita de los anunciantes. Una mina. Esa era el 30,9% de toda la audiencia. Hoy solo es el 13,3%.
Hoy, ante una sociedad también más envejecida, la que más se pone frente al televisor es la mayor de 65 años. En 2005, suponían un 25% del total; hoy son el 41,1% y subiendo, dado que la segunda franja más numerosa es la que va desde los 45 a los 64 años. Los niños y jóvenes hasta los 24 años ya son apenas el 7%.
El mayor cambio se ha dado precisamente en los últimos 10 años, desde la llegada de Netflix y el cambio de patrón que ha afectado a los contenidos y horarios. Eso ha hecho que en 10 años, la media de edad haya saltado de 50 a 58 años. “Eso cambia también el perfil comercial de la audiencia. Hay una generación silver con mucho poder adquisitivo y a la que quieren llegar los anuncios”, subraya Eleta.
¿Y entonces, dónde está la audiencia?
Una de las cosas que más ha cambiado en estos 30 años es la dificultad de saber dónde está la audiencia. Quizás los audímetros no daban con la medición perfecta, pero había un orden y una transparencia de datos que hoy las plataformas no muestran. Tampoco se miden bien los modelos híbridos, con grabaciones de los días anteriores.
“No se mide todo y no hay información consensuada, oficial y certificada para hacer el dibujo de la audiencia”, reconoce José Manuel Eleta, adjunto a la dirección de la consultora Barlovento: “El consumo de toda la vida cae y cae, pero no porque se estén marchando los espectadores, sino porque eligen opciones en el sofá que no pueden medirse. Los españoles seguimos pasando el mismo tiempo frente a la pantalla, o quizás más por los móviles.
Pero todo es audiencia invisible, con el que se compensa. Seguramente el titular real debía ser que se está consumiendo más que nunca, pero lo ven cuando al espectador le dé la gana y en el tiempo que considere, sin parrilla”.
Los concursos, reyes de la parrilla y la audiencia
Si en 2015 había 108 concursos; en 2024 hay 181, contando las autonómicas, según los datos de Barlovento (que incluyen en ese grupo los ‘reality-shows’). “Cuando se produce La Promesa se piensa en el público de más de 50, y con los concursos también. Hay poquísimos que tengan peso entre jóvenes; son todos mayores de 55 años. Y eso está dando a Antena 3 el liderazgo: ‘La ruleta de la suerte’ o ‘Pasapalabra’ son líderes y dan estabilidad y solidez al día a día, porque luego arrastran al público a los informativos. En los mayores de 55 años está el verdadero consumo televisivo”, explica Eleta: “Se presentan además como eventos, incluso sin ser en directo, y generan un ruido y boca a oreja social que te mantiene en vilo, lo que sigue funcionando en la tele de siempre. Si un género va a sobrevivir en la televisión son los concursos”.
En 1995, además de ‘La ruleta de la suerte’, teníamos concursos como ‘Lingo’ en La 2 (ese espacio nocturno en 2025 lo ocupa ‘Cifras y letras’, que curiosamente entonces estaba al mediodía), , presentado por Ramoncín, ‘El juego de la oca’ o ‘No te rías, que es peor’, no demasiado cultural. En 2005, ya tenemos ‘Saber y ganar’ en el mediodía de La 2, que este septiembre tendrá nuevo presentador los fines de semana: Rodrigo Vázquez.
Hoy los concursos ocupan incluso el ‘prime time’ con formatos como ‘The Floor’ y ‘La conexión’.
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