Cómo disfrutar (y cuidar) de los océanos sin ser un experto marino
En el Día Mundial de los Océanos recordamos todas las bondades que nos dan, cuánto los necesitamos y la importancia que tiene su cuidado. No hace falta ser un experto o profesional del mar para generar un impacto positivo, tomando decisiones acertadas en el día a día se puede formar parte del cambio. Por ejemplo, optar por unas vacaciones sostenibles. En este sentido, el Grupo Iberostar impulsa el turismo responsable sensibilizando sobre la importancia de cuidar los ecosistemas marinos.
Cubren más del 70% de la Tierra y sustentan a todos los organismos terrestres. Son los pulmones del planeta, pero no los tratamos como merecen. El Día Mundial de los Océanos ha escogido este año como lema El océano, vida y medio de subsistencia. Con razón: sus aguas producen al menos el 50% de nuestro oxígeno y absorben el 30% del dióxido de carbono que generamos, amortiguando el calentamiento global. Además, los océanos albergan la mayor proporción de biodiversidad y son la fuente principal de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Claves también para nuestra economía, se estima que 40 millones de personas trabajarán en industrias relacionadas con los océanos en 2030.
Pero siendo tan vitales, necesitan de nuestra ayuda. El 90% de sus poblaciones de peces grandes están mermadas; el 50% de los arrecifes de coral, destruidos, y los contaminamos con más de 12 millones de toneladas de plásticos al año, según datos de la Fundación Aquae.
En su Día Mundial, Naciones Unidas nos alerta para que comprendamos su valor y reconectemos con los océanos “aprendiendo de las lecciones del pasado”.
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Los océanos son esenciales para el Grupo Iberostar, que tiene el 80% de sus hoteles en primera línea de mar. El grupo hotelero se preocupa de proteger los ecosistemas y la biodiversidad de las regiones donde opera y la conexión con los mares forma parte de la experiencia de ocio que ofrece a sus clientes. Iberostar anima al turismo responsable compartiendo las prácticas que aplica a diario en sus instalaciones para que todo viajero pueda seguirlas y ayudar a los océanos.
Identificar fuentes de contaminación. “Si lo ves o lo hueles, avisa”.
Con ayuda de la tecnología y programas específicos, ya existen protocolos que permiten detectar estas emisiones, pero denunciarlas o alertar a sus responsables es tarea de todos, y la cooperación individual sigue siendo esencial en este terreno.
Reducir los plásticos de un solo uso. “Ya sabes dónde terminan”.
Abruma pensar que se arrojan más de 200 kilos de plástico a mares y océanos por segundo, de los que el 70% baja al fondo marino y el 15% se queda flotando en la superficie. Pionera en librarse de los plásticos de un solo uso, esta compañía ahorró 607 toneladas de desperdicios plásticos en el año 2019 y, por ejemplo, el Star Camp (el club para los más jóvenes) de su complejo en Playa Paraíso (Riviera Maya) se ha fabricado con 6.500 kg de plástico reciclado (equivalentes a 32.500 envases de 5 litros).
Practicar la economía circular. “Reciclar es cosa de todos”.
Prolongar la vida útil de los productos y reducir los residuos cotidianos tendría un efecto multiplicador impresionante si lo practicamos todos. La hotelera se compromete a dejar de enviar desechos a los vertederos en 2025, para lo que reducirá, reutilizará y reciclará todos los productos físicos que entren en sus instalaciones. Para ello, ha creado un departamento global denominado 3R (Reduce-Reutiliza-Recicla) que centraliza la gestión de residuos en los hoteles y es el responsable de medirlos y analizarlos para identificar los cambios necesarios que permitan su reducción, además de asegurar su correcta separación.
Consumo responsable, también en las comidas. “Tirar comida es feo”.
Y para eso, hay que comprar y pedir la cantidad que realmente necesitemos. Iberostar cuenta con tecnología asistida por inteligencia artificial que categoriza y cuantifica qué tipos de comida se desperdician en sus servicios de comida. El proyecto piloto realizado en Iberostar Cristina (Mallorca), ha logrado reducir el desperdicio de alimento en un 30% en solo 10 meses.
Vigilar la huella de carbono. “Reduce tu impacto medioambiental”.
Nuestros actos cotidianos (cómo nos calentamos o refrescamos, si comemos alimentos que viajan desde lejos…), dejan una huella perjudicial para el clima. Cuando estamos de vacaciones, tranquiliza elegir un hotel que se compromete a compensar esas emisiones, al menos el 75% a través de soluciones basadas en la naturaleza en los destinos en los que opera, si sus operaciones aún dejaran alguna huella de carbono para 2030.
Instruir a las futuras generaciones. “Predica con el ejemplo”.
No podemos transmitir a los más jóvenes algo por lo que no mostramos interés ni nos ven practicar. Las actividades para niños y adolescentes que programan los Star Camp de los hoteles Iberostar promueven el respeto por el medioambiente y su Ocean Day es una jornada completa destinada a familiarizarles con la vida submarina.
Disfrutar de los mares de forma sostenible. “Que no muera la belleza”.
Si buceamos para admirar los fondos marinos, hagámoslo con cuidado: sin tocar, manteniendo distancia y sin usar aletas ni cremas solares comunes. Así pueden visitarse los viveros de coral de Iberostar en la República Dominicana, México y Jamaica y pronto el de Aruba, donde el grupo restaura arrecifes coralinos.
Consumir conscientemente pescados y mariscos. “Somos lo que comemos”.
Ser conscientes de lo que comemos también contribuye al equilibrio de las especies y su sostenibilidad. Iberostar fue la primera cadena hotelera en España, República Dominicana y México en contar con cadena de custodia MSC en los restaurantes de sus hoteles. Hoy ofrece pescado certificado en 14 de sus restaurantes de todo el planeta.
Apoyar el turismo responsable. “Disfruta cuidando”.
Conservar la belleza, el oxígeno y el alimento que nos proporcionan los océanos depende de todos. Cuidando el medioambiente aseguramos su disfrute duradero. Los empleados de esta hotelera, formados y concienciados, dan consejos útiles a sus clientes para mejorar sus rutinas de reciclaje o consumo energético. Además, la cadena hotelera lanza su proyecto WOC Discovery para acercar la vida submarina a los clientes e incorporar su compromiso en la experiencia de cliente.
Súbete a la Ola de cambio
El compromiso del Grupo Iberostar con los océanos y para liderar el turismo responsable se refleja en su movimiento pionero Wave of Change (Ola de cambio) que la hotelera inició en 2017. Abierto a la participación individual en proyectos de conservación, se centra en tres líneas de acción: economía circular, fomento de consumo responsable de pescados y mariscos y mejora de la salud costera. Su portal web (https://waveofchange.com/es/) explica los compromisos del Grupo y la hoja de ruta que se ha fijado a través de su Agenda 2030 propia, así como sus logros en cada materia, que se miden y evalúan de manera permanente.
A largo plazo, la compañía ha adquirido cinco grandes compromisos:
1. Todos sus hoteles quedarán libres de residuos para 2025 y neutrales en carbono para 2030.
2. El 100% de sus pescados y mariscos serán de fuentes responsables en 2025 (un 41,1% ya lo cumple).
3. Invertirá en la salud de los ecosistemas en torno a sus hoteles para que mejoren ostensiblemente antes de 2030.
4. El 90% de los clientes alojados en sus instalaciones conocerá el movimiento Wave of Change en 2023.
5. El grupo se autoimpone el reto de que, en 2030, el número de hoteles que hayan adoptado la certificación de turismo responsable sea el doble de los que incluya su portfolio en esa fecha.