Cómo la energía solar de una segunda residencia puede reducir la factura eléctrica del domicilio habitual

El precio desbocado de la electricidad está minando las economías domésticas. Para muchas familias, las energías renovables se han convertido en una pieza clave para sobrellevar el imparable ascenso de la tarifa de la luz. La energía solar es la que más ha crecido en el último año. Según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2021 se colocaron en nuestro país 1.203 MW de nueva potencia fotovoltaica en instalaciones de autoconsumo (un 39% en residencias). La cifra supone un incremento del 101,84% con respecto a 2020.

Holaluz, compañía de transición energética 100% de origen renovable, emprendió hace dos años La Revolución de los Tejados, un movimiento que busca transformar los metros cuadrados de los tejados en energía verde. La compañía aspira liderar el cambio de modelo energético actual por uno más justo basado en la generación distribuida y renovable.

El potencial de un tejado

El formato de consumo que propone es híbrido, descentralizado y de generación distribuida. En lugar de producir electricidad en grandes centrales situadas a kilómetros de distancia, la energía se crea en pequeñas centrales para ser utilizada justo debajo del propio tejado y por familias que residan en un radio de un kilómetro de distancia.

Su propuesta se basa en aprovechar el total de la capacidad de cada tejado instalando tantas placas como sea posible. El objetivo es que cada cliente reduzca su factura eléctrica al máximo, hasta llegar (si es posible) a los cero euros

Una propuesta que beneficia a los consumidores y al planeta. Es sostenible (está basada en renovables), aumenta la eficiencia (se elimina el 20% de las pérdidas energéticas ocasionadas por el calentamiento durante el trayecto, lo que se conoce como el efecto Jolue) y es más económica (al reducirse los costes de transporte).

Energía “compartida” en varias viviendas

“Solo quiero autoconsumo” no es la frase que inspira La Revolución de los Tejados. Holaluz recomienda aprovechar el total de la capacidad de cada tejado instalando tantas placas como sea posible. El objetivo es que cada cliente reduzca su factura eléctrica al máximo, hasta llegar (si es posible) a los cero euros. La compañía garantiza una cuota de ahorro fija por contrato; de esta forma, dará igual que ese mes llueva o no haga sol.

Al mismo tiempo, ofrece aprovechar el sobrante energético convirtiéndolo en ahorro. Además de comprar toda la electricidad que no se consuma (a 10 céntimos €/kWh, un precio por encima de la media del mercado), utilizan ese excedente para, si es el caso, reducir la factura de otra vivienda que el cliente tenga.

La innovadora fórmula permite sacar el máximo provecho a una instalación fotovoltaica instalada en una segunda residencia. Si el domicilio habitual no permite la instalación de paneles (por ser, por ejemplo, un piso) pero se dispone de otra casa que sí acepta la colocación de placas solares, se usará la energía sobrante que se genere en esa segunda vivienda para abaratar factura eléctrica de la primera. Disfrutar de los beneficios de la energía solar nunca ha sido más fácil.

Apuesta por la sostenibilidad

La fotovoltaica juega un importante papel en la transición energética. Desde Holaluz aseguran que convertir 10 millones de tejados permitirá pasar de un 40% de energía renovable (cifra actual) a un 80%, reduciendo así las emisiones de CO₂ en un 60%. Estaríamos, por tanto, más cerca de cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea en el recién aprobado REPowerEU (donde se plantea el objetivo de duplicar la capacidad solar fotovoltaica para 2025 e instalar 600 GW para 2030).

Frente a las instalaciones de autoconsumo, las de generación distribuida ofrecen muchas más ventajas. Al ser compartidas, se necesita un 29% menos de instalaciones, se ahorra un 28% más de CO₂ (1,84 toneladas al año, frente a las 1,43 toneladas de una instalación de autoconsumo) y aumenta la eficiencia y sostenibilidad global

La fotovoltaica es clave en la transición energética: convertir 10 millones de tejados permitirá pasar del 40% de energía renovable actual al 80%, reduciendo las emisiones de CO₂ en un 60%

La demanda de electricidad en el mundo se multiplicará por tres debido a la electrificación del hogar y la introducción del vehículo eléctrico. La Revolución de los Tejados también prepara a los consumidores para el modelo energético que llegará en los próximos años: más independiente, apoyado en nuevos sistemas de calefacción y refrigeración y enfocado a la movilidad sostenible.

Cómo unirse a la Revolución

Formar parte de La Revolución de los Tejados es muy sencillo. Tan solo hay que darse de alta en Holaluz. La compañía se encarga de todos los trámites (incluyendo la subvención NextGen y la bonificación del IBI), del estudio previo, del montaje de las placas, la gestión de los excedentes de energía y de las futuras revisiones. Ahora es el momento, las bonificaciones llegan a cubrir hasta el 55% de la instalación.

El cliente puede afrontar sufragar el coste de la instalación, con lo que la energía que produzca solo se disfrutará en el suministro y la que no se use se descontará de la factura de esa residencia o de una segunda. En el caso de que el propietario no quiera costear las placas solares, la compañía ofrece financiar el 100% del coste de la colocación, encargándose también de la gestión de la energía.

El tamaño importa

El objetivo de La Revolución de los Tejados es lograr el máximo ahorro en la factura de la luz. La manera de conseguirlo es colocando la mayor cantidad de placas solares que soporte el tejado.

¿Cómo saber el ahorro que supone colocar un cierto número de placas? Holaluz ha hecho el cálculo considerando una factura eléctrica de 100 euros al mes.

• Instalación pequeña de 6 placas: el ahorro mensual sería de 41 euros.

• Instalación media de 16 placas: el ahorro mensual sería de 70 euros.

• Instalación grande de 20 placas: el ahorro mensual sería de 95 euros.

• Instalación muy grande de 30 placas: el ahorro sobrante podría ser compartido con segundas residencias o en la factura del gas.