Zamora cobrará nueve euros al año por tener perro
El Ayuntamiento de la capital quiere sufragar los gastos de más zonas caninas y evacuatorios, censo y bolsas
Tener perro costará nueve euros al año en Zamora a partir del año que viene. El consistorio dice que no pretende con ese impuesto perruno castigar a los dueños incívicos que olvidan las cacas de sus canes en aceras y jardínes. Porque limpiarlas, aseguran, les cuesta mucho más que lo que recaudarán.
El Ayuntamiento de la única capital de provincias gobernada por IU (y con mayoría absoluta) quiere más bien sufragar así lo que cuesta construir y mantener zonas de esparcimiento canino, evacuatorios, distribuir bolsas para recoger excrementos e instalar dispensadores además de elaborar un censo telemático de mascotas. “Esos gastos directos suponen unos 70.000 euros anuales”, dice el concejal de Hacienda, Recaudación y Rentas, Diego Bernardo, “y esperamos conseguir con la tasa entre 50.000 y 90.000”.
"Cada vez hay más perros en Zamora, eso se ve por la calle, pero no sabemos con exactitud cuántos hay”, añade el edil. La ciudad tiene 61.000 habitantes y 9.800 canes censados. “Pero sospechamos que son menos”, cree el concejal, “ya que los dueños no les suelen dar de baja al morir, puesto que ahora no pagan ninguna tasa”.
Librar de deyecciones caninas la ciudad es muy caro. Haciendo un cálculo del tiempo que gasta diariamente cada barrendero en esa desagradable tarea — “unos 15 minutos al día”, calcula Bernardo— y trasladándolo al grueso de limpiadores, el coste calculado es de 250.000 euros al año.
La tasa por tener perro fue aprobada en un pleno de mayo en el anterior mandato, en el que IU gobernaba con el PSOE. “Nadie votó en contra”, dice el edil, “solo se abstuvo el PP”. Tampoco hubo alegaciones. Al publicarse el cambio en la ordenanza, la noticia se ha contestado en redes. “Lo único que hemos hecho es recuperar un impuesto que existió hasta 1992 y con la misma cuantía. Creemos que si ofrecemos servicios para los perros, sus dueños han de contribuir y es lógico también que luego exijan más”. Entre los proyectos de cuidado de los animales está la construcción de una nueva perrera que costará 250.000 euros.
El partido animalista Pacma se opone al impuesto. “Es injusto, se castiga a quienes acogen a perros y viven con ellos, sin recibir nada a cambio”, dice una portavoz. “Sí es verdad que hay muchos animales, pero es responsabilidad de las administraciones controlar a los criadores y favorecer esterilizaciones y adopciones”.
Zamora no es ni una excepción ni pionera en imponer la tasa canina. Arévalo, en Ávila, grava tener perro con 14,30 euros anuales. Mejorada del Campo y Fresnedillas de la Oliva, en Madrid, también lo hace. Inca, en Mallorca lo ha decidido a principios de este año. El ayuntamiento popular de Plasencia (Cáceres) intentó establecer el impuesto, pero alegaciones de grupos animalistas y de Plasencia en Común hicieron que el Ayuntamiento desestimara esa opción.
La Comunidad Valenciana contempla en su anteproyecto de ley de bienestar animal que los municipios impongan la tasa de tenencia y cría de perros para sufragar los gastos derivados del cumplimiento de esa norma, informa Cristina Vázquez.
Este tipo de tributos existen en países europeos como Holanda, donde son los municipios los que los imponen y son de mucha mayor cuantía. Alrededor de 200 localidades las tienen. La Haya, por ejemplo, cobra 120 euros anuales por animal.
En Alemania el impuesto también depende de los municipios. Son las ciudades las que deciden el importe del tributo, que varía mucho dependiendo del lugar y el tipo de perro. Hay algunas excepciones de ciudades que deciden no tasar a los canes, informa Ana Carbajosa. En Berlín por ejemplo, por el primer perro se pagan 120 euros anuales y por cada uno de los siguientes 180.
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