Así son las nuevas apps de mensajería que están plantando cara a WhatsApp
Snapchat y Telegram introducen cambios para captar usuarios, y despuntan Kik y Wire
WhatsApp sigue intratable en el cada vez más importante mundo de las aplicaciones de mensajería, como demuestran los 1.000 millones de usuarios activos que la usan al menos una vez al mes, según la compañía. A pesar de esa cifra absolutamente espectacular, sus competidores directos, Telegram y Snapchat, están logrando también crecer en número de usuarios.
Los cambios introducidos últimamente en ambas aplicaciones han logrado convencer a muchos de que merece la pena usarlas, bien sea como aplicación principal o secundaria de mensajería. Al igual que es común usar varias redes sociales, cada vez más gente utiliza varias aplicaciones de mensajería. Un fenómeno que se produce porque estas incorporan funciones que marcan diferencias con la competencia.
La aplicación canadiense Kik, por ejemplo, ha logrado hacerse bastante popular entre los adolescentes de Estados Unidos gracias a que permite un anonimato absoluto. No está conectada con redes sociales ni vinculada a un número de teléfono. Basta con registrarse con cualquier nombre y elegir una foto de perfil para comenzar a chatear. Desde su creación en noviembre de 2012 hasta agosto de 2015 había logrado que 240 millones de usuarios estuviesen registrados.
Entre las últimas apps en llegar a esta fiesta está Wire, en la que participa Skype. Su punto fuerte es que sus creadores dicen que es incluso más segura que Telegram. También hay otras plataformas veteranas que pelean por llevarse su parte del pastel, como Line. La empresa propietaria de esta aplicación, muy popular en algunos países de Asia, tenía 215 millones de usuarios únicos activos al mes en 2015.
Cuando se lanzó Line un problema que probablemente frenó su expansión fue que los teléfonos de hace unos años se ralentizaban al cargarla porque requería de demasiados recursos, algo que no sucedía con WhatsApp. En agosto de 2015 se lanzó una versión más ligera de Line, quizá algo tarde.
Un juego a tres bandas
Una señal indica que, a pesar de su enorme número de usuarios activos, WhatsApp ha entendido que a la competencia hay que tomársela en serio: en unos meses dejará de funcionar en sistemas operativos móviles en decadencia, como Symbian o Blackberry, un paso necesario para poder modernizarse y ofrecer funciones similares a las de Snapchat y Telegram, sus más serios rivales, al menos si nos atenemos al crecimiento de ambas aplicaciones.
Los responsables de Telegram comunicaron que habían alcanzado los 100 millones de usuarios activos en febrero, una cifra que no está nada mal si se tiene en cuenta que sólo tiene dos años de vida. En la web de Snapchat se dice que hay 100 millones de usuarios activos diariamente, aunque fue fundada en 2011, por lo que su crecimiento no ha sido tan rápido como el de Telegram. A pesar de ello, muchos la toman bastante en serio porque en Estados Unidos, según la compañía, el 60% de las personas de entre 13 a 34 años la utilizan, algo que ha logrado que esté en el punto de mira de las empresas que desean llegar a ese grupo de población.
Ambas aplicaciones tienen en común que están rompiendo las barreras de lo que hasta ahora se entendía que era una aplicación de mensajería. Telegram ha optado por potenciar la seguridad y los grupos, que desde hace pocas semanas pueden estar formados por hasta cinco mil miembros. Snapchat, además de chatear, permite contar historias con imágenes en público y sus usuarios pueden informarse a través de los medios de comunicación que están presentes en la plataforma. También se retransmiten eventos en directo.
Hace pocos días Snapchat realizó una importante renovación de su servicio. Es lo que la compañía ha denominado chat 2.0, una serie de funciones que acercan la aplicación a lo que ofrece WhatsApp. Ya es posible realizar llamadas y mandar mensajes de audio o vídeo. También se pueden usar las llamadas pegatinas, que no son otra cosa que emoticonos bastante sofisticados. Una moda que inició Line en su momento y de la que recogió el testigo Facebook Messenger.
La aplicación canadiense Kik ha logrado hacerse bastante popular entre los adolescentes de Estados Unidos gracias a que permite un anonimato absoluto
Estas novedades parecen un intento por atraer a aquellos usuarios que ven a Snapchat como algo demasiado exótico y alejado de lo que se espera de una aplicación de mensajería. No hay que olvidar que uno de sus elementos más característicos es la posibilidad de compartir fotos y vídeos en público a todos los contactos de la misma forma que en una red social. También en esto se han introducido cambios: todas las historias compartidas en público se muestran seguidas, sin tener que ir seleccionando una por una, una función que parece pensada para aumentar la audiencia de estos mensajes.
Lo que no cambia es la fugacidad. Esto fue lo que hizo popular la aplicación entre aquellos que les parecía buena idea que las imágenes y mensajes no se almacenasen en el teléfono del que las recibía. Una cualidad que hizo que muchos vieran en sus comienzos a Snapchat como una app exclusivamente diseñada para practicar sexting.
Telegram, en cambio, parece estar intentando ganar usuarios intentando sustituir con sus grupos a los tradicionales foros, como demuestra que ya existan varios de estos grupos de Telegram creados por usuarios del que es el mayor foro de España: Forocoches. Incluso existen webs especializadas en encontrar grupos sobre toda clase de temas.
Ya es posible realizar llamadas y mandar mensajes de audio o vídeo por Snapchat
Otro de los puntos fuertes de la app es que es bastante útil para compartir archivos, pues estos pueden tener hasta 1,5 gigas de capacidad, suficiente para enviar un largometraje con resolución Full HD, y cuenta con almacenamiento en la nube. Lo que facilita que no haya que guardar en el teléfono los mensajes y fotos. Además, funciona con ordenadores y tabletas mucho mejor que WhatsApp, incluso es posible crear enlaces en una web que lleven a un grupo de Telegram. En el blog de la aplicación se enumeran las últimas novedades que se introdujeron en febrero, la mayoría de ellas precisamente destinadas a reforzar los grupos. También se mejoró el soporte para crear usuarios virtuales, bots, que pueden responder a preguntas básicas, algo que permite realizar por ejemplo un pedido a domicilio. Telegram también admite gifs, mientras que WhatsApp no.
Es difícil saber si queda hueco para que alguna nueva plataforma pueda despuntar entre WhatsApp, Telegram y Snapchat. Algunos miran a Google. Hubo un tiempo en el que el chat de Gmail, hoy reconvertido en hangouts, era más importante que WhatsApp. Pero no se supo adaptar a su uso en móviles. Hace poco se filtraba que los de Mountain View podrían estar a punto de intentar recuperar el terreno perdido a través de una aplicación llamada Google Space, que probablemente vendría instalada por defecto en la próxima versión de Android. Aunque como Google+ ha demostrado a la hora de la verdad eso no supone una gran ventaja.
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