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La feliz (y necesaria) convivencia entre robots y cirujanos

La cirugía robótica permite intervenir con una única incisión, minimizar el dolor postoperatorio y acortar los tiempos de recuperación. Son ventajas que hace posible el robot Da Vinci Single Port, el modelo más avanzado en su campo. Ya está disponible en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela (Madrid)

El robot Da Vinci Single Port es capaz de intervenir con una sola incisión, a diferencia de las cinco que necesitaba su antecesor. /SANITAS

Desde hace años, humanos y robots comparten en armonía los quirófanos de los hospitales de España. Es cada vez más frecuente ver, con cierto asombro y sana incredulidad, cómo los cirujanos, sirviéndose de una consola, mueven unos brazos robóticos con precisión milimétrica, como si se tratase de una extensión de sus propias extremidades. Y abren, suturan, extraen, sellan. Todo con una eficacia extrema y sin el menor riesgo para el paciente.

Esta ciencia ficción quirúrgica tiene ya un gran impacto en la realidad sanitaria. La cirugía robótica ya se utiliza habitualmente en campos como la urología o la ginecología, además de en cirugía general, y está “en plena expansión en ortopedia, y cirugía torácica y cardiaca”, contextualiza Ignacio Moncada, jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela (Madrid), que lleva más de 1.200 intervenciones robóticas a sus espaldas: “Para el paciente, la cirugía robótica no solo es una cuestión de alta tecnología: es sinónimo de una mayor precisión, menor dolor y una recuperación más rápida y funcional. Representa un paso adelante hacia una medicina más personalizada, segura y humana”. Y ofrece un dato: hoy más del 80 % de las prostatectomías por cáncer de próstata en Estados Unidos ya se llevan a cabo con robot.

En España, la robótica es un avance que “está cambiando el paradigma quirúrgico”, prosigue el doctor Moncada: “Está marcando una revolución comparable a la introducción de la laparoscopia. Particularmente en urología, la cirugía robótica es el nuevo estándar en varias patologías y está mejorando los resultados funcionales sin comprometer los resultados oncológicos”. Un método que también conlleva “una nueva lógica de formación, organización y relación con la tecnología, preparando el terreno para una futura cirugía más inteligente, integrada y personalizada”, entiende el especialista.

El nivel de precisión y flexibilidad de la cirugía robótica, que se apoya en una cámara de alta definición para guiar la mano del cirujano, hace posible intervenir en zonas de gran complejidad anatómica y difícil acceso. Esta tecnología supone, por tanto, un salto cualitativo respecto a la cirugía laparoscópica tradicional, que también se sirve de pequeñas incisiones y cámaras, pero que tiene más limitaciones en cuanto a la maniobrabilidad de los instrumentos quirúrgicos. “Por ejemplo, el robot permite resecar tumores con márgenes más ajustados, evitando dejar tejido tumoral pero también conservando más tejido sano”, detalla Moncada.

Un nuevo robot cinco veces más efectivo

El robot que protagoniza la mayoría de las cirugías en España es el Da Vinci. Su presencia no deja de crecer: según datos del fabricante ABEX, en 2024 su uso aumentó un 25% en los hospitales de todo el país. Entre estos centros se encuentra el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela (Madrid), que se ha situado a la vanguardia de la cirugía robótica al ser uno de los primeros en incorporar el robot Da Vinci Single Port, la última evolución de esta máquina, que es capaz de intervenir con una sola incisión, a diferencia de las cinco que necesitaba su antecesor, el Da Vinci Multi Port. Este único acceso proporciona una visión anatómica de 360 grados y aumenta la eficacia en tratamientos de enfermedades como el cáncer de próstata o los tumores renales. “Gracias a una única incisión ⎯en lugar de las cinco habituales⎯, es posible introducir todos los instrumentos a través de un solo acceso, lo que proporciona una visión anatómica de 360 grados y favorece una recuperación más rápida del paciente, que puede ser dado de alta en las primeras 24 horas”, detalla el doctor Moncada.

Gracias a una única incisión ⎯en lugar de las cinco habituales⎯, es posible introducir todos los instrumentos a través de un solo acceso, lo que proporciona una visión anatómica de 360 grados y favorece una recuperación más rápida”
Ignacio Moncada, jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela (Madrid)

El avance es sanitario, pero también conlleva una transformación profunda de la profesión. La redefine. “Contar con la ayuda de un robot supone para un cirujano un cambio profundo en su manera de operar, pensar y relacionarse con la tecnología. No es simplemente una herramienta más, sino una extensión sofisticada del cuerpo humano y de la mente quirúrgica”, argumenta Carlos Díez, director gerente del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela. “Es acceder a una plataforma que potencia su capacidad técnica, mejora los resultados para el paciente y redefine su rol profesional”.

Contar con la ayuda de un robot supone para un cirujano un cambio profundo en su manera de operar, pensar y relacionarse con la tecnología. No es simplemente una herramienta más, sino una extensión sofisticada del cuerpo humano y de la mente quirúrgica"
Carlos Díez, director gerente del Hospital Universitario Sanitas la Zarzuela

Pero los beneficios de esta tecnología son también estructurales. El impacto no se queda en el quirófano: repercute en todo el centro sanitario. “La incorporación del robot Da Vinci SP refuerza el compromiso de Sanitas Hospitales con la innovación y la excelencia médica”, comenta Susana Quintanilla, directora general de Sanitas Hospitales. “La precisión y eficiencia de estos sistemas permiten reducir los tiempos quirúrgicos y de recuperación de los pacientes, lo que incrementa nuestra capacidad para realizar más procedimientos en el mismo periodo”.

En busca de cuidados más humanos

La visión de Sanitas Hospitales es clara: desarrollar un modelo asistencial que combine la excelencia en la atención médica con unos cuidados más humanos. Un enfoque que se sustenta en la atención integral, en el detalle en cada etapa que atraviesa el paciente: desde el principio, con un diagnóstico preciso y personalizado, hasta el final, con un acompañamiento cercano durante la estancia hospitalaria. La cirugía robótica constituye una de las herramientas con mayor potencial para avanzar hacia ese cambio de paradigma, cuyos pilares son la personalización de la medicina, el bienestar global del paciente y la humanización del cuidado. Los hospitales de Sanitas tienen cinco robots Da Vinci —uno de ellos es el nuevo Single Port— que operan en las especialidades oncológicas de urología, cirugía general, cirugía torácica, otorrinolaringología y ginecología. El total de intervenciones ya supera las 2.000.

La precisión y eficiencia de estos sistemas permiten reducir los tiempos quirúrgicos y de recuperación de los pacientes, lo que incrementa nuestra capacidad para realizar más procedimientos en el mismo período"
Susana Quintanilla, directora general de Sanitas Hospitales

El protagonista primordial de esta transformación es, de nuevo, el paciente. La cirugía robótica se traduce en un menor miedo al quirófano, intervenciones menos lesivas y una vuelta más rápida a la normalidad. Tras los mandos, por supuesto, siempre estará un cirujano experto, el factor humano que garantiza precisión, calidad y empatía en las operaciones. “Seguimos impulsando la innovación como pilar fundamental de nuestro modelo asistencial”, concluye Quintanilla. “Para ello, vamos a continuar priorizando la humanización del cuidado y proporcionando a los pacientes un servicio de última generación, respaldado por la tecnología y la excelencia médica”