Revisitar ‘Perdidos’ y ‘Médico de familia’ para comentarlas... en ‘podcast’
Varias producciones de audio no profesionales repasan series completas ya concluidas para analizar cómo ha cambiado la ficción televisiva y la sociedad
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Que una serie se haya terminado no significa que quede en el olvido. Volver a ella, revisitar sus historias con los ojos de hoy es un ejercicio tan interesante como cargado de nostalgia. El momento de máximo apogeo de la producción televisiva coincide con la explosión del audio. Algunas propuestas aúnan ambos mundos en podcasts no profesionales en castellano sobre series ya terminadas.
El periodista Javier P. Martín tenía ganas de recuperar desde el capítulo uno Perdidos. Un podcast comentando la serie desde sus inicios, Perdidas (en ivoox, Spotify, Apple), fue la excusa perfecta. “Me apetecía que fuera una conversación sobre la serie, no un análisis puro por mi parte. Escucho muchos podcasts y entiendo la moda actual: es un medio que nos hace mucha compañía y tiene una buena mezcla de aprendizaje, humor y personalidad”, explica. Martín describe Perdidos como un caso extraño dentro de las series que marcaron época: “A diferencia de otras como Friends, Los Simpson o Aquí no hay quien viva, que son revisitadas constantemente, nadie parece engancharse a Perdidos por primera vez en 2022. Los que la vimos en su momento la vivimos como una experiencia única, y sabemos que cambió la ficción televisiva, pero no ha dejado un legado tan palpable como Los Soprano o Breaking Bad”. Cada entrega cuenta con uno o varios invitados para comentar dos episodios en una producción que se graba en casa de su presentador. “Lo bueno de internet es que puedes hacer cualquier cosa con pocos medios, y que la gente lo escuche, lea o vea”.
Mientras que Perdidas acaba de cumplir un año de emisión, Sexo en Nueva York Podcast (en iVoox, Spotify) arrancó en marzo de este año. En él, dos amigas, la periodista Raquel Piñeiro y la profesora Patricia Blanco, comentan la serie de Sarah Jessica Parker mientras divagan sobre sus vidas, con especial protagonismo de Pontevedra, la ciudad que las une. Los episodios los graban mientras charlan en la distancia por Skype. Para Piñeiro, la comedia de HBO es una serie que, a pesar de su importancia en la cultura popular, “ha sido denostada y vituperada por ser ‘de chicas’, frívola, consumista, etc., cuando es una de las series más ágiles y mejor escritas de las últimas décadas”. Las dos coinciden en que lo más complicado para sacar adelante el podcast es encontrar hueco para grabarlo. Aun así, les merece la pena. “Es casi una terapia. Tener un ratito a la semana para sentarte y hablar con una amiga es una maravilla. Yo pagaría por hacerlo”, dice Blanco. “Nos escriben oyentes contándonos que escucharnos es como estar tomando un café con unas amigas con las que te partes de risa, que es lo mejor que te pueden decir”, añade Piñeiro.
No solo las series extranjeras merecen un revisionado acompañado de podcast, también algunos títulos españoles que marcaron época son objeto de este examen actual. El humor es el protagonista de The Nacho Martín Project (en iVoox, Spotify, Apple) en el que el periodista Noel Ceballos y la estrella tuitera El Hematocrítico (el maestro y escritor Miguel López) desgranan Médico de familia. Van a ritmo pausado, porque el proyecto comenzó en 2014 y todavía están en la tercera temporada de la icónica ficción de Telecinco. ¿Por qué la serie de Emilio Aragón? “La ficción española despegó con Médico de familia”, resumen Ceballos. “Trajo muchas recetas de la tele norteamericana. Además, nos daba la sensación de que todo el mundo tiene un recuerdo nebuloso de sus personajes, sus decorados y tramas, pero volver a explorarlas desde la mirada del presente es una experiencia totalmente distinta: lo que a mediados de los noventa se considera un entretenimiento familiar blanco y políticamente correctísimo es, hoy en día, pura subversión punk que jamás podría emitirse en abierto por televisión”.
En 2017 arrancó Radio Azcona (en iVoox, Spotify), el podcast en el que Nacho Toribio, Alba Cordero y Lalachus (Laura Yustres) tiran de nostalgia para comentar Compañeros. Aunque reconocen que lo más complicado es encontrar tiempo “en la vida adulta” para dedicar una tarde a ver y comentar la serie, el esfuerzo les merece la pena por el hecho de quedar para merendar y hablar con amigos sobre la serie o cualquier otro tema que surja. “Cuando ves que otras personas te acompañan, que se ponen a escucharte e incluso a ver Compañeros, es realmente satisfactorio”, dicen Toribio y Cordero. En su caso, el proceso de grabación es todavía más rudimentario: una grabadora en el centro de la mesa. “Que no se pierda el componente divertido”, añaden sus autores. Aunque desde abril no graban nuevos episodios (se quedaron en el capítulo 11 de la tercera temporada de las 9 que tuvo la serie), esperan volver a juntarse para comentar las andanzas de Valle, Quimi y compañía “con una tarrina de hummus y rosquillas de chocolate”.
¿Qué tal han envejecido estos títulos? “Perdidos fue una serie bisagra que se ceñía a las reglas tradicionales de la televisión en abierto estadounidense de los noventa, pero las fue dinamitando y haciendo cosas que por aquel entonces eran muy novedosas y revolucionarias”, dice Javier P. Martín. Con esta revisión ha cambiado su opinión sobre algunos personajes, como Jack, que “se ha revelado como un pesado monumental, un tipo tóxico que va lloriqueándole a las mujeres cuando no le hacen casito”. Para las autoras de Sexo en Nueva York Podcast, su serie ha envejecido regular, tirando a mal. “Todo lo que tiene que ver con políticas de género es complejo”, dice Raquel Piñeiro. “La serie fue pionera y es a la vez revolucionaria y, en ocasiones, reaccionaria. Hay millones de cosas que chirrían, pero muchas ya chirriaban entonces. Pero sigue aguantando de maravilla infinitos revisados”, completa.
Noel Ceballos destaca la enorme distancia que hay entre el recuerdo de Médico de familia como producto para toda la familia y su realidad. “Si estos guiones se rodasen hoy en día, la fiscalía actuaría de oficio: chistes sobre la pederastia, clasismo salvaje, continuas referencias sexuales, racismo, homofobia... Volver a ver estas primeras temporadas es darte cuenta de todo lo que hemos avanzado, pues la serie no era más que un reflejo de aquella sociedad”. Para Nacho Toribio y Alba Cordero, en Compañeros “hay cosas tremendamente avanzadas para su tiempo”. Aun así, reconocen que, al tratarse de una serie que comenzó en 1998, aún faltaban muchos pasos que dar en cuestiones de machismo, homofobia o inclusión.
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