Los once errores que seguirás cometiendo (o no) en 2022

El conocimiento sobre reciclaje doméstico aumenta año a año, pero hay residuos que aún provocan cierta confusión entre los ciudadanos. Resolvemos algunos de los casos más habituales

Botella champán Espacio Eco
pidjoe (Getty Images)

Dos millones de españoles se subieron al tren del reciclaje doméstico en 2020, estima un estudio de Catchment para Ecoembes. Unos celebrados neófitos que hacen que ya sean 39 millones las personas que dicen separar la basura en sus hogares. No dejan de crecer tanto las buenas intenciones como el conocimiento en la gestión de residuos doméstica. Pero novatos y expertos siguen incurriendo, año tras año, en los mismos fallos a la hora de tirar sus residuos. Objetos como las bandejas blancas de poliespán, los corchos de las botellas o los espráis de desodorante aún siembran la confusión entre los ciudadanos concienciados. A continuación, explicamos cómo no volver a cometer estos once errores frecuentes.

El error. Tirarlo al cubo amarillo porque el mango es de plástico, y como bien es sabido todo lo que es de plástico va al contenedor de ese color.

Dónde tirarlo y por qué. Efectivamente, los cepillos de dientes tienen un mango de un plástico rígido y duro, generalmente a base de polietileno o polipropileno, lo que podría hacernos pensar que su sitio es el contenedor amarillo. Pero a este cubo, indica Ecoembes, solo se destinan envases de plástico, no cualquier objeto de plástico. La solución más habitual es tirar el cepillo a la basura normal, el contenedor o cubo gris con tapa naranja, también llamado fracción resto. El tubo de dentrífico, por cierto, sí se deposita en el cubo amarillo porque sí es un envase.

El error. Dejarlas caer en el váter y accionar la cadena. O depositarlas en el amarillo engañados por su consistencia plástica.

Dónde tirarlo y por qué. A pesar de su tacto similar al plástico, las lentes de contacto no son un envase y por tanto no van al amarillo. Tampoco es una opción tirarlas por el inodoro: un estudio de 2018 de la Universidad de Arizona demostró que las lentillas no son biodegradables y, al llegar al mar, permanecen casi intactas, lo que representa un gran peligro para la vida marina. De nuevo, la única alternativa es depositarlas en el cubo gris. Los blísteres que las contienen y el bote de líquido limpiador sí van al cubo amarillo.

El error. Sacarlos una vez al año de la cartera (mejor opta por un recibo electrónico) y hacer canasta en el contenedor gris pensando que no son papel, papel.

Dónde tirarlo y por qué. Aunque a los tickets de la compra se les aplica un tratamiento específico para aumentar la resistencia del papel, estos residuos se reciclan de la misma manera que una caja de cartón de cereales o un periódico. Los recibos, reconocibles por su aspecto brillante, también se depositan en el cubo azul, el destino de la basura de papel y cartón.

El error. No parecen plástico, de papel tampoco son, del vidrio nos olvidamos… Por descarte, al cubo gris.

Dónde tirarlo y por qué. La bandeja de corcho blanco, usada para contener alimentos y en la entrega de comida a domicilio, es uno de los objetos que siembra más dudas entre los ciudadanos que reciclan. Según el citado estudio de Catchment, tan solo el 42% asocia este residuo a su contenedor correcto, el amarillo, en comparación, por ejemplo, con el 78,6% que liga una botella de agua a ese cubo-. Pero ese corcho blanco de las bandejas no es otra cosa que poliestireno expandido, un tipo de plástico conocido como poliespán que también debe ir al contenedor de envases.

El error. Depositarlas en un contenedor verde, el lugar correcto para cualquier cosa que sea así como de cristal.

Dónde tirarlo y por qué. Al contenedor verde solo se pueden tirar envases de vidrio como botellas, tarros o frascos. Aunque las bombillas tengan algo de este material, en su fabricación se utilizan muchos elementos que hacen inviable su reciclaje en estos contenedores. La solución rápida hay que tirarlas en el cubo gris. De nuevo, lo idóneo es llevarlas al punto limpio. Existen también asociaciones como Ambilamp que ponen puntos de reciclaje a disposición del ciudadano en supermercados y tiendas especializadas.

El error. No tener ni idea y por tanto tirarlo al gris.

Dónde tirarlo y por qué. En su gran mayoría, los corchos se fabrican a partir de madera de alcornoque, lo que los convierte en un material natural y orgánico. Si el corcho que nos ocupa es un corcho normal, de los marrones, irá al contenedor marrón, el destinado a la materia orgánica, si ya lo tienes disponible en tu municipio. Existen alternativas sintéticas que deberán ir al cubo amarillo. Al gris van el morrión, la jaula de alambre que se encaja en el tapón, y la cápsula metálica que recubre algunos corchos.

El error. Como en todo artículo nuevo o desacostumbrado, aquí el patrón de fallo es disperso. Se han reportado casos de mascarillas en contenedores marrones, amarillos e incluso azules.

Dónde tirarlo y por qué. Las mascarillas han sido el residuo estrella de 2020 y 2021. Según datos del asistente AIRE, se registraron 8.500 consultas sobre este objeto y los geles hidroalcohólicos en lo que va de año. Cualquier clase de mascarilla, tela, quirúrgica o filtrante, tiene que tirarse en el contenedor gris, a ser posible con las cuerdas cortadas. A ese cubo también se destinan los populares test de antígenos excepto la caja de cartón, que irá al azul.

El error. Ofuscados por su tacto metálico, es habitual tirar botes de desodorante al cubo gris.

Dónde tirarlo y por qué. Como en el caso de las bandejas de corcho blanco, estos objetos se cuentan entre los menos asociados al cubo amarillo, el sitio donde hay que depositarlos: solo el 37,1% de las personas que reciclan tienen claro que ese es el destino correcto. En este cubo, que también es el adecuado para envases metálicos, tiraremos aerosoles, espráis y pulverizadores de espuma de afeitar, crema solar, ambientadores, nata montada…

El error. Estén manchadas o no van al azul. Son papel, ¿no?

Dónde tirarlo y por qué. Sí, pero no. Las servilletas están fabricadas con celulosa y por tanto, en la mayoría de los casos, se tiran al cubo azul, el adecuado para residuos de papel y cartón. La excepción viene cuando estas servilletas están muy manchadas de restos orgánicos, esto es, de comida, algo que complica en exceso el reciclaje de este material en las plantas de tratamiento. En estos casos tendremos que tirarlas al cubo marrón.

El error. Depositarlos en el contenedor verde por su similitud sonora con el vidrio cuando se rompen.

Dónde tirarlo y por qué. Las propiedades de la porcelana y la cerámica de los platos se asemejan a las del vidrio, pero no por ello han de compartir contenedor. Su composición y temperatura de procesado son distintas y requieren tratamientos diferentes. Cuando un plato se te haga añicos lleva los fragmentos al punto limpio. Aquí puedes consultar el más cercano.

El error. No caer en su naturaleza vegetal y tirarlo al cubo gris como si de ceniza se tratase.

Dónde tirarlo y por qué. Los posos son lo que queda tras haber extraído la esencia del café, una mera transformación de un producto vegetal. Por tanto, este residuo es un resto orgánico que habrá que depositar en el cubo marrón, también aprovechable para elaborar compost casero.

AIRE, un asistente virtual y gratuito para aclarar tus dudas

AIRE es un asistente virtual que resuelve de forma gratuita las cuestiones sobre el reciclaje de residuos domésticos. Las consultas se pueden hacer mediante mensajes escritos, de voz o subiendo una foto del objeto sobre el que se duda. AIRE tiene su propia app y una versión web, y está disponible en castellano, euskera, gallego y catalán.

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